Las elecciones generales que se celebran en Alemania dentro de siete días no han tenido ni se espera que tengan impacto alguno en los mercados de deuda y de renta variable, más pendientes del conflicto en Siria o de las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo.
Los analistas consultados por Efe restan importancia al resultado de los comicios del domingo 22 de septiembre, si bien admiten que se podría ver una mayor flexibilización por parte del BCE y del Gobierno alemán.
Los pronósticos apuntan a una victoria electoral del partido de Angela Merkel, aunque previsiblemente tendrá que gobernar en coalición.
La mayoría de los analistas no cree que el nuevo gabinete cambie de forma sustancial la política que hasta ahora ha seguido Berlín en relación con la crisis de la deuda soberana de los países periféricos de la zona del euro, la unión bancaria, los rescates de Grecia, Chipre o Portugal, y otras cuestiones pendientes.
Superada ya la crisis de viabilidad de la moneda única europea, que ya no preocupa a nadie, el conflicto en Siria y el calendario de retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) han pasado a un primer plano, aunque un informe de estrategia del Santander admite que la cercanía de las elecciones alemanas podría retrasar alguna decisión sobre el tercer rescate a Grecia.
La gestora de Deutsche Bank señala que las elecciones germanas pueden influir en el crecimiento económico de Alemania y de la zona del euro, pero “el impacto en los mercados de renta variable sería limitado”, ya que muchas compañías cotizadas operan internacionalmente y las acciones de los grandes grupos están distribuidas globalmente.
Los analistas del banco germano reconocen que si finalmente el partido de Angela Merkel no fuera capaz de formar gobierno y se instaurara una coalición entre los socialdemócratas y los verdes, cabría esperar “una mentalidad más abierta” en relación con las responsabilidades secundarias en la deuda de los países periféricos.
Esto sí podría producir una subida del interés de la deuda soberana del país, aunque incluso en ese caso, tal y como apunta Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB, no se esperan grandes cambios en la política comunitaria.
Donde sí podría haber un efecto visible sería en el calendario del programa de compra de bonos de Transacciones Monetarias Abiertas (“Outright Monetary Transactions”, OMT) del Banco Central Europeo, pendiente del aval del Tribunal Constitucinal alemán, apuntan desde Norbolsa.
La resolución de este tribunal, añaden, podría demorarse hasta después de las elecciones.
Algo más esperanzados se muestran en el departamento de análisis de Bankinter, ya que estiman que Alemania adoptará una actitud más flexible tras los comicios.
Ese sería el momento que el BCE podría aprovechar para aplicar su última fase de flexibilización monetaria, que consistiría en un programa de financiación a pymes y familias conjuntamente con el Banco Europeo de Inversiones (BEI): éste aportaría las garantías, y el BCE, la liquidez.
Lo que sí admiten es que hasta que no pasen las elecciones los avances en cuestiones como la unión bancaria “serán minúsculos”, al tiempo que el establecimiento de una garantía común para los depósitos o de un mecanismo de resolución de entidades está descartado antes del 22 de septiembre.
Desde XTB, Miguel Ángel Rodríguez sí cree que puede que la política “sea algo más condescendiente tanto con las ayudas a países que lo necesiten, como Grecia, como con las actuaciones del BCE”, que en opinión del analista comenzará a bajar tipos el mes próximo y “puede que se embarque en algún tipo de programa de liquidez que facilite la desfragmentación del crédito en Europa”.
El analista destaca la paradoja que supone que el período electoral haya provocado más incertidumbre que las propias elecciones, ya que según se acerca la fecha de los comicios las bolsas y los mercados de deuda han dejado de preocuparse y actúan con optimismo.