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Italia vota con la incertidumbre de la ingobernabilidad
Cerca de 50 millones de italianos están llamados a las urnas este domingo y este lunes para elegir al nuevo Gobierno, con el centroizquierda como favorito aunque el avance del cómico Beppe Grillo y del exprimer ministro Silvio Berlusconi podría provocar la ingobernabilidad.
Las favoritas en estas elecciones generales vuelven a ser las mismas coaliciones que han protagonizado los últimos comicios, con la única novedad de la entrada en política de Mario Monti, el tecnócrata que se ocupó de los últimos 13 meses de Gobierno tras la dimisión de Silvio Berlusconi.
Por una parte se encuentra la coalición conservadora encabezada por el partido Pueblo de la Libertad (PDL), que ha tenido que recurrir a Silvio Berlusconi, quien había anunciado su retirada de la política, para evitar el fracaso total en los comicios. Berlusconi, que aspira a ser el titular de Economía, vuelve a presentarse con sus socios de la separatista Liga Norte, a pesar de la ruptura que se había fraguado durante el Gobierno de Monti, y con otros partidos de derechas.
El centroizquierda concurre con el líder del Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, y en alianza con Futuro Ecología y Libertad de Nichi Vendola, que representa el ala más progresista de la coalición.
Según los últimos sondeos oficiales publicados 15 días antes de los comicios, la coalición de Bersani puede conseguir entre un 34 y un 38 % de los votos, y Berlusconi entre un 28 y un 30%.
De acuerdo con estos datos, el centroizquierda conseguirá la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados, mientras que en el Senado, donde el enrevesado sistema electoral prevé premios según los resultados regionales, necesitará establecer alianzas.
Aquí entra en juego el excomisario europeo Monti, que apoyado por una coalición de movimientos cívicos y partidos centristas podría ayudar con el 16 % que le otorgan las encuestas a eliminar el empate en el Senado.
Si la coalición de Bersani no consigue la mayoría en el Senado, se crearía un caso de ingobernabilidad de complicadas y peligrosas soluciones, una de ellas la de volver a votar.
No hay que desestimar a uno de los grandes protagonistas en estas elecciones: Beppe Grillo y su Movimiento 5 Estrellas, que representa el descontento popular con la vieja política y que ayer fue capaz de llenar, en una tarde desapacible, la plaza de San Juan de Letrán de Roma y a quien sondeos puntuales le dan ya como la segunda fuerza política.
Otro candidato es el magistrado Antonio Ingroia con su Revolución Civil, quien podría no alcanzar el 4% que se exige para tener representación en la Cámara de los Diputados o el 8 % en el Senado.
También pesará en el resultado final el llamado partido de los indecisos, ya que un 30% de los electores no sabe a quién votar, pero de éstos, casi cinco millones acudirán finalmente a las urnas.
Menor participación que en los comicios de 2008
A las puertas de un colegio electoral de Roma, en la céntrica calle de Vittorio Emanuele, varios ciudadanos expresaron a Efe su inquietud ante el incierto escenario que puede surgir de las elecciones, ante la dificultad de formación de un gobierno con una mayoría estable en el Senado dado lo intrincado de la ley electoral.
“Temo la ingobernabilidad. Temo que Italia se vuelva todavía más ingobernable y que tengamos que venir de nuevo a votar”, aseguró a Efe el italiano Juan Enrique Boc de Pombo, de 67 años, quien incidió en otro de los grandes problemas a los que se enfrentan los principales candidatos, el del desempleo, situado en el 11,2 %.
Boc abundó en el problema que supone para Italia el alto índice de paro entre los jóvenes, que alcanza el 36,6 %.
También se mostró preocupado por el desempleo juvenil L.M, de 30 años, que recalcó que siempre ha acudido a votar, pero que en esta ocasión lo hace con especial interés para evitar “dejar el país en manos de personas que no nos escuchan ni nos respetan”.
“Necesitamos personas nuevas en la política”, subrayó el joven, quien coincidió con Valter R. de 34 años, en “la necesidad de poner fin a la gente anciana que gobierna en Italia”.
Enrico B., de 37 años, no dudó en contar que su voto fue dirigido al Movimiento 5 Estrellas, que el último día de campaña logró llenar la plaza de San Juan de Letrán donde Beppe Grillo hizo un alarde de su formación de corte populista, ecologista y ligeramente euroescéptica, que tiene en la moneda única europea, el euro, su principal bestia negra.
El dimisionario primer ministro, Mario Monti, asistió a misa antes de depositar su voto, mientras Bersani respondió a los periodistas que lo que haga el resto del día era cosa suya.
Tres mujeres de un movimiento feminista han asaltado a Berlusconi con el torso descubierto al grito de “Basta Silvio, Basta Berlusconi”.
Ante este panorama, M.P., de 82 años, explicó a Efe que acudió a las urnas para “salvar al país de un voto catastrófico, como puede ser el de Grillo o el de Berlusconi”, lo que “sería un peligro, devastador para el país.”
A las puertas del colegio electoral dos hombres comentan la “baja afluencia”, una percepción que coincide con los datos divulgados por el Ministerio del Interior italiano que apuntaron a una caída en la participación de 1,57 puntos porcentuales con respecto a los comicios de 2008 durante las primeras horas de voto.