El empresario Juan Carlos Barrabés ha testificado este lunes ante el juez que investiga a Begoña Gómez para negar irregularidades o trato de favor en los contratos públicos que consiguió. Fuentes presentes en el interrogatorio, realizado por videoconferencia, explican que el empresario ha asegurado que las cartas que firmó la esposa del presidente del Gobierno no eran de recomendación a una empresa sino de “apoyo a un proyecto” y que se pidieron a diversas instituciones.
Barrabés ha asegurado que acudió “cuatro o cinco veces a Moncloa” para reunirse con Begoña Gómez para abordar asuntos de la cátedra en la que participaron. Con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solo se reunió en una ocasión en el palacio presidencial, sin la presencia de Begoña Gómez, y con motivo de una ronda de contactos que el jefe del Ejecutivo mantuvo con empresarios del sector de la innovación tecnológica. En la reunión estuvo presente el responsable de la Oficina Económica de Moncloa, Manuel de la Rocha.
Ante el magistrado Juan Carlos Peinado, el testigo Barrabés también ha explicado que coincidió una segunda vez con Sánchez, esta vez sí con Begoña Sánchez, en un encuentro con personalidades de su sector, pero que apenas habló con el presidente del Gobierno porque le llamaron por teléfono y se excusó.
Barrabés, cuya comparecencia se ha retrasado varias veces en las últimas semanas y ha cambiado de formato por su estado de salud, ha testificado finalmente por videoconferencia después de recibir el alta hospitalaria. También ha comparecido Luis Martín Santos, exdirectivo del mismo grupo empresarial.
“Yo no decidí que firmara Gómez”
El juez Peinado ha permitido a las acusaciones populares una pregunta sobre un asunto que no forma parte de la causa, las cartas-tipo que firmó Begoña Gómez apoyando a una UTE en la que participaba una empresa de Barrabés que aspiraba a un concurso público, que finalmente ganó. Barrabés ha dicho que no se trataba de una carta de recomendación a una empresa sino de “una carta de apoyo a un proyecto”.
El testigo también ha dicho que la plantilla de la carta se envió a la cátedra de la Universidad Complutense y que sería esta quien decidió que la firmase Begoña Gómez, como en el caso del Ayuntamiento de Madrid lo hizo su gerente. Ha añadido que él no envió la misiva a la cátedra y que decidió hacerlo su equipo.
Las acusaciones populares han comparecido después de las dos declaraciones para afirmar que los dos testigos han dado normalidad a las cartas que Gómez firmó a favor de la UTE que comandaban de cara a adjudicaciones públicas, explicando al juez que se solicitaron a muchas empresas, instituciones y colaboradores.
Según han explicado los abogados de Vox, HazteOir y Iustitia Europa en la salida de los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid, los dos testigos no han reconocido ningún tipo de irregularidad de las que se investigan en la causa, como testigos y obligados a decir verdad. “No se han hecho preguntas en ese sentido, se ha preguntado por toda la investigación pero ellos no han declarado en función de si estaban implicados o no”, ha dicho Luis María Pardo, uno de los abogados que ejerce la acusación.
Las acusaciones populares que participan en la causa contra Begoña Gómez, encabezadas por Vox, han pedido al juez Peinado que el empresario Carlos Barrabés vuelva a declarar pero como investigado y no como testigo. Para el partido de extrema derecha “se vislumbra una colaboración necesaria e imprescindible para el desarrollo de la actividad de Begoña Gómez”.
Begoña Gómez está llamada a declarar el próximo viernes en calidad de imputada después de que dos informes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil haya rechazado irregularidades en las adjudicaciones públicas a la UTE de Barrabés, y también de que ningún testigo, a día de hoy, haya detallado ningún tipo de irregularidad en los hechos que originalmente denunció Manos Limpias.
El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ha reclamado este lunes que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explique en público las reuniones que mantuvo en el Palacio de la Moncloa con el empresario Juan Carlos Barrabés, socio de su esposa, Begoña Gómez. “Que nos despeje las dudas razonables”, ha dicho Sémper, quien no ha pedido que Sánchez comparezca en el Congreso, ni tampoco ha querido valorar los informes de la Guardia Civil que descartan trato de favor o irregularidades en los contratos firmados entre Barrabés y Gómez.
Pese a hablar de “corrupción”, Sémper ha separado la investigación penal de su petición de explicaciones al presidente. “Nos corresponde señalar la falta de ética, de moral y de transparencia de unos usos y costumbres que convierten al Palacio de la Moncloa en algo que no se debería de haber convertido”. “¿Por qué lo llamo amor cuando quería decir corrupción?”, ha dicho.