“A lo largo de mi vida”, ha relatado Pedro Sánchez, “siempre he recordado lo que dijo Cervantes: 'A cualquier mal, buen ánimo repara”. Y ha añadido: “Yo voy en serio, yo voy en serio”.
El rey ha encargado a Sánchez que intente formar un Gobierno que desbloquee la actual situación política. El monarca se ha decidido por el líder socialista sin hacer previamente un nuevo encargo a Mariano Rajoy. La decisión le ha sido comunicada al presidente del Congreso, Patxi López, durante la reunión que ambos han mantenido a última hora de la tarde de este martes. Previamente, el rey ha llamado por teléfono al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para comunicarle la decisión adoptada.
“Quiero agradecer al jefe de Estado su exquisita labor en las rondas de consultas, y la confianza depositada en mí y en el Grupo Socialista. Vamos a asumir la responsabilidad de formar Gobierno”, ha explicado Sánchez: “He criticado la espantada de Rajoy: ha renunciado la tarea por la que siete millones de españoles y españolas depositaron su voto. Ha sumido a España de una situación de bloqueo durante más de un mes”.
“Voy a proponer a todas las fuerzas políticas del cambio que abandonen los vetos”, ha anunciado Sánchez: “Vamos a iniciar un camino sereno cargado de principios, responsabilidad y generosidad. El cambio, el progreso, las reformas, deben ser la base de ese entendimiento”. Y ha formulado una frase que habitualmente dice el líder de Ciudadanos, Albert Rivera: “Pongamos por delante lo que nos une, no lo que nos separa”.
“Vamos a buscar alianzas para crear más empleo”, ha enumerado Sánchez, “para consolidar la recuperación económica y que llegue a la mayoría de los españoles; para recuperar la confianza en las instituciones y luchar contra la corrupción; y para recuperar la connivencia puesta en cuestión por el secesionismo en Catalunya”.
“El PP es una fuerza política importante”, ha afirmado Sánchez: “Siempre van a tender la mano tendida para los asuntos de Estado que necesita España, pero creo que el PP es víctima del inmovilismo y tacticismo de unos dirigentes acorralados por la corrupción. La necesaria regeneración pasa por la regeneración del PP, y sólo vendrá de la mano de un PP en la oposición”.
“El PSOE asume su responsabilidad con España para que tenga un Gobierno y gobernar con diálogo, y políticas progresistas y reformistas”, ha subrayado Sánchez. “El cambio debe ser para la mayoría de nuestros conciudadanos o no será: la configuración del Gobierno no es un fin, sino las políticas que se pongan en marcha. El cambio consiste en poner encima de la mesa políticas distintas y prácticas políticas distintas. Antes del con quién, viene el para qué”.
A partir de ahora, el calendario está en manos del Partido Socialista. El candidato del PSOE ya le ha comunicado al presidente del Congreso que necesitará entre tres semanas y un mes para llevar a cabo las negociaciones con el resto de formaciones, de cara a la configuración de un pacto.
Sánchez ha insistido en la reforma constitucional para “una España diversa y abrir un nuevo periodo de progreso. La mejor manera de defender la Constitución es reformarla”.
Al margen del resultado que coseche, la nominación de Sánchez desbloquea la situación política porque pone en marcha el reloj que marcará si hay que ir o no a nuevas elecciones. La Constitución dice que si dos meses después de la primera sesión de investidura nadie ha conseguido ser elegido, las cámaras quedarán disueltas y se empezarán a preparar las urnas para nuevos comicios.
Rajoy ha insistido este martes en que no descarta intentarlo después de Sánchez, si el líder del PSOE fracasa en su intento. Para ello el rey debería proponerle de nuevo.