El portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, ha negado este martes que la reforma del delito de malversación que ha pactado su formación con el PSOE se haya negociado pensando en “situaciones personales”, en referencia a los líderes del procés, sino para las “futuras generaciones” y los “hechos futuros”.
“Les puedo asegurar que en las que yo he estado no se ha negociado en base a situaciones personales, nombres, condenas, de unos o de otros. Para que se entienda, en esta reforma se ha pensado mucho más en las futuras generaciones, hechos futuros, que en generaciones pasadas o actuales o en hechos pasados o actuales”, ha dicho Rufián en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso.
ERC descarta por tanto entrar a valorar si la enmienda transaccional que han pactado con el PSOE para rediseñar el delito de malversación, dentro de la reforma del Código Penal que se tramita en el Congreso, puede beneficiar en un futuro juicio a dirigentes independistas en el extranjero como el expresident Carles Puigdemont.
Socialistas y republicanos llegaron ayer a un acuerdo para retocar el delito de malversación y que el Código Penal castigue con hasta tres o cuatro años de cárcel, frente a los ocho del actual, el delito en los casos en que no haya ánimo de lucro. La enmienda de los grupos corregirá la reforma del delito que hizo el PP en 2015, para elevar y equiparar las penas tanto para los casos en que se sustraían fondos públicos para usos privados como los que el dinero se destinaba a un gasto público, pero prohibido o distinto al previsto.
Rufián ha dicho que no puede hacer un pronóstico de cómo podría interpretar la Justicia esta reforma en relación a los líderes independentistas que participaron en el procés: “No le puedo decir lo que van a hacer [el juez Marchena] y compañía. No podemos cambiar el Poder Judicial y hay un enorme problema con él más allá del independentismo”. “Me resulta curioso que se responsabilice a los políticos de las interpretaciones capciosas del Poder Judicial”, ha apostillado.
Preguntado por la rapidez de la tramitación de esta reforma en el Congreso, uno de los aspectos que ha escamado a la oposición, Rufián ha precisado que este tema se lleva negociando desde hace meses. “Nunca somos los responsables de que una negociación llegue al último minuto y de que se haga con un foco mediático tan tremendo como ahora. Es una mala manera de que un acuerdo se haga, pero son los tiempos, las formas y las maneras del PSOE. Intentamos que no pase pero a veces pasa”, se ha desmarcado.
El portavoz republicano ha hecho hincapié por otro lado en que la reforma es parte del camino de la “solución” a un “conflicto político” que debería concluir con un referéndum. No obstante, ha reconocido que esa consulta es una “solución multilateral” que conlleva un montón de actores políticos, por lo que ha descartado dar una fecha aproximada sobre la celebración de ese posible referéndum: “Nosotros lo haríamos mañana”.
Esa solución al “conflicto político” pasa por la instancia de la mesa de diálogo, que el portavoz de ERC ha defendido este martes. “Soy firme defensor de esa mesa como creador y negociador”, ha dicho, para matizar que si no se convoca de nuevo es “por las agendas” y “porque no se puede”. Fuentes de la formación han trasladado no obstante que confían en que se convoque una nueva reunión de la mesa antes de que termine la legislatura. “Siempre me parece bien que se reúna un espacio vilipendiado y se ha demostrado que quizá era mucho mas útil de lo que parecía”, ha dicho.
El PSOE también ha comparecido este martes en rueda de prensa para defender la enmienda acordada con ERC y ha argumentado, con motivos similares, que esta reforma no despenaliza la malversación ni debilita la lucha contra la corrupción. “El compromiso del PSOE era no rebajar la lucha contra la corrupción, no despenalizar la malversación y lo hemos mantenido. Lo que hemos hecho es distinguir entre quien roba para él o para terceros y quien desvía fondos para otro destino dentro de la administración”, ha sostenido el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.
El diputado socialista ha aprovechado para ahondar el mensaje político con el que la parte mayoritaria del Gobierno ha defendido reiteradamente tanto la reforma de la sedición como de la malversación: que la situación en Catalunya es completamente diferente a cuando gobernaba el PP. “Hay que devolver al terreno de la política los problemas políticos y dejar a los tribunales para la última instancia”, ha dicho, para añadir que el independentismo, con estas negociaciones políticas, se ha quedado “sin el victimismo” que es, a su juicio, lo que más le “aglutina”. “Catalunya ya no es el principal problema de nuestro país y en todo caso lo que se ha roto es el independentismo. Se han quedado sin su 'España nos roba'' y 'Solo quieren meternos en la cárcel'”, ha insistido.
López también ha entrado brevemente en este punto a las declaraciones de Rufián sobre un eventual referéndum de independencia. “Este grupo, este partido y este Gobierno no van a aceptar ningún referéndum de independencia. Cuando lo pidan, pondremos encima de la mesa el Estatut y el título octavo de la Constitución”, ha zanjado.
División entre los socios
Los socios parlamentarios habituales del Gobierno están divididos en su posición sobre esta enmienda. El PNV ve “positivo” que el delito de malversación vuelva al “estado anterior” a 2015, antes de que el PP la reformase después de la consulta del 9N con Artur Más al frente de la Generalitat, más aún si ayuda, ha dicho su portavoz, Aitor Esteban, a que la situación sea menos tensa en Catalunya. olver a la situación anterior no nos parece impropio. Si las instituciones catalanas y los grupos piensan que puede ayudar a que la situación sea menos tensa y se pueden encontrar vías para una solución, nos parece positivo“, ha puntualizado el portavoz jeltzale en una rueda de prensa en el Congreso.
En una línea similar a la dibujada por Rufián, Esteban ha evitado pronosticar qué consecuencias traerá esta reforma para los líderes del procés condenados o pendientes de su situación judicial. “Yo creo que cuando se cambia una norma es prácticamente imposible predecir, con esta o con otra. Corresponde a los jueces aquilatar esta nueva legislación”, ha dicho, para reafirmar su apoyo a una modificación para volver a la previa a 2015, “cuando se aprobó una reforma ad hoc durante mayoría absoluta del PP”.
Compromís por su parte ha planteado que la enmienda les genera “muchas dudas”. Su portavoz en el Congreso, Joan Baldoví, ha considerado que la reforma puede ser “una vía de escape” y generar “agujeros” que permitan a “corruptos” eludir la prisión, por lo que ha avanzado que, a priori y si nada cambia, se abstendrían en la votación del conjunto de la reforma del Código Penal.
Baldoví también ha criticado la velocidad con la que se está tramitando esta reforma: “No se puede abordar esto con estas formas, tan rápido, convocando un pleno dentro de dos días. Merecía un trato más sereno. Tenemos aún serias dudas, pero ahora mismo nuestra postura no está en el sí”, ha insistido.