Errejón: Integrar al adversario, clave para que un proyecto tenga éxito

El líder de Más País, Íñigo Errejón, defiende en su último libro que, para que un proyecto político tenga éxito, es clave dar espacio a quien piensa diferente. “El éxito de un proyecto depende de la capacidad para generar un orden alternativo que integre incluso a sus adversarios”, defiende.

Errejón, que dejó Podemos tras cinco años de militancia para emprender un camino en solitario, sostiene esta idea en el ensayo “Qué horizonte. Hegemonía, Estado y revolución democrática” que ha publicado junto a Álvaro García Linera, que fue vicepresidente del gobierno de Evo Morales en Bolivia.

Publicado por la editorial Lengua de Trapo, el libro recoge las conversaciones que ambos mantuvieron por e-mail entre abril de 2018 y febrero de 2019, en las que comparten sus visiones políticas y teorizan sobre cómo gestionar y cómo mantener el apoyo popular una vez que los partidos de izquierdas llegan al poder.

Pertenecientes a distintas generaciones, Errejón -de 36 años- y Álvaro García Linera -de 57- conversan desde Madrid y La Paz en un libro repleto de referencias teóricas acerca de la crisis por la que pasan los proyectos de izquierdas cuando les toca gobernar.

“Los baremos con lo que el poder será juzgado dependen de dónde se han fijado las expectativas”, advierte el líder de Más País, que ve prioritario afianzar lo derechos del grueso de la sociedad una vez se llega al poder.

La visión teórica de Errejón, que por el momento no ha ejercido labores de gobierno, se contrapone a la experiencia de García Linera, que fue durante trece años vicepresidente de Bolivia.

Según Errejón, politólogo y miembro del núcleo fundador de Podemos, lo más acertado para mitigar el desencanto es plantear medidas que el electorado entienda fácilmente junto a otras que vayan encaminadas a “desarticular el poder oligárquico”.

García Linera -que formó parte de la guerrilla indigenista en la década de los 90 y pasó cinco años en prisión por este motivo antes de unirse al proyecto de Evo Morales- ofrece a lo largo del libro ejemplos de cómo la revolución surge siempre de un descontento, de un “agravio moral”.

Como ejemplos pone el descontento de los “indignados” españoles que provocó el 15M y el posterior surgimiento de Podemos, y la llegada al poder de Evo Morales frente al racismo de las clases dirigentes que dominaban el país hasta entonces.

Además, ambos intelectuales comentan la necesidad de crear vías desde el gobierno para facilitar la participación ciudadana y que no decaiga “el empuje” de los movimientos que les llevaron al poder.

Errejón ofrece como reflexión final la idea de que en política siempre hay que mirar hacia adelante para que los ciudadanos asuman como propias las conquistas sociales y estas se perciban como “intocables”. Para ello, concluye: “Es necesario avanzar para no retroceder”.