Durante unos segundos, el real decreto ley de la reforma laboral que hoy se ha debatido y votado en el Congreso ha sido rechazado por una mayoría parlamentaria. Un error al anunciar el conteo por parte de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha sumido a la Cámara en un inicial silencio que ha sido roto por los diputados de Vox quienes, alborozados, han aplaudido a rabiar lo que parecía un revés para el Gobierno. Pero, en realidad, era un fallo al anunciar el voto, quizá propiciado porque el resultado no ha sido el esperado (176 síes por 173 noes), sino uno más ajustado: 175 a 174. Y con plot twist final que incluye traición y un error de bulto del PP que ha salvado al “Gobierno socialcomunista”.
La votación se ha producido alrededor de las 18.30 de la tarde, al final de un Pleno que se había iniciado a las 9.00 con la defensa por parte de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, del real decreto ley que reforma el mercado laboral. El debate ha sido largo, lo que ha prolongado toda la sesión más allá de lo habitual Tras un receso para la votación telemática, los diputados y diputadas presentes se han sentado en sus escaños y se ha procedido a la votación. Primero, las proposiciones no de ley, las mociones consecuencia de interpelación, los dictámenes de la comisión de investigación de la policía política del PP,...
Lo último han sido los decretos ley. El más esperado, el de reforma del mercado laboral. 335 diputados presentes y 14 por vía telemática. 349 de un total de 350 ya que sigue vacío el escaño de Alberto Rodríguez a la espera de que se cierren todas las vías judiciales con las que intenta recuperarlo.
El resultado en el Hemiciclo: 166 síes y 169 noes. Con el voto telemático se sumaban nueve síes y cinco noes. Batet, tras unos instantes de duda, ha declarado “derogado el real decreto ley”, para alborozo de la ultraderecha y estupefacción del Gobierno.
Casi de forma inmediata, la presidenta ha enmendado su error, avisada por los servicios jurídicos de la Cámara: “Me informan de que queda convalidado”. El griterío ha cambiado de bando y desde la bancada de los partidos del Ejecutivo se ha oído el ya clásico “sí, se puede” de los momentos difíciles.
Pero el resultado final, aunque positivo, esconde una traición y otro error, claramente más grave. Los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Sergio Sayas y Carlos García Adanero, habían comprometido su sí, pero han votado finalmente que no. Pese al compromiso del presidente de su partido, Javier Esparza, ambos han faltado a su palabra y, sin avisar, han cambiado de opinión.
El movimiento de UPN, tradicional aliado del PP en Navarra y que en 2019 concurrieron, junto a Ciudadanos, en la coalición Navarra Suma, habría valido para tumbar el real decreto ley. Pero un último fallo de un representante del PP ha propiciado el resultado final. El diputado por Cáceres Alberto Casero, que ha votado de forma telemática, se ha equivocado al hacerlo y ha votado sí al decreto ley y no a tramitarlo como proposición de ley. Justo al revés de lo que debía hacer, lo que ha deparado el resultado final: 175 síes y 174 noes.
La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha reclamado un turno de palabra para protestar y ha alegado que con anterioridad habían avisado a la Mesa del Congreso del error de Casero. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha respondido: “La Mesa es conocedora y ha podido analizar lo que usted me va a plantear. Es una cuestión técnica de la Mesa, una decisión de la Mesa y no de tratamiento de Pleno, no le voy a dar la palabra”. Batet ha levantado la sesión entre las protestas del PP, con un Teodoro García Egea visiblemente molesto que ha gritado a la presidenta del Congreso: “¡Pero esto qué es!”.
En una rueda de prensa posterior, Gamarra ha explicado que Casero está enfermo, motivo por el que ha pedido el voto telemático, pero que al percatarse de su error en la votación se ha trasladado hasta el Congreso para intentar votar de forma presencial. Según el PP, se le ha impedido la entrada al Hemiciclo. Desde el PP sostienen que es un error del sistema de votación. Los servicios jurídicos del Congreso, con el secretario general al frente, niegan esta posibilidad y han dado validez a la votación. La reforma laboral de Yolanda Díaz ya no tiene marcha atrás.