Carmen Chacón ha abierto su propia campaña electoral en Madrid de modo amargo. La exministra se ha encontrado con un escrache en toda regla motivado, precisamente, por su pasado como titular del Ministerio de Vivienda y las medidas que impulsó para agilizar los desahucios en el sector del alquiler.
Ha sido en un escenario modesto, en Moratalaz. En un parque y con poco más de 200 personas agrupadas debajo de una carpa. Tras la intervención inicial de Inmaculada Fernández, secretaria general del distrito madrileño, ha subido Chacón al escenario.
Y, a los pocos minutos, una quincena de personas, han empezado a proferir gritos como: “Violencia es no llegar a fin de mes”, “PSOE y PP la misma mierda es”, “Carmen Chacón es especulación”. Los participantes en la protesta llevaban carteles denunciando que PSOE y PP no regulen la dación en pago, además de otras reclamaciones relacionadas con la vivienda.
Chacón se ha puesto visiblemente nerviosa, pero los servicios de seguridad del PSOE han dispersado momentáneamente a los manifestantes. A los cinco minutos han reaparecido por otro flanco de la carpa con los mismos carteles y gritos. Entonces, se han producido momentos de tensión y enfrentamientos puntuales, que no pasaron a más.
La protesta estaba claramente dirgida contra la exministra de Zapatero. Cuando Chacón ha abandonado el estrado y ha empezado su intervención Tomás Gómez se han dispersado con rapidez.
La protesta fue convocada por miembros de la Asamblea de Viviendas de Madrid para denunciar que fue Chacón la que impulsó el desahucio exprés.
Una portavoz de esta plataforma ha explicado a eldiario.es que “todo fue muy tranquilo”, y que su objetivo era “denunciar qué significa votar al PSOE desde el punto de vista de la vivienda”.
Entre el jaleo, Chacón ha terminado contestando a los que la gritaban: “Las protestas están muy bien, la rebeldía es necesaria, pero luego hay que ir a votar para cambiar”.
Tomás Gómez ha cerrado el acto reivindicando a Felipe González, a José Luis Rodríguez Zapatero y, por supuesto, a Chacón.