España se mantiene en la postura fijada en la noche del miércoles a nivel europeo: exigir unas elecciones “con garantías” que resuelvan la crisis creada en Venezuela y no reconocer al actual gobierno de Nicolás Maduro. Sobre la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente venezolano, el Gobierno mantiene cautela que acompaña con la visualización de cierta cercanía a los postulados de la oposición a Maduro. Pedro Sánchez ha conversado telefónicamente con el autoproclamado como nuevo presidente de Venezuela, y en esa conversación le ha trasladado que la solución pasa por la convocatoria de elecciones.
Fuentes del Gobierno aseguran que la conversación entre Sánchez y Guaidó “ha sido amigable”. Según el Gobierno, Sánchez “le ha trasladado su empatía por su coraje y su voluntad de representar a la Asamblea, reflejo de la elección de los venezolanos”.
El propio Guaidó ha explicado desde Twitter el resultado de su gestión con el jefe del ejecutivo español:
Desde Moncloa aclaran que España no ha reconocido a Guaidó como presidente autoproclamado: “Con la llamada no hemos reconocido a Guaidó como presidente, pero sí hemos reconocido la legitimidad de la Asamblea que preside”, aseguran fuentes cercanas al presidente. Las mismas fuentes aseguran que “lo importante es convocar elecciones y lo secundario quién las convoca”.
Además de hablar telefónicamente con Guaidó, Pedro Sánchez se ha reunido en Davos con los presidentes de Colombia, Ecuador y Costa Rica. Los tres mandatarios se han manifestado a favor del cambio que se está impulsando en Venezuela por la intervención de ahora autoproclamado presidente. Quizás por ello en el entorno del presidente español aseguran que la celebración de esas reuniones debe ser entendido como un gesto “importante”.
Exteriores ha confirmado esta mañana que conocía con antelación la decisión de EE.UU de apoyar a Guaidó como presidente. Borrell, sin embargo, explica cuál es la diferencia de contexto que marca la postura la postura de nuestro país: “La diferencia entre EE.UU y nosotros es que nosotros tenemos a 200.000 españoles en Venezuela”.
El jefe de la diplomacia española considera que la situación en Venezuela ha cambiado de manera sustancia en las últimas horas: “El escenario ha cambiado. Hay muertos, ha habido una acción violenta. No podemos estar donde estábamos antes de ayer y tenemos que evitar que la situación vaya a peor”, ha asegurado.