Los españoles apoyan ampliamente las medidas de confinamiento y asumen que la crisis del coronavirus va para largo

Los europeos están viviendo un confinamiento sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial. Nunca en 75 años se había vivido esta limitación de las libertades individuales: es una disciplina consciente empleada como herramienta para frenar la pandemia del coronavirus. 

Según una investigación demoscópica de Redfield & Wilton Strategies en Italia, España y Francia, publicada por Politico, con 1.500 entrevistas en cada uno de los países europeos más afectados por la pandemia, la ciudadanía apoya las medidas restrictivas decretadas por sus gobiernos y prevé que la crisis no se resolverá antes de 2-3 meses.

Las encuestas se realizaron el pasado fin de semana, cuando ya se habían tomado medidas drásticas en los tres países.

Los italianos son quienes más apoyan a su líder, Giuseppe Conte, con el 76% de los encuestados aprobando su gestión en la crisis. En Francia, la cifra equivalente para el presidente, Emmanuel Macron, es del 49%. Mientras que en el caso del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el 43% desaprueba su gestión frente al 40% que la aprueba.

Cuando se les preguntó qué pensaban sobre las medidas restrictivas aprobadas por sus gobiernos, 9 de cada 10 encuestados los respaldaron, y solo alrededor del 5% de los encuestados en cada país no los apoyaron.

Y cuando se les preguntó cuánto tiempo más estarían dispuestos a tolerar estas restricciones, muy pocos encuestados expresaron que ya no estaban dispuestos a tolerar más. De hecho, una amplia mayoría en España e Italia dijo que estaban dispuestos a permanecer encerrados todo el tiempo que el Gobierno lo considerara necesario, incluso si tales medidas duraban más de dos meses.

Tal apoyo revela la extraordinaria preocupación que la ciudadanía de los tres países tiene con respecto al virus y su impacto potencial en su salud. En una escala del 1 al 5, la mayoría de los encuestados en las tres encuestas puntuaron 4 de 5 o 5 de 5 la preocupación ante un contagio.

Los encuestados también indicaron que creen que este virus es más peligroso que la gripe estacional, que causa varios miles de muertes cada año en cada país.

En total, los europeos piensan que la cosa va para largo; apoyan a su gobierno; tienen alimentos en casa para una o dos semanas; y están preparados para salir al exterior con la frecuencia pautada; esperan que esta crisis dure bastante tiempo y que traiga consigo graves repercusiones económicas como resultado de los confinamientos. 

Pero cuando se les pregunta si están más preocupados por el efecto del virus en la salud pública o en la economía, una gran mayoría en todos los países indica que están más preocupados por la salud pública.