Esperanza Aguirre culpa al PSOE de la Guerra Civil de 1936: “No aceptó la alternancia”
La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre intervino el domingo en un coloquio organizado por las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid en el que el tema principal de la conversación fue la memoria histórica. El evento tuvo lugar precisamente el 14 de abril, cuando se cumplían 93 años de la proclamación de la Segunda República, y en él Aguirre aseguró que el inicio de la Guerra Civil que se prolongó entre 1936 y 1939 fue consecuencia de que “el PSOE no aceptó la alternancia en el poder” y que “con la victoria de la derecha en las elecciones del 33, este realizara el golpe de Estado del 34, que llaman revolución de Asturias, pero que fue un golpe de Estado”.
El acto, titulado “La II República, ¿algo que celebrar?”, tuvo lugar en la Nave de Terneras, próxima al río Manzanares de Madrid, y contó con las intervenciones tanto de la expresidenta de la Comunidad de Madrid como del portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid, Rafael Núñez, así como del diputado autonómico, Pedro Corral y el presidente de las Nuevas Generaciones de Madrid, Ignacio Dancausa. El tema de discusión del evento y enfoque principal de los presentes fue culpabilizar al PSOE del “fracaso de la Segunda República” y la “responsabilidad del inicio de la Guerra Civil”. A la par, la organización asegura que este es un tema que “ha polarizado a España” y que, en la actualidad, “Pedro Sánchez no busca la unidad al promover la división”.
Tras la intervención de la expresidenta madrileña el diputado en las Asamblea de Madrid, Pedro Corral, afirmaba que “Sánchez está copiando a Franco legislando sobre nuestro pasado” y Rafael Núñez respaldaba la postura añadiendo que “hasta que Zapatero aprueba la ley de Memoria Democrática solo los sistemas totalitarios se atrevían a legislar sobre el pasado”. Además de las consideraciones y valoraciones que realizaron los presentes, las Nuevas Generaciones culminaron el acto con un mensaje en redes: “Decimos no a las mentiras y los mantras de la izquierda sobre uno de los peores periodos de la historia de España”.
El revisionismo que plantea el PP sobre lo acontecido en 1936 no es nuevo. En 2021, con la influencia de la extrema derecha empezando a hacer estragos en el discurso de los populares, el entonces líder de la formación, Pablo Casado, equiparaba la democracia de la república con el franquismo y prometía que si en algún momento llegaba a la Moncloa “derogaría todas las leyes de Memoria Histórica”. Finalmente no lo pudo cumplir. El tiempo pasó y a la influencia del partido de Abascal en las argumentaciones se le añadieron algunas coaliciones autonómicas de ambos partidos en distintos territorios.
En la actualidad, el Gobierno del Partido Popular y Vox de Castilla y León ha acordado la ley de Concordia. En ella se omite la dictadura y cuenta con el rechazo expreso a 11 asociaciones memorialistas. Ante esta situación, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, justificaba lo sucedido al asegurar que el Grupo Parlamentario no tiene por qué asumir la condena de la dictadura en la ley que ha pactado con su socio de extrema derecha.
En definitiva, el coloquio organizado a orillas del Manzanares el pasado domingo por las Nuevas Generaciones es un nuevo episodio de los populares en el que lo acontecido durante la Segunda República y la Guerra Civil se distorsiona para poder arremeter contra sus rivales políticos en un intento de moldear el pasado. Antes era de forma argumental, ahora se adentra poco a poco en la legislación autonómica, como la de Castilla y León.
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