Esperanza Aguirre ha escogido el ámbito de la educación para dejar su huella personal en el ideario que se está conformando a través de las ponencias que serán discutidas en el próximo Congreso del Partido Popular, que se celebrará el próximo febrero.
De esta manera se escapa del torbellino de críticas que han afectado a otros dirigentes populares como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Su mano derecha en el Ayuntamiento de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna, ya anunció las propuestas más polémicas como la limitación de mandatos o la imcompatibilidad de acumulación de cargos.
La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid ha presentado seis enmiendas a la ponencia “Educación, Innovación y Cultura” que dirige la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy.
Aguirre, que fue ministra de Educación y Cultura, Aguirre entre 1996 y 1999, aboga por la posibilidad de que los centros educativos puedan diseñar sus planes de estudio y apliquen sus métodos pedagógicos propios pero siguiendo un itinerario común para que los alumnos alcancen unos conocimientos mínimos y comunes en todo el país. También propone realizar a centros y alumnos pruebas voluntarias de evaluación externa al terminar Primaria (12 años) y Secundaria (16 años) “para medir con eficacia el sistema educativo”.
Entre las enmiendas más controvertidas en el terreno educativo, Aguirre propone la creación de Institutos de Excelencia para aquellos alumnos de Secundaria que demuestran unas destacadas cualidades académicas, una medida excluyente para algunos sectores de la comunidad educativa, y la necesidad de que el sistema educativo contemple la creación de un “bono escolar para ayudar a las familias”, una medida también puesta en duda porque no tiene en cuenta la renta de los progenitores de los alumnos y no beneficia a la escuela pública.
Las otras dos enmiendas son correcciones lingüísticas de la ponencia de Levy. por un lado, pide que el cambio de la frase “el éxito de un sistema educativo no depende de la cantidad de recursos, sino de invertir eficazmente” por “el éxito de un sistema educativo no depende de la cantidad de recursos, sino del resultado que obtengan los alumnos” y que se cambie la palabra “docente” por “maestro” o “profesor”.