“Yo, la autora Irene Zoe Alameda, hago público que Amy Martin es el pseudónimo utilizado para firmar numerosos trabajos realizados para la Fundación Ideas y para el diario Público”. Así arranca la escritora el comunicado con el que revela la identidad del articulista fantasma que le ha costado el puesto de director de la Fundación Ideas a su marido, Carlos Mulas.
Según Irene Zoe Alameda, Mulas “no tuvo conocimiento de que Amy Martin era un seudoÌnimo y no una persona real hasta bien entrado el diÌa de ayer 23 de enero, una vez en diario El Mundo le habiÌa achacado en primera plana a eÌl la identidad de Amy Martin y tambieÌn sus artiÌculos”.
¿Cómo se gestó todo? Según Zoe Alameda, “en 2009, separada sentimental y fiÌsicamente de Carlos Mulas y a sabiendas de que la FundacioÌn Ideas buscaba colaboradores para la seccioÌn Global Observer que publicaran artiÌculos multidisciplinares y originales tanto en ingleÌs como en espanÌol, tomeÌ la decisioÌn de ponerme en contacto con la FundacioÌn que eÌl dirigiÌa y de hacerme pasar por Amy Martin para ofrecer mis servicios como autora”. A raíz de aquí, “Amy fue enviando artiÌculos que gustaron y recibioÌ un contrato (en el que el Departamento de ComunicacioÌn de Ideas fijoÌ las tarifas) y la peticioÌn de que emitiera facturas con IVA, algo imposible para una autora norteamericana. De ahiÌ que mi agente literaria emitiera las facturas de los trabajos que yo estaba publicando con el pseudoÌnimo inventado”.
“Mi pretensioÌn era mantener a Amy Martin activa a lo largo de toda mi vida, de mantener una doble”, afirma Zoe Alameda: “Para ella, por ejemplo, estaba escribiendo un libro de investigacioÌn poliÌtica en Senegal”.
Pero el este miércoles 23 de enero, todo estalló: “Amy Martin atendioÌ telefoÌnicamente al PSOE. Ante las peticiones desde el PSOE de pruebas concluyentes identitarias que frenaran las informaciones acuciantes que cercaban a Carlos Mulas, comprendiÌ la gravedad de la situacioÌn y decidiÌ hablar con mi agente, la cual me recomendoÌ que confesara que Amy Martin era un pseudoÌnimo”.
En relación con el exdirector de la Fundación, Zoe Alameda sostiene que “Carlos Mulas Granados es el hombre maÌs honesto, trabajador y admirable que he conocido en mi vida, y sus desvelos por la FundacioÌn y al servicio de JesuÌs Caldera, Alfredo PeÌrez Rubalcaba y otros dirigentes han sido maÌximos”. “La responsabilidad absoluta del embrollo Amy Martin es miÌa”, sentencia.
En cuanto al dinero facturado, que asciende a 50.000 euros, Zoe Alameda explica que “los honorarios percibidos por miÌ en virtud de los trabajos realizados como Amy Martin a traveÌs de mi agencia literaria, aunque estaÌn realizados, y constan en mi declaracioÌn de la renta (no en la de Carlos Mulas Granados), quedo a disposicioÌn de la FundacioÌn Ideas para devolverlos si asiÌ lo considera necesario”.
“Pido perdoÌn a Carlos Mulas Granados”, concluye la autora, “un hombre al que quiero, respeto y admiro, y que en absoluto merece la reprobacioÌn de la que estaÌ siendo objeto”.