El 4 % de los internos de prisiones estadounidenses denunciaron entre 2011 y 2012 abusos sexuales por parte de otros presos o funcionarios, según un informe de la Oficina de Estadísticas de Justicia (BJS, en inglés).
Las denuncias son mayores en prisiones federales (4%), con 57.900 casos, que en calabozos temporales a la espera de proceso judicial, donde alcanzaron la cifra de 22.700, el 3,2 por ciento.
El porcentaje en prisiones federales es menor al 4,5 % de denuncias de abusos sexuales registradas en el informe previo de 2007, mientras que en calabozos se mantuvo en el 3,2%.
La mayoría de los abusos, 55.200 de 80.000 denunciados, implican a funcionarios de prisiones, tanto en cárceles federales como en calabozos.
Asimismo, el BJS, dependiente del Departamento de Justicia, señaló que “los informes de actos sexuales consentidos con los funcionarios se han reducido en prisiones y calabozos” en comparación con los datos de 2007.
El informe ha analizado las denuncias en 225 prisiones federales y 358 calabozos en todo Estados Unidos.
Un total de 11 prisiones de hombres y una de mujeres, así como 9 calabozos, han sido catalogados como lugares en los que hay una “alta prevalencia” de abusos sexuales, entre ellas dos instalaciones militares y un calabozo de una región de nativos americanos.
Las mayoría de las denuncias de abusos se realizaron de manera anónima, con ordenadores.
Los datos muestran una mayor incidencia de abusos entre los que se definen como homosexuales, lesbianas, bisexuales o transexuales, con una incidencia del 12 por ciento en cárceles federales y del 8,5 por ciento en calabozos.
Asimismo, muestran una ligera mayor incidencia (6,3% en cárceles y 3,6% en calabozos) entre las personas con problemas mentales serios.
La ONG Just Detention International criticó que se mantenga entre rejas a personas con problemas mentales, al tiempo que recordó que las violaciones de internos en las prisiones se pueden evitar con políticas preventivas.