ETA y Catalunya: las prioridades en la estrategia de la renovada dirección del PP

La ya desaparecida banda terrorista ETA y la crisis abierta en Catalunya han servido al líder del Partido Popular, Pablo Casado, como arma arrojadiza contra el Gobierno de Pedro Sánchez, el PSOE y la izquierda prácticamente desde que en julio de 2018 ganó las primarias de la formación conservadora. Ya como presidente del PP, Casado emprendió un giro a la derecha en el partido que le llevó a acercarse a los postulados más radicales de la extrema derecha de Vox, que sigue utilizando el terrorismo como eje de sus políticas. 

Un año después y pese a que esa estrategia no le dio frutos en las sucesivas citas electorales de las generales del 28A –cuando el PP obtuvo el peor resultado de su historia– y de las municipales, autonómicas y europeas del 26M, Casado ha decidido redoblar su apuesta situando a ETA y la crisis catalana como prioridades en su acción de oposición al Ejecutivo en funciones. 

Este plan lo anunció el propio líder del PP el pasado martes, cuando reorganizó la dirección del partido en la Junta Directiva Nacional –máximo órgano entre congresos– que se celebró en Madrid sin la presencia de los barones más críticos de la formación conservadora, Alberto Núñez Feijóo, Juan Manuel Moreno Bonilla y Alfonso Alonso, que abogan precisamente por un cambio de estrategia que sitúe al PP más en el centro.

“El hecho de que la portavoz en el Congreso [Cayetana Álvarez de Toledo] sea la número uno por Barcelona y fundadora de Libres e Iguales, que el portavoz en el Senado (Javier Maroto) sea exalcalde de Vitoria y persona durante muchos años perseguida por el terrorismo, o que la vicesecretaria de Organización (Ana Beltrán) sea la presidenta del PP de Navarra y también haya recibido presiones del entorno abertzale da alguna pista de por dónde va a ir esta legislatura en materia territorial”, advirtió Casado en la rueda de prensa posterior.

Los territorios donde más se hunde el PP

“Catalunya, País Vasco y Navarra para nosotros sí que son fundamentales”, dijo. Los tres son, sin embargo, territorios en los que los populares se han hundido en los últimos años. El PP logró el 28A una sola diputada por Catalunya y ninguno por el País Vasco. En el caso de la Comunidad Foral, el partido se presentó en coalición con UPN y Ciudadanos bajo las siglas de Navarra Suma, por lo que no es cuantificable su representación, aunque en la alianza la fuerza hegemónica de la derecha en la comunidad es la formación foralista que dirige Javier Esparza.

Allí, en Navarra, la nueva portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, volvía a poner esta semana en marcha la maquinaria del partido para vincular al PSOE con ETA con motivo de la elección de la socialista María Chivite como presidenta foral a raíz de un acuerdo con Geroa Bai, Unidas Podemos e Izquierda-Ezkerra que requirió, además, de la abstención de EH Bildu. 

La diputada popular denunció que “todo el proyecto político de Sánchez se ha basado y se basa en la abstención de Bildu-Batasuna”, de un partido “cuyo máximo dirigente decía hace pocos días en la televisión pública que existe un derecho a causar dolor”. “El señor Sánchez llegó al poder con la abstención de Bildu y hoy [por el jueves, primer día del debate de investidura en Navarra] consuma esa traición al consenso moral español”, subrayó.

La investidura de Chivite ha supuesto, a su juicio, un tributo “desolador y deplorable al mundo de ETA”. “Con esta investidura, el señor Sánchez anexiona Navarra a la indignidad de su proyecto político”, afirmó, antes de mencionar, uno a uno, los nombres de los nueve socialistas asesinados por la banda terrorista a lo largo de su historia, un gesto que molestó a los dirigentes del PSN, que durante años vivieron bajo la amenaza de ETA.

La continuidad de la Transición

Casado ya trató de apuntalar sus prioridades durante su intervención en la sesión de investidura fallida de Sánchez de la semana pasada. El líder del PP denunció entonces que el presidente en funciones “no haga nada para que la ilegalidad siga campando a sus anchas en Catalunya” y le dijo que allí “se está librando la continuidad del sistema de la Transición o la soberanía nacional, entre otras cuestiones”. 

“¿Cuándo está usted dispuesto a dialogar con los españoles y con los catalanes? ¿O es que solo dialoga con quienes incumplen la ley?, le preguntaba. A raíz de la polémica surgida después de que el nuevo portavoz del Senado, Javier Maroto, se empadronara in extremis en un pueblo de Segovia para poder ser designado senador autonómico, Casado consideró que Sánchez ”es igual de supremacista“ que los partidos independentistas ”¿Nos va a pedir el DNI, o los apellidos catalanes como hacen los independentistas?“ se preguntó el líder del PP.