El caso del grupo de policías acusados de favorecer a la mafia de Gao Ping a cambio de prebendas ha dado un giro inesperado en la antesala del juicio oral. La Audiencia Nacional ha aceptado el recurso de una de las defensas y ha retirado la imputación al inspector jefe de la Policía Nacional Miguel Ángel Gómez Gordo, para el que la Fiscalía Anticorrupción había solicitado un año de prisión y tres de suspensión por un delito de cohecho continuado.
La retirada de la condición de imputado al inspector jefe se produce en un momento inusual, después de que el juez instructor dictara auto de pase a procedimiento abreviado -equivalente al procesamiento- y Anticorrupción hubiera presentado su escrito de acusación. Y llega sin que hayan sido aportados a la causa nuevos indicios que exculpen al policía de los ya existentes sobre su relación con Yongping Wu Liu, alias Miguel el Calvo, uno de los máximos colaboradores del presunto jefe de la mafia china Gao Ping.
La Sala de lo Penal dice que cambia de opinión porque ha realizado “un análisis individualizado de los indicios existentes, a partir del examen detallado de las transcripciones telefónicas, a las que en su momento no se tuvo acceso”. Esta actuación “permite comprobar que no es cierto que el investigador exigiera al señor Yong Ping 4.000 euros cuando regresaba de un viaje oficial”, concluye.
Fuentes de la Fiscalía aseguran que la misma Sección que ahora se pronuncia, la Tercera, ha tenido acceso completo a la causa y que, en base al análisis de la misma, rectificó al juez instructor y ordenó volver imputar en noviembre a los ocho policías para los que Fernando Andreu había archivado el caso, incluido Gómez Gordo. El juez Andreu se apoyó, entre otros elementos, en un informe que el jefe de los policías anticorrupción elaboró en favor de Gómez Gordo, a costa incluso de contradecir a subordinados suyos que habían investigado al agente. Antes de que la Sala se pronunciara, el Ministerio del Interior inició los trámites para ascender a Gómez Gordo a inspector jefe.
En aquel auto, la Sección Tercera aseguraba que Anticorrupción había rebatido “uno por uno” los argumentos expuestos por Andreu para archivar el caso y que lo había hecho “de forma contundente y sin ambages”. El escrito de la Fiscalía, decían entonces los jueces, “revela la existencia de indicios racionales de estar ante hechos en apariencia delictivos, con regalos y/o gestiones realizadas por estos imputdos, siempre a favor de Yongping o sus familiares o allegados, o incluso cómo Gómez Gordo parece exigirle a Yongping 4.000 euros cuando este (el policía) regresaba de un viaje oficial desde Pekín”.
El ponente de aquel auto fue el presidente de la Sección Tercera, Alfonso Guevara. Formaron tribunal con él Carmen Lamela y Antonio Díaz Delgado. En el auto que ahora exculpa a Gómez Gordo repite Guevara, al que acompañan Fermin Echarri y Juan Pablo González. Este último es el que redacta la resolución. Juan Pablo González se acaba de incorporar a la Sala de lo Penal después de haber ocupado provisionalmente el puesto en el Juzgado de Instrucción número 3 que dejó Javier Gómez Bermúdez, destinado ahora en París.
La Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional propuso para el puesto vacante en la Sala de lo Penal a Juan Pablo González, por su experiencia como magistrado de enlace en la capital francesa y su paso, como interino, por el Juzgado número 3. Sin embargo, su incorporación ha sido objeto de polémica en el seno de la Audiencia Nacional. Antes de la propuesta, un grupo de magistrados de la propia Sala trasladaron al presidente del Tribunal, José Ramón Navarro, la inconveniencia de que González alcanzara la misma porque su trayectoria no acredita la experiencia necesaria, informan fuentes de la Audiencia Nacional.
El policía de Cospedal
El exculpado por González y los otros dos miembros de la Sección Tercera era jefe del Grupo V de la Brigada de Extranjería de Madrid cuando estalló la operación Emperador, en octubre de 2012. Miguel Ángel Gómez Gordo fue el único policía nacional detenido entonces y continuó, a pesar de la imputación, durante dos años al frente del mismo grupo, dedicado a combatir la delincuencia en los círculos chinos de la Comunidad de Madrid.
Su hermano es otro inspector jefe, Andrés Gómez Gordo, quien ha dejado la Policía de forma temporal en dos ocasiones, las dos para trabajar con el Partido Popular. La primera, en la Ciudad de la Justicia, el faraónico proyecto en el que el Gobierno de Esperanza Aguirre dilapidó 105 millones de euros. Con María Dolores de Cospedal fue nombrado director general de Documentación y Análisis aunque su ocupación fue la de jefe de seguridad de la presidenta castellano-manchega.
A los cinco meses de regresar a la Policía, Andrés Gómez Gordo fue condecorado con una medalla roja al mérito policial, esto es, remunerada. Su destino inmediato fue un puesto de responsabilidad en la UDEF, aunque rápidamente fue derivado a trabajar en la Dirección Adjunta Operativa (DAO) junto al comisario José Manuel Pérez Villarejo. Fuentes policiales aseguran que ahora hace de enlace entre la UDEF y la DAO y que colabora en las tareas de “inteligencia” de ésta última. Uno de los últimos trabajos de “inteligencia” de la DAO ha sido el informe sobre la supuesta financiación irregular de Podemos.
Anticorrupción cifra en más de 6.000 euros los regalos que recibió en especias el inspector jefe Miguel Ángel Gómez Gordo de Yong Ping. El chino regaló entradas al policía para el estadio Santiago Bernabéu en tres ocasiones. Asimismo, cambió un billete de turista que tenía el agente para volver de un viaje de trabajo a China por otro en primera clase que costeó de su bolsillo. El “análisis individualizado” que ahora realiza el magistrado González concluye, sin embargo, que “no es cierto que el investigador exigiera al señor Yong Ping 4.000 euros cuando regresaba de un viaje oficial”.
Wongping Liu, dice el juez, “efectuó gestiones para un cambio de la fecha prevista para el regreso del vuelo profesional a Pekín, e incluso realizó gestiones ante miembros de la compañía aérea para permitirle lo que se conoce como up grade, o cambio de clase sin coste adiconal, sin que nos conste que dichas gestiones dieran un resultado positivo”. De las invitaciones al palco del Bernabéu, el juez dice que fue solo una y que no consta que tampoco por ello recibiera el chino algo a cambio.
“En definitiva, no hay datos que permitan considerar que la relación que mantiene el recurrente con el señor Yong Ping Wu Liu, y que puede ser calificada como de amistad, haya implicado favorecimiento de las actividades u objetivos de la trama investigada ni tampoco actividad delictiva alguna (…) los favores (Yongping Wu Liu) a su amigo no parece que tengan relevancia o significación a efectos penales más allá de los usos y convenciones sociales”, añade el auto.
Los policías de la UDYCO encontraron el nombre de Gómez Gordo en un organigrama donde Gao Ping distribuía por ciudades y unidades policiales su contactos en las Fuerzas de Seguridad del Estado. El ciudadano chino que supuestamente le hizo regalos por valor de 6.000 euros, Yongping Wu Liu, está acusado de revelación de secretos, tráfico de influencias y cohecho en la pieza separada que investiga a los policías. Se enfrenta a nueve años de cárcel.
En una primera versión de esta información, en su penúltimo párrafo, aparecía en un parénteis la expresión “del policía” cuando debía aparecer “de Yongping Wu Liu”. Por tanto, la Sala de lo Penal concluye que los “favores” realizados son del ciudadano chino al policía y no al revés, como se daba a entender por error en la primera versión. Dicho error fue advertido en una solicitud de rectificación remitida a eldiario.es por don Miguel Ángel Gómez Gordo.
El policía defiende que la resolución por la que deja de estar imputado “se produce dentro de la legalidad en un momento procesal adecuado, por haberse dadeo un recurso de apelación en tiempo y forma y haberse resuelto éste por el órgano judicial competente”. A nada de esto alude la información citada, que se limita a calificar de “inusual” el momento en que se produce la exculpación.
El señor Gómez Gordo quiere que la información recoja “que en la resolución se tienen en cuenta nuevas conversaciones telefónicas aportadas por el recurrente en su recurso de Apelación, como así recoge el auto de la Sala”. En la información aludida ya se recoge en un lugar destacado -tercer párrafo- lo siguiente: “La Sala de lo Penal dice que cambia de opinión porque ha realizado 'un análisis individualizado de los indicios existentes, a partir del examen detallado de las transcripciones telefónicas, a las que en su momento no se tuvo acceso'. Esta actuación 'permite comprobar que no es cierto que el investigador exigiera al señor Yong Ping 4.000 euros cuando regresaba de un viaje oficial', concluye”.
El policía quiere que se refleje que la Sala de lo Penal ha establecido “que no queda acreditado que el chino regalase entradas al policía, ni que éste viajase en clase business, ni mucho menos que este viaje fuese costeado por don Yongping Wu Liu. Muy al contrario, no constan en la causa acreditados ninguno de estos extremos y así lo recoge la Sala en su auto”. Como se refleja en el párrafo anterior, la información ya reflejaba la afirmación del auto de la Sala en relación con el viaje desde China. En cuanto a la entradas al fútbol, la misma información ya dice: “De las invitaciones al palco del Bernabéu, el juez dice que fue solo una y que no consta que tampoco por ello recibiera el chino algo a cambio”.
A lo largo de la información, eldiario.es también recoge afirmaciones de la Fiscalía Anticorrupción en el escrito de acusación, como la que aparece en la página 25 del citado: “El Sr. Gómez recibe, en muy breve plazo (de abril a agosto de 2012), varios regalos que, de una manera prudente, se puede cifrar en aproximadamente 6.000 euros”. Más adelante, Anticorrupción especifica que 4.000 de esos 6.000 euros corresponden al billete de vuelta de China. Estas afirmaciones de la Fiscalía, como se concluye de la lectura de la información, fueron en su momento aceptados por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal y rechazadas posteriormente en el auto que da pie a la información.