La figura del líder de la oposición en el Congreso se ha convertido en objeto de debate en las semanas posteriores al 28A, después de que tanto el presidente del PP, Pablo Casado (con 66 escaños), como el de Ciudadanos, Albert Rivera (con 57), se hayan atribuido públicamente estas competencias.
En realidad, ninguno de los dos podría ocupar ese cargo de forma oficial porque no existe normativa parlamentaria que lo reconozca, aunque la práctica y costumbre en la Cámara Baja llevarán a Casado a ejercer como tal porque lidera el grupo con más escaños de la oposición.
En la noche del jueves, Rivera arrancó la campaña electoral de las autonómicas, municipales y europeas agradeciendo a sus votantes “la oportunidad de liderar la oposición en España”.
Rivera ha repetido este mantra desde que se conoció el ascenso de su partido el 28 de abril, cuando ya avanzó que “los líderes de la oposición van a ser los diputados de Cs”, ante los simpatizantes congregados frente a la sede del partido en la madrileña calle de Alcalá.
El PP reaccionó inmediatamente: su secretario general, Teodoro García Egea, se apresuró a aclarar en rueda de prensa el 29 de abril que desde ese día “y durante cuatro años, el líder de la oposición se llama Pablo Casado”.
El propio Casado salió a defender este lunes su autoridad (9 diputados más) para encabezar la bancada opositora en rueda de prensa tras reunirse con el presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez.
“No es que yo me lo arrogue o que alguien se lo quiera arrogar. Las cifras son las que son y hay normativa aprobada incluso en la prevalencia en actos institucionales y en el propio Reglamento del Congreso y el Senado, que delimita muy claramente el turno y el orden de intervención de los portavoces”, dijo.
DATOS: La figura del “líder de la oposición” no está regulada ni en el Reglamento del Congreso ni en ninguna otra norma parlamentaria, confirman a Efe fuentes de la Cámara Baja.
Es cierto, como afirma Casado, que el Reglamento del Congreso establece los turnos y el orden de intervención de los portavoces de los grupos en función de su número de escaños, lo que dará prevalencia al líder popular sobre cualquier otro portavoz en la oposición.
Además, la Cámara Baja tiene reservado un despacho para el jefe del grupo que, sin estar en el Gobierno, cuenta con mayor número de escaños, que en principio tendría derecho a utilizar Casado.
Pero no existe ninguna regulación parlamentaria que mencione específicamente al “líder de la oposición”.
A esta figura se alude únicamente en una resolución de la Mesa del Congreso de 1982, que asignó el título al entonces presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, durante el Gobierno del socialista Felipe González.
Sin embargo, fuentes parlamentarias aclaran a Efe que esta decisión “no sienta precedente” y se aprobó para regular una situación en un momento concreto, lo que no excluye que en el futuro la Mesa pueda volver a aprobar una resolución similar.
Fuera de la normativa parlamentaria, el único caso en el que la figura aparece en la legislación española es en el Real Decreto 2099/1983, que regula el orden de precedencia de las diferentes autoridades del Estado y sitúa al “Jefe de la Oposición” en la posición décimo quinta.
Por tanto, aunque el líder de la oposición sea un título convencional y no oficial, los usos y costumbres parlamentarios llevan a pensar que ese cargo simbólico lo ejercerá Casado, y no Rivera, cuando se constituya el Congreso, el 21 de mayo.
El título ha estado en disputa en varias ocasiones durante la democracia española.
En 1998, durante el Ejecutivo del PP de José María Aznar, el socialista Josep Borrell derrotó al entonces secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, en las primarias para designar al candidato a la Presidencia del Gobierno.
Aunque Almunia se mantuvo como máximo responsable del partido, Borrell fue designado portavoz en el Congreso y ejerció como líder de la oposición, aunque no fue reconocido oficialmente por su partido como tal hasta el Comité Federal del PSOE de noviembre de 1998.
El puesto también fue objeto de controversias en 2016, después de que una comisión gestora tomase las riendas del PSOE y Sánchez, hasta entonces secretario general, renunciara a su escaño.
En ausencia del mismo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se autoproclamó jefe de la oposición, aunque poseía 67 diputados, 17 menos que el PSOE, cuyo portavoz era Antonio Hernando. Incluso el entonces presidente Mariano Rajoy se dirigió a él como su principal rival durante el segundo debate de investidura, en el que el PSOE se abstuvo para facilitar el nombramiento del popular.
FUENTES:
- Gabinete de prensa del Congreso de los Diputados
- Reglamento del Congreso de los Diputados
- Real Decreto 2099/1983, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado.