A la espera de que el PP difunda quiénes serán los cabezas de lista por las diferentes provincias y los nombres que los acompañarán, hay un grupo de diputados que tiene muy difícil repetir. No es solo que tengan pocas posibilidades de ocupar puestos de salida segura, sino que varios han caído en desgracia ante Mariano Rajoy cuando no se han opuesto a él abiertamente. Entre ellos están algunos de los más vinculados a la FAES de José María Aznar.
Sabedores de que la mayoría absoluta de los actuales 186 escaños no se va a repetir, en el Gobierno y en el PP las cábalas se hacen sobre si es real la aspiración de obtener 150 diputados. Las últimas encuestas calculan para el PP un suelo de 120 y un techo de 140, aunque los conservadores tratan de difundir que la última cifra la alcanzarán sin problemas. En ese contexto, obtener un puesto alto está muy reñido para un sector tradicionalmente enfrentado a Rajoy.
Cayetana Álvarez de Toledo, diputada por Madrid, se sentó este miércoles en su escaño por última vez. La responsable del área internacional del think tank conservador, que se ha sentado en el hemiciclo durante los últimos siete años, ha mantenido su oposición al marianismo casi desde el principio de la legislatura. La discusión territorial y la respuesta al desafío independentista han sido la principal causa, pero su distancia no se ha debido solamente a este asunto. También en materia de política antiterrorista ha sido de las que ha criticado a la dirección del PP y al Gobierno.
La exjefa de gabinete de Ángel Acebes se adelantó a las intenciones de Rajoy de prescindir de ella al publicar en El Mundo una carta titulada “Anoche escribí al presidente”. En ella, la número 10 de la lista por Madrid comunicaba que no quería repetir con él porque no encontraba argumentos para defender su gestión. “En estos cuatro años de mayoría absoluta, la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido”, escribió. La campaña catalana del PP la calificaba de “errática”; la estrategia ante el 9N, de “inhibición que genera desamparo”.
Otra de las diputadas adscritas a la fundación, Pilar Marcos, confía en repetir. La experiodista de El País fue responsable de la editorial de FAES, Gota a Gota, y en 2011 ocupó el puesto número 25 en la lista por Madrid, aunque está en la cuerda floja según fuentes del grupo parlamentario. Parecido es el caso de Miguel Ángel Cortés, primero exsecretario de Estado de Cultura con Aznar y posteriormente de Cooperación Internacional, que actualmente es vocal del patronato de FAES. Diputado por Valladolid, sus intervenciones parlamentarias en los últimos cuatro años se han reducido a dos.
Gabriel Elorriaga es un caso especial a pesar de ser un aznarista. Secretario de Comunicación del PP en la oposición, director de la campaña de Rajoy en 2004 y anterior subdirector de gabinete de Aznar, se distanció públicamente de Rajoy en vísperas del congreso nacional del partido de 2008. Lo hizo también mediante una carta en El Mundo y pocas semanas antes del cónclave.
El diputado publicó entonces que Rajoy “no era capaz de ofrecer un liderazgo renovado, sólido e integrador”. El artículo provocó ampollas en el partido y entre los más marianistas, pero aun así, logró ir en las listas por Madrid en el puesto 16º. Pese a su distanciamiento ideológico de Rajoy, ha sido presidente de la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas.
Entre los logros de estos últimos años, sus compañeros de grupo destacan la importancia de haber sido ponente de la ley por la que se ha concedido la nacionalidad española a los sefardíes. Elorriaga ha declinado hacer ningún comentario sobre sus aspiraciones de repetir en la lista.