La escritora Cristina Morales (Granada, 1985) ha intercalado textos, sin citar la procedencia, de Ramiro Ledesma Ramos, cofundador de Falange y teórico del fascismo español, en su novela “Los combatientes”, de modo que críticos y reseñistas los han identificado como parte del ideario del movimiento 15M.
Cristina Morales ha dicho a Efe que ha introducido en su novela los textos de Ledesma Ramos, pertenecientes a su “Discurso a las juventudes de España” (1935), como “una trampa literaria”, pero que su intención no ha sido provocar equívocos, por más que le haya sorprendido que “hayan sido tantos, tan flagrantes y tan desvergonzados”.
Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, Morales conoció por sus estudios ese “Discurso” de Ledesma Ramos, del que ha dicho que contiene “algo de verdad, algo que sigue siendo activo y movilizador”.
Y ha añadido: “Diría que es un texto que tiene razón, sobre todo si se lo desvincula del contexto, que es el de 1935 y escrito por el fundador de las JONS” (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista)“.
“El texto de Ledesma encajaba en el mío; el mío tenía un hermano en ese texto, y, si escogí ese discurso y no otro, es porque en el artefacto literario de mi novela ése funcionaba mejor con los propósitos de mi novela”, ha explicado la autora.
El colmo, ha considerado Morales, fue en diciembre pasado, cuando al recoger el Premio Injuve, que otorga el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, le pidieron que en el acto oficial, al recoger el galardón, leyera uno de los párrafos de la novela que pertenece a Ledesma Ramos.
En ese momento, ha confesado, estuvo a punto de desvelar la autoría de esas palabras, pero pensó que eso correspondía a los críticos y a los lectores, lo que no ha sucedido hasta que un comentario anónimo en un suplemento cultural ha terminado desvelándolo.
Acerca de la posibilidad de que los equívocos hayan sido originados porque en la solapa de su novela se habla de “una asamblea de indignados” para referirse a los integrantes del grupo juvenil de teatro que protagoniza “Los combatientes”, Morales ha asegurado que la solapa es responsabilidad de la editorial, pero que en su novela no se menciona ni el 15M ni la palabra “indignados”.
“El lector que lee la novela, sin puntos de sutura, se desliza por un discurso radical, que está fuera de su tiempo y de su ideología, pero cae dentro de él, porque la retórica política del 15M no es muy distinta de la de hace ochenta años: los mismos epítetos, los mismos enaltecimientos”, ha señalado.
Morales ha asegurado que no pretende decir que “el 15M es parafascista”, sino que “parte de su discurso estaba ya inventado”.
La autora, no obstante, no comparte ninguna simpatía con el 15M, del que considera que “bajo una apariencia revolucionaria, no es sino pienso para el sistema”, integrado por jóvenes que “no quieren perder la comodidad, que son aspirantes a burgueses. Aunque es muy legítimo aspirar al piso y al coche, y no hay nada malo en eso”.
“De ahí a considerarlo una revolución que integra a todos los estamentos de la sociedad, hay mucha diferencia”, ha añadido.
La novela ha sido publicada por la editorial Caballo de Troya, nombre que parece cerrar el círculo de “la trampa literaria” de “Los combatientes”, cuyo título, en cierto modo, se debe a los que saltan a la comba.
El director de Caballo de Troya, Constantino Bértolo, ha dicho a Efe que era consciente de que la novela insertaba textos ajenos a la escritora, pero que desconocía su autoría.
Morales ha añadido que su novela también integra fragmentos de canciones y citas de otros autores, sin citar a ninguno, excepto a Antonio Tabucchi.
Alfredo Valenzuela.