Dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) viajarán a Colombia para participar en visitas técnicas de preparación de las zonas de concentración de la guerrilla previstas en el acuerdo sobre el fin del conflicto, informó hoy el equipo de paz del Gobierno.
“En desarrollo de los preparativos para el Fin del Conflicto, hemos acordado poner en marcha visitas técnicas para preparar las zonas veredales en las que se concentrarán las FARC y explicar a sus integrantes el contenido de los acuerdos y el paso a la vida civil”, explicó hoy el jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, en un comunicado divulgado en La Habana.
Según De La Calle, no se trata de una concesión a las FARC sino un “escenario necesario para preparar la implementación de los acuerdos de cese al fuego y dejación y para que los hombres y mujeres de las FARC conozcan los términos de lo que se acordó y solidifiquen una decisión colectiva de asegurar el cumplimiento de los acuerdos”.
“La presencia en los próximos días de dirigentes de las FARC en Colombia es también un paso hacía la terminación de la confrontación y el comienzo de la reintegración” de la guerrilla “a la política sin armas”, añade De la Calle.
En su declaración, que coincide con el cierre de la actual ronda de negociaciones en Cuba, el jefe de los negociadores del presidente Juan Manuel Santos también anuncia que un grupo de miembros de las FARC viajarán desde Colombia a La Habana para entrenarse como integrantes del mecanismo de verificación del proceso de paz.
Los guerrilleros recibirán en la isla preparación en las tareas que deberán cumplir como observadores del fin del conflicto colombiano, junto a representantes del Gobierno, la ONU y varios países de la región.
Además, el próximo 10 de julio comenzará en el municipio colombiano de Briceño, en el departamento de Antioquia, “un esfuerzo conjunto de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito”.
Este será “un primer paso en el proceso de superación de este grave problema”, señala De la Calle en su comunicado, que confirma además la presencia de integrantes del grupo insurgente en esa zona “para reafirmar por boca de uno de sus dirigentes su decisión de cooperar con el Estado en la superación de este flagelo”.
Durante el ciclo negociador que hoy finaliza, gobierno y guerrilla firmaron el pasado 23 de junio un histórico acuerdo sobre el mecanismo del cese el fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas y las garantías de seguridad, lo que según De la Calle marca el comienzo de la “fase del fin de la guerra”.
“Es un nuevo momento. Hay que acoplar la mente a esta nueva realidad. Llamo a los ciudadanos a hacerlo. A entender que la guerra va a terminar. También las instituciones deben pensar en clave de paz”, indica De la Calle.
El jefe de los negociadores gubernamentales celebró el apoyo internacional a ese pacto y resaltó el “extraordinario papel” del enviado de EEUU para los diálogos de paz, Bernie Aronson, a quien agradeció su “dedicación” y “paciencia en las largas conversaciones que sostiene con las delegaciones para facilitar los avances del proceso”.
Tras pactar las condiciones del fin del conflicto, las delegaciones de gobierno y guerrilla han seguido trabajando en La Habana para resolver temas pendientes antes de la firma del acuerdo definitivo de paz, cuya fecha aún no se ha anunciado.
Entre esos temas pendientes se incluyen los flecos de los otros cuatro puntos acordados desde que comenzaron las negociaciones (desarrollo rural, participación política, narcotráfico y víctimas) además del punto sobre implementación y refrendación del acuerdo de paz.
Ayer los negociadores del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron que terminaron de revisar asuntos pendientes en el punto de participación política, el segundo del programa de diálogo de La Habana, sede de las conversaciones de paz desde noviembre de 2012.