La federación andaluza, con Susana Díaz a la cabeza, han abandonado el congreso antes de que se produjera la votación que decidiría el futuro del PSOE. Los socialistas andaluces se han marchado del Palacio Municipal de Congresos tras la reunión de la presidenta con el secretario general al filo de las 23 horas.
El PSOE-A se ha borrado del congreso mientras la dirección negociaba con Juventudes Socialistas la polémica enmienda sobre la república. Han desaparecido. Los delegados andaluces, en su gran mayoría partidarios de Díaz, se han marchado a cenar al hotel.
“Estaba todo resuelto”, argumenta uno dirigente próximo a la presidenta andaluza. Sin embargo, quedaba una de las partes fundamentales del congreso del PSOE: el plenario. Al plenario es al órgano al que llegan las votaciones más polémicas, aquellas que superan un 20% de los votos en las comisiones pero no obtienen la mayoría absoluta. Era el caso, por ejemplo, de la república o los cambios en las listas electorales. El plenario acepta, además, los dictámenes que constituyen el proyecto del PSOE para los siguientes cuatro años.
“No creo que sea relevante”, dice ese mismo dirigente. Sánchez tenía mayoría en los delegados dado que se habían pactado en la mayoría de provincias conforme a los resultados en las primarias, donde obtuvo el 50% de los votos. “Hemos venido aquí a aplaudir”, lamentaba un dirigente 'susanista' este sábado por la mañana.
La sensación entre los perdedores de las primarias es de malestar absoluto ante la falta de integración del secretario general en su nueva Ejecutiva, a pesar de que Díaz y el resto de barones le dieron libertad para constituir su equipo. “No he pedido ninguna cuota”, admitía Díaz tras su reunión con Sánchez. A los barones, esta vez, la composición de la dirección les ha llegado hecha.