El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha hablado por primera vez este martes después de que el pasado jueves estallase la polémica en torno a las medidas antiabortistas de Castilla y León propuestas por Vox, entre las que se incluye el uso de ecografías 4D o la escucha del latido fetal. “Quien manda en una comunidad autónoma es su presidente”, ha dicho Feijóo en una entrevista en el programa 120 Minutos de Telemadrid, “y en el ámbito de la Sanidad, que es muy técnico, después del presidente es el consejero de Sanidad y los demás del Gobierno no tienen competencias para hablar de eso”, ha indicado en referencia a Vox.
“El Gobierno de Castilla y León no va a modificar el protocolo”, ha dicho Feijóo en base a las declaraciones este lunes de Alfonso Fernández Mañueco, “deben proteger a aquellas mujeres que quieran tener hijos y no deben coaccionar a las que quieran interrumpir su embarazo cuando están en los supuestos que la ley señala”, ha añadido.
Para el presidente del PP es “lamentable” que el Gobierno central haya enviado un requerimiento oficial al presidido por Mañueco pidiendo que se abstengan de aprobar medidas contra los derechos de las mujeres. “Es un requerimiento gaseoso”, ha expresado, porque está hecho “en base a un acto que no se ha producido”. “Cuando se pierde el respeto institucional en un país, entramos en una variante que me preocupa mucho más que esta falsa polémica”.
Feijóo ha calificado así de “comentarios de tertulia” que “no tienen ningún interés” las palabras de Vox sobre esta polémica en Castilla y León y, en consonancia a las palabras de otros miembros del PP, ha indicado que este es “un burdo intento de manipulación” del Gobierno que dirige Pedro Sánchez. “Este debate está clarísimo que le viene bien al Gobierno, porque intenta confundir a la gente”, ha añadido, para posteriormente opinar que “cree” que Vox se equivoca con sus argumentos.
Al margen de la polémica en Castilla y León y preguntado sobre las modificaciones que haría en la ley del aborto si llegase a gobernar, Feijóo ha indicado que la “discrepancia sustancial” que tiene el partido que preside respecto a la actual Ley del aborto es “que las menores que no pueden tomar decisiones sin el consentimiento de sus padres, no deben de tener esa capacidad de decidir interrumpir un embarazo”. Así, el líder de la oposición ha expresado que también podría darse la situación contraria y que las jóvenes quieran tener a su hijo y sus progenitores les pidan que aborten. En ese caso, el presidente del PP apuesta por que “las niñas puedan tener el hijo aunque sus padres se opongan”.