Feijóo, Luis Zahera y su relación “casi fraternal”
De nuevo martilleando la idea de su templanza política, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha declarado esta noche en Madrid que “la gente puede tener amigos que no le voten”. La frase venía a cuento del homenaje al actor Luis Zahera, reciente ganador del Goya al mejor actor de reparto, reconocido como “gallego del año” por el Club de Periodistas Gallegos de Madrid. La asociación, fundada en 1984 ha celebrado en sus 39 años de discontinua historia a Camilo José Cela, la fábrica de Citroën de Vigo, Inditex, al gaitero Carlos Núñez o al Deportivo da Coruña, no así al Celta. Zahera y Feijóo tienen una relación “casi fraternal”, según dijo el político, que cantó las virtudes del actor.
El vínculo entre los dos personajes públicos remite en Galicia al vídeo navideño que ambos protagonizaron en 2019, a cuenta del supuesto parecido físico que los une. En la felicitación, informalpero institucional, Feijóo se quejaba de que había quien lo llamase “facha” y quien lo llamase “rojo peligroso”, cuando él solo pensaba en el buen gobierno. Para entonces llevaba ya tres mayorías absolutas en Galicia y se preparaba para las elecciones que le dieron la cuarta, muy marcadas por la COVID-19.
El líder popular vuelve a tener unos comicios en el horizonte, y en ese contexto se presentó en el café Varela de Madrid, donde ya lo esperaban el actor y una cincuentena de comensales, que probaban el vino con el estómago vacío. El acto empezó con una actuación de guitarra y violín, que interpretaron un popurrí de composiciones musicales relacionadas con el cine, entre ellas la melodía de Parque Jurásico.
Después intervino la presidenta de la sociedad, Pilar Falcón, que comparó el oficio de periodista con el de actor. “Ambos nos enriquecemos de otras vidas”, dijo. En seguida subió Feijóo, que empezó en gallego –se oyó poco la lengua cooficial en el salón– y volvió, pese a sus 13 años como presidente de la Xunta, a trabarse con la colocación de los pronombres con respecto a los verbos. “Últimamente no lo hablo mucho”, bromeó, y siguió con las chanzas. Así, visto que Zahera ha ganado su segundo Goya cuatro años después del primero, se parece en cierto modo, quiso hacer ver Feijóo, a un político como él, que ganaba elecciones con la misma periodicidad. Luego lo alabó por haber participado en aquel vídeo navideño, pues “tenía sus riesgos”.
“No solo es bueno sino que hace mejores a los demás” y además “es un tío conciliador”, se entiende que al igual que él. Se despidió diciendo que iba a continuar siendo “su amigo en la clandestinidad” y defendiendo que se puede, e incluso es recomendable, tener amigos de distinta política. Antes había aclarado que Zahera no lo había votado y no cuenta con que lo haga en el futuro; da igual: lo importante es la amistad.
Zahera, que se había pasado el rato estrechando manos, posando en fotos y sonriendo, se acercó por fin al atril para abreviar: “Estoy muy contento; muchas gracias y a cenar, que ya habló bastante este hombre”.
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