ANÁLISIS

Feijóo ya no es “don Alberto” para la derecha mediática

28 de octubre de 2022 22:29 h

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Hubo un período, corto, en que el líder del PP fue “don Alberto” para Federico Jiménez Losantos. El partido estaba urdiendo con algunos apoyos externos el magnicidio de su anterior presidente, Pablo Casado, y el locutor estrella de la derecha más a la derecha del PP se había ido a Galicia a ver al más barón de los barones. La escena la presidía un logo gigante del Xacobeo que patrocinaba el bolo de Es Radio con entrevista al presidente de la Xunta y público en directo. Aquel viernes 18 de febrero, a la vera del mar, las caricias de Losantos a Feijóo fueron de este tenor: “Se le está poniendo cara de presidente” [...] “es el único referente del PP”, [...] “mucha gente lo quiere de líder nacional ahora y de presidente del Gobierno dentro de dos años”. 

Ante tales arrumacos, el presidente de la Xunta se dejaba querer. A esa hora, Casado, casi de cuerpo presente ya, intentaba defender sin mucho éxito ante Carlos Herrera, otra de las biblias para la derecha española, la gravedad de las comisiones de casi 300.000 euros que cobró el hermano de Isabel Díaz Ayuso por contratos que el Gobierno de la Comunidad había dado a un amigo de la familia para comprar mascarillas en lo peor de la pandemia. Pero la suerte estaba echada. Feijóo, Díaz Ayuso y Moreno Bonilla habían bajado el pulgar y los editoriales de la prensa más cercana al PP hicieron el resto el fin de semana. Hubo incluso una de esas manifestaciones que quienes las promueven definen después como “espontáneas” ante la sede del partido en Génova 13 para exigir la caída del líder. El resto de la historia es conocida. 

Lo de febrero fue un episodio puntual en la relación de Losantos y Feijóo que no había sido siempre así: Losantos tiene apenas 50.000 oyentes entre los 2,7 millones de habitantes de Galicia y durante años el entonces presidente de la Xunta, mucho más atento a tener contenta a la prensa regional, nunca hizo mucho caso a sus homilías. Por no seguir estrictamente la línea que fijaba el locutor a algunos de sus compañeros de partido desde una emisora que él consideraba residual, Feijóo había tenido que escuchar en su despacho del Gobierno gallego frases como estas de Losantos: “¿De qué escombrera intelectual ha sacado Mariano a su líder en Galicia?”. 

De aquel tono de Losantos se había pasado directamente al “don Alberto” cuando el PP y algunos actores externos fraguaban la decapitación de su líder. Pero la luna de miel de la era post-Casado ha durado poco. En cuanto Feijóo ha amagado con dejar de bloquear el Poder Judicial, caducado durante casi cuatro años, y cumplir con su función constitucional, la derecha mediática, con Losantos a la cabeza, ha dicho basta. Con esos titulares y editoriales que a veces se parecen más a cabezas de caballo que a argumentos periodísticos, le han dicho que ni agua a Sánchez, un presidente que cierta prensa madrileña consideró ilegítimo no solo tras la moción de censura que lo situó en Moncloa, también después de ganar dos elecciones y revalidar el Gobierno.  

Las mismas portadas que habían pedido en febrero la cabellera de Casado avisaron a Feijóo este jueves, cuando estaba a punto de cerrarse el acuerdo para acabar con cuatro años de bloqueo del PP al Consejo General del Poder Judicial. En la víspera de que se oficializase el pacto, El Mundo abría el periódico con el siguiente titular: “El PP teme la reacción de la derecha política, judicial y mediática”. Si hay que entender que la derecha política es el propio PP y la judicial es la que ocupa desde hace cuatro años de manera irregular el órgano de gobierno de los jueces, quedaba la intriga de ver cómo iba a reaccionar la derecha mediática. Y para eso, solo había que pasar cuatro o cinco páginas del periódico El Mundo, que en su editorial, cerraba el círculo de su titular de portada. Avisaba así a Feijóo:  

“El propio partido parece ser consciente de que su acuerdo, ya muy avanzado, puede que no alcance las expectativas de todo su espacio de opinión pública. Así se entiende su temor a la reacción de «la derecha política, judicial y mediática» o su afirmación de que «rechazar cualquier acuerdo con Pedro Sánchez bajo el argumento de que no es de fiar» es «trumpismo puro»”. 

Por si quedaban dudas, el editorial remataba: “No hay negociación si solo cede la oposición. No habrá lección aprendida si el resultado es una «desjudicialización» que facilite la agenda desleal de los socios del Gobierno”.

Todavía menos sutil fue esa misma mañana Federico Jiménez Losantos, quien directamente llegó a advertir a Feijóo de que podría correr la misma suerte que Casado. El locutor de Esradio se permitió decirle al líder del PP que fue Isabel Díaz Ayuso quien había salvado el partido y  para qué se le había traído a él desde Galicia. Han pasado apenas ocho meses desde que aquel “Don Alberto” patrocinado por el Xacobeo desde Sanxenxo y el mismo locutor desde los mismos micrófonos advertía al líder del PP este jueves: “¿Qué sabe Cuca [Gamarra, actual portavoz parlamentaria del PP], qué sabe Teodoro [García Egea, anterior secretario general y todavía diputado en el Congreso] para no echarlos, que es lo que tenías que hacer? Pero si fueron los sicarios de Casado que prácticamente se había cargado ya al Partido Popular. Porque si realmente le sale bien la operación [a Casado] y se cargan a Ayuso, si Ayuso se amilana o se deprime o dice ‘ahí os quedáis con el partido y ahí os den a todos por lo más oscuro, y ahí os quedáis, payasos’, se va el Partido Popular a freír espárragos, desaparece. El Partido Popular aguanta porque aguantó Ayuso y parece que Feijóo no ha entendido, se le trajo para que no repitiese lo de Casado, y está haciendo lo mismo, empezando por mantener a Cuca haciendo el canelo de portavoz en el Congreso. [...] Todo es culpa de Feijóo, yo no quiero tocar nada, yo no me muevo, yo heredaré, qué va a heredar, a este paso no heredas”.

Con ese panorama, el mismo Feijóo que había asegurado a los suyos que no iba a ceder ante la presiones del ala más radical del partido, plegó velas y volvió a congelar el acuerdo. La enésima coartada del PP apela ahora a la negociación del PSOE con ERC para reformar el delito de sedición, por el que fueron condenados los principales dirigentes independentistas, y rebajar sus penas. El propio diario El Mundo había publicado esta semana que esa negociación paralela no iba a influir en la posición de Feijóo y la renovación del Poder Judicial. No fue así. Feijóo mandó parar. No solo la renovación del órgano de Gobierno de los jueces, anunció que no habrá más negociación con el PSOE en la legislatura. 

Y unas horas después, desde la sede de la Comunidad de Madrid se filtraba que el volantazo se fraguó tras una conversación de Feijóo con la presidenta regional. A su equipo le faltó salir con un megáfono a la Puerta del Sol para airear a los cuatro vientos que es Ayuso (y el coro mediático que la jalea) quien ha fijado la posición del PP en los debates importantes. Durante todo el viernes, el equipo de prensa del presidente popular se esforzó en destacar que Feijóo escuchó no solo a Ayuso sino a otros dirigentes del partido

Núñez Feijóo ha dejado de ser “don Alberto” para la derecha mediática. E Isabel Díaz Ayuso vuelve a torcerle la mano a un presidente del PP. La pregunta que queda por responder es si puesto que va a ser Ayuso quien fije las políticas del PP, primero en las bajadas de impuestos y luego para bloquear el Poder Judicial, ¿para qué necesitan el partido y sus votantes a Alberto Núñez Feijóo?