El candidato del PP en las generales del 23 de julio, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado este lunes en Barcelona algunas de sus propuestas electorales, especialmente en materia económica. Ante los representantes de la patronal catalana, y en un espacio cedido por la empresa Seat, Feijóo ha prometido muchas rebajas fiscales, sin concretar, prolongar la vida de las centrales nucleares o introducir la mochila austriaca como sistema de financiación del desempleo y las pensiones. Pero también se ha comprometido a derogar la ley de vivienda y a promover una unidad policial especial dedicada a las ocupaciones.
En su discurso Feijóo ha puesto al mismo nivel a los fondos buitre con cualquier persona que se compra un piso. “Nada ahuyenta más a los inversores, sea un fondo que quiere construir 1.000 viviendas o una persona que quiere invertir sus ahorros para que sea un apoyo a su renta familiar o mensual” que “la ocupación ilegal”. Un término, el de ocupación ilegal que Feijóo usa de forma habitual para distinguirlo de una hipotética ocupación legal.
“Es un problema que no podemos pasar por alto”, ha dicho, pese a que las estadísticas oficiales indican que en España este no es un problema. “Las leyes procesales deben buscar el sistema para que la ocupación ilegal sea desalojada en 24 horas”, ha proseguido, también pese a que los propios jueces dicen que “da igual que pasen 48 horas, 40 días o 200, se puede echar a un okupa de manera inmediata”.
Feijóo no ha indicado qué reforma legal planteará. Pero sí ha dicho que “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben tener fuerzas especializadas en la lucha contra la ocupación ilegal”.
Las primeras líneas del programa económico del PP, que se está preparando al margen de los órganos del partido, han abundado en cuestiones que la derecha ha promovido históricamente: bajar impuestos, reducir los derechos laborales y privatizar servicios sociales como el paro o las pensiones.
Bajada de impuestos y desmontar la reforma laboral
Feijóo no se ha movido un ápice de estos paradigmas neoliberales de capa caída en Europa. El líder del PP ha prometido destinar parte de los fondos europeos a
“un programa de incentivos fiscales”, es decir, a bajar impuestos a las empresas. También ha planteado un “nuevo régimen fiscal” para nuevos residentes en España, con la idea de que millonarios de otros países trasladen su residencia para pagar menos impuestos, tal y como hace Andorra por ejemplo con deportistas, cantantes o youtubers españoles.
A esto se añadiría una bajada de impuestos también “para inversiones y empresas emergentes para convertir a España en un destino preferente para la inversión extranjera”.
Feijóo ha insistido en que “la economía se ha estancado”, pese a los datos que evidencian lo contrario. Al líder del PP no le ha quedado más remedio que reconocer que España ha “recuperado el PIB de 2019”, tras el desplome provocado por la pandemia y la posterior guerra en Ucrania. En su opinión, esto prueba que “llevamos cinco años con la economía estancada”.
“Más impuestos, más deuda y más déficit, comprenderán que esto no va bien”, ha planteado en un discurso sin ninguna réplica. Pero el peso de la deuda española sobre el PIB cae en España de forma continua desde 2020, los nuevos impuestos (desde el de los envases de plástico a los especiales por los beneficios caídos del cielo a energéticas y banca) han sido promovidos por la Unión Europea, y el nivel de gasto público español es menor del que permite la propia Comisión Europea.
Feijóo también ha arremetido contra la subida del euribor, que ha provocado un incremento de las hipotecas de 300 euros de media. Pero en este caso al líder del PP se le ha olvidado mencionar a los grandes beneficiados, la banca, y al Banco Central Europeo, organismo que fija el precio del dinero y en una de cuyas vicepresidencias se sienta Luis de Guindos, exgurú económico del PP.
Hacia De Guindos ha tenido un guiño cuando ha señalado como positivo el rescate bancario que, precisamente, negoció y aplicó el entonces ministro de Economía de Mariano Rajoy. Aquel rescate bancario costó a los españoles 75.000 millones de euros que la banca no ha devuelto. Según Feijóo, “no todo son factores negativos”.
El líder del PP también ha recuperado una idea clásica de la derecha económica: la mochila austriaca. Un sistema de cuentas individuales de capitalización en el que el trabajador acumula fondos en una especie de hucha de cara a un posible despido o para su futura jubilación. Eso sí, Feijóo se ha esforzado en no pronunciar el nombre de la medida, que ya ha sido rechazado en España en anteriores ocasiones y que por ejemplo Pedro Sánchez llegó a asumir en 2016 dentro del programa de gobierno que pactó con Ciudadanos y que Podemos rechazó.
Feijóo ha planteado un “marco fiscal y laboral” nuevo que haga a España un país “atractivo” para que se instalen a vivir “residentes con talento y capacidad económica”. El líder del PP, que ha dicho falsamente que en Europa hay “pleno empleo”, ha señalado que una de las reformas que plantea es introducir “herramientas de flexibilidad” con “cuentas individuales para los trabajadores, portables, que puedan usar ante diversas contingencias de su vida laboral”. Un “mecanismo que va a mejorar la protección y va a eliminar barreras a los cambios de empleo voluntarios a los trabajadores de mayor edad”, ha concluido.
Durante el debate parlamentario de la reforma laboral, en 2022, la hoy secretaria general y coordinadora del programa del PP, Cuca Gamarra, prometió “derogar” la nueva norma (algo que podría provocar sanciones de Bruselas). Gamarra zanjó: “Pronto el PP, con una mayoría absoluta, tomará las riendas e implantará la mochila austriaca”.
Feijóo también ha prometido detener el calendario de desmantelamiento de las centrales nucleares españolas y prolongar su vida. Lo ha dicho en el mismo acto en el que ha prometido “ser una potencia mundial” en “energías limpias”.
“Tenemos capacidad para producir energía más barata que el resto”, ha planteado Feijóo. “Hagámoslo”, ha interpelado, para inmediatamente asegurar que “la transición energética no pasa por cambios abruptos y repentinos, sino por un periodo de acomodación paulatina, con determinación para llegar” por “un camino adecuado”.
Así, Feijóo ha planteado “revertir el desmantelamiento previsto” de las centrales nucleares españolas, “y la prolongación” de su vida útil. “No podemos desenchufar el 21% de la energía sin tener un 21% susceptible de funcionar con renovable”, ha dicho. “Si lo hacemos, el precio subirá de forma exponencial y no seremos una potencia energética ni podremos traer industria ni retener la que tenemos”, ha concluido.