El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reclamado este martes al rey que le designe para intentar la investidura como presidente del Gobierno. Así lo ha asegurado en una rueda de prensa en el Congreso tras cerrar la ronda de contactos con representantes de los grupos parlamentarios del jefe del Estado en el Palacio de la Zarzuela. “Quiero anunciar mi disposición a ser candidato a la investidura como presidente del Gobierno si así lo considera” el rey, ha dicho Feijóo.
El líder del PP tiene asegurados 172, después de que Vox no haya cumplido la amenaza de retirarle su apoyo tras dejarles fuera de la Mesa del Congreso la semana pasada. Sánchez, por su parte, solo puede confirmar 152 votos favorables de momento, ya que ERC, Junts, EH Bildu y el BNG no han acudido a la cita con el jefe del Estado.
El PNV sí, pero no han revelado el sentido de su voto. Lo que sí han dejado claro los vascos es que no tienen intención de apoyar a Feijóo mientras eso suponga unir sus votos a los de Vox.
Al partido de extrema derecha le ha dedicado Feijóo unas palabras de “agradecimiento” por darle su apoyo “sin exigencias” y ha asegurado que mantendrá “la relación de colaboración” con los de Santiago Abascal “porque habremos sido coherentes con la voluntad expresada por 11 millones de personas” en las urnas. Con ellos, ha añadido, el PP tiene “una relación de normalidad democrática en el objetivo de defender la nación y proteger la Constitución”.
Sobre Vox, cuyo presidente ha reclamado esta mañana una declaración pública de “respeto”, Feijóo ha asegurado: “Puede haber discrepancias y malos entendidos. Hablé con el señor Abascal, y hemos aclarado los malos entendidos y hemos valorado las discrepancias. Creo que el señor Abascal ha manifestado su posición”.
Feijóo tiene así 172 votos seguros, a cuatro de la mayoría absoluta que le garantizaría la investidura. Pero suma más en contra: 178. Frente a los 11 millones de votos de los que presume, los 12,4 que han mostrado su rechazo a darle su voto.
Él mismo ha reconocido en su comparecencia ante la prensa que “no tiene garantizado” ser investido presidente aunque el rey le mandate para ello. Pese a ello, Feijóo ha sostenido que como “ganador elecciones” tiene derecho a intentarlo, una “condición inexcusable que debería mantenerse” siempre, ha añadido.
“Cumplo con mi deber, consciente de las dificultades que entraña el logro de una investidura. Ningún partido dispone de mayoría absoluta”, ha apuntado. Pese a ello, ha añadido, “los españoles merecen conocer en la sede de la soberanía la propuesta de la formación más votada en las urnas”. “Estamos a tan solo cuatro diputados. El PSOE está a la distancia de una amnistía, un referéndum y de oficializar la desigualdad entre los españoles”, ha dicho.
Esos 178 votos son el objetivo de Sánchez y, aunque no los consiga para él, en teoría no serán para Feijóo, por lo que el gallego no podrá ser investido presidente en primera ni en segunda vuelta, cuando es suficiente la mayoría simple: salvo cambios, tendrá más 'noes' que 'síes'.
Plazos en el aire
Feijóo ha sostenido que, en caso de que el rey lo designe, iniciará las negociaciones con los grupos que no le han dado su respaldo a partir del lunes, lo que aleja la posibilidad de que la sesión de investidura se celebre la próxima semana. Los grupos parlamentarios no se constituirán oficialmente hasta el viernes, y el plazo puede incluso alargarse por decisión de una Mesa que controlan PSOE y Sumar.
En ese caso, y para evitar que una posible repetición electoral caiga en plenas navidades, la investidura podría retrasarse hasta finales de septiembre o principios de octubre.
El líder del PP ha sostenido que la elección de las fechas es competencia de Francina Armengol, quien se ha desplazado al Palacio de la Zarzuela para ser informada por el jefe del Estado de una decisión que se conocerá a lo largo de la tarde.