Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba han reaparecido juntos el mismo día en que arranca la campaña de las autonómicas y municipales del 24 de mayo. El expresidente del Gobierno ha analizado el escenario que se ha abierto en España ante lo que denomina una “pulsión de cambio” y ha pronosticado un Parlamento a la “italiana” en el que cuatro partidos van a repartirse los cuatro primeros puestos. Ante ese escenario, el exdirigente ha descartado una gran coalición entre PP y PSOE porque considera que no se dan las circunstancias y beneficiaría a Podemos y Ciudadanos.
Para el expresidente está claro que a partir de ahora PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos conseguirán entre el 15 y el 30% de los votos en las contiendas electorales. Tanto él como Rubalcaba creen que PP y socialistas pelearán por la primera y la segunda posición mientras que los de Albert Rivera y Pablo Iglesias lo harán por la tercera y la cuarta. “Esto de la política puede acabar como la Liga, con dos equipos luchando por el primer puesto y otros dos por el tercero. Parece que es lo que va a pasar”, ha expresado Rubalcaba en la presentación.
Ante ese escenario, González ha descartado una “gran coalición entre PP y PSOE” que sí defendió hace un año despertando “irritación” en la dirección socialista. Para el expresidente ahora no se dan las circunstancias porque los dos partidos ya no suman. “Sería una pequeña coalición”, ha dicho. Además, considera que un acuerdo de esas características conllevaría ceder ante Ciudadanos y Podemos porque se convertirían en la alternativa.
Ambos exdirigentes han coincidido en que PP y PSOE estarán arriba de la tabla mientras que Ciudadanos y Podemos se disputarán el tercer y cuarto puestos. El expresidente se ha mostrado condescendiente con las dos formaciones “emergentes”, a quienes ha dicho que hay que “perdonar” cuando hagan ciertas propuestas, a su juicio, inalcanzables por ser consecuencia de su inexperiencia.
González ha pronosticado un “arco político a la italiana” para el que “faltarán italianos para gestionarlo”, según ha expresado en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. A pesar de la previsible atomización del voto, González ha dicho que los ciudadanos no deben tener “miedo” a votar mientras que son los partidos los que están condenados a entenderse, “dialogar y llegar a pactos”.
Además, ha pedido tener tolerancia con las propuestas de los nuevos partidos por no tener experiencia de gestión: “Como no se han estrenado tienen un margen que no hay que tomarles muy en cuenta”, ha señalado. Aún así, González les ha recriminado la actitud que mantienen en Andalucía, donde no pretenden favorecer la investidura de Susana Díaz. “Los emergentes dicen: 'No, no, palabras no; hechos'. Cuando los hechos son lo contrario a la investidura”, ha expresado González, para quien las actuaciones llegan tras el nombramiento. “Es mucho mas difícil pedirles que pierdan la virginidad y que decidan”, ha apostillado.
Según el exdirigente socialista, en el “fin de ciclo hay dos actitudes”: una “liquidacionista”, que pretende “cambiar el régimen para entendernos que es el único que nos ha permitido convivir”; y “otra inmovilista, que incita al miedo”. González sostiene que ninguna de esas alternativas es válida y ha apelado a una “reforma necesaria urgente para ganar un espacio para los próximos años”.
Chaves y Griñán “no se han llevado dinero”
El cambio que ha defendido con mayor énfasis es la reforma electoral para desbloquear las listas de manera que cada ciudadano pueda votar por los aspirantes que prefiera y eliminar a aquellos que no le convenzan. De hecho, se ha mostrado más favorable a esa medida que a las primarias para elegir al cabeza de lista. “Me parece más importante empoderar a los ciudadanos cambiando el sistema electoral que el sistema para elegir al candidato”, ha respondido.
En clave interna, ha reiterado que el partido debe dar el apoyo al secretario general como “cultura democrática” y ha asegurado que la presidenta andaluza “respeta” igualmente a Pedro Sánchez. No obstante, ha descartado apoyar públicamente a un aspirante socialista a La Moncloa: “No quiero perjudicar al que prefiero”, ha ironizado.
El expresidente ha vuelto a defender la inocencia de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. “Imaginemos que Chaves y Griñán se ha equivocado, cosa que no creo, pero no se han enriquecido”, ha señalado. “Todos los ciudadanos piensan que son tan golfos com los que se han llevado dinero del país”, ha continuado. Para González se están “banalizando las cosas”. “Si el alcalde de Bilbao viene a Madrid y se queda en este hotel (Palace de Madrid) comete el mismo pecado que el que se queda dinero”, ha puesto como ejemplo.
“Mejor tres culpables en la calle que un inocente machacado”
Ese mismo tono es el que ha utilizado para referirse a la revelación de eldiario.es sobre los papeles de Naseiro y la confirmación de que el PP se financió ilegalmente desde su fundación. “Sería incapaz de emitir un juicio que seria solo un juicio de valor -ha respondido-. Yo no creo en la justicia ejemplar creo en la justicia justa”. “Creo en la presunción de inocencia en vez de en la presunción de culpabilidad. Siempre será mejor que haya tres culpables en la calle que un inocente en la cárcel o machacado”, ha añadido. El exidirigente ha recordado el caso Naseiro y ha admitido que las grabaciones en las que hablaba de la financiación del partido -y que el Supremo descartó como pruebas- eran “tremendas”.
También se ha pronunciado sobre la labor de defensa que pretende desempeñar en los próximos días durante el juicio al opositor venezolano Leopoldo López, pese a que Venezuela le ha declarado persona non grata. González ha reconocido que se trata de un “panorama incierto” porque no sabe si le dejarán entrar en el país latinoamericano, aunque se ha mostrado dispuesto a viajar el próximo día 17.
“Cada vez que he hablado he propuesto más bien un clima de diálogo que de confrontación”, ha dicho. “No voy a montar ningún escándalo”, ha añadido. González ha defendido su decisión de defender judicialmente a los opositores, pese a que tengan ideas conservadores. “No estoy evaluando lo que piensan. Las convicciones democráticas empiezan por defender su derecho a expresar convicciones y a representar a los ciudadanos, aunque no piensen como uno”, ha zanjado.