El rey, Felipe VI, ha agradecido el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante la pandemia, ha evitado cualquier alusión expresa a la carta que un grupo de militares retirados le envió hace unas semanas alertándole sobre la supuesta “aniquilación de la democracia” que según ellos estaría llevando a cabo el actual Gobierno y se ha limitado a subrayar durante su discurso en la Pascua Militar que es la Constitución en nuestro país la que “reconoce las libertades y los derechos y consagra los valores y el orden democráticos y también los deberes” que obligan a “todos”.
El contexto que rodeaba este año a la ceremonia castrense que conmemora cada 6 de enero la toma de Menorca por la armada franco-española a las tropas británicas en 1782, es muy distinto al de anteriores ediciones. En las últimas semanas un grupo de militares retirados habían enviado una carta al rey que replicaba el discurso de Vox y le advertía sobre la “aniquilación de la democracia” que en opinión de los firmantes está llevando a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez. Los impulsores del manifiesto habían lamentado en grupos de WhatsApp que el golpe de Estado del 36 no pueda repetirse.
El rey, que en su día no respondió a la carta ni se refirió a ella en el discurso de Nochebuena, se ha limitado a defender este 6 de enero la Constitución como el marco de convivencia que rige para todos los españoles. “La Constitución es el camino libre y democráticamente decidido por el pueblo español. Todos estamos incondicionalmente comprometidos con ella porque es el origen de la legitimidad de todos los poderes y de todas las instituciones del Estado; una legitimidad que se renueva cada día respetándola y observándola”, ha dicho Felipe VI.
Antes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, había sido más tajante y ha subrayado que nadie tiene derecho a perjudicar el “inmenso prestigio de los Ejércitos”. Ha calificado a los impulsores de esos manifiestos como “una insignificante minoría que no merece publicidad y que cuestiona irresponsablemente las bases de la convivencia con sus delirios y total alejamiento de los valores castrenses”.
Tanto el rey como la ministra de Defensa han glosado la labor que las Fuerzas de Seguridad del Estado han llevado a cabo para combatir la pandemia, tanto en la desinfección de las residencias como en las tareas de rastreo y las distintas operaciones que han implicado al Ejército frente a la crisis del coronavirus.
“La sociedad española os ha sentido muy cerca y tiene plena confianza en vuestra capacidad, profesionalidad y entusiasmo”, ha dicho Felipe VI, quien ha vuelto a destacar la labor del Ejército en sus misiones internacionales y ha felicitado a la Legión que cumple su primer centenario y que ha definido como “una fuerza militar que atesora historia, tradiciones muy arraigadas y un enorme prestigio” y que “hoy está a la vanguardia de la innovación”.
Al acto ha acudido por tercer año consecutivo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska.
Felipe VI, como suele ser habitual en sus discursos de cada seis de enero, centró su intervención en los retos que afrontan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: “Los hombres y mujeres que integran las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil y el CNI, han demostrado ser lo más valioso de nuestra Defensa. A su permanente generosidad y a sus sacrificios tenemos que corresponder, atendiendo de forma prioritaria a su preparación, a los medios y recursos que requiere el cumplimiento de sus misiones, y valorando debidamente las responsabilidades y exigencias que caracterizan la carrera militar”.
El rey ha evitado referirse a ningún otro asunto mientras en el entorno de la Casa Real se disparan las especulaciones sobre el regreso de su padre, Juan Carlos I, que en los últimos días ha aparecido en fotografías en un puerto deportivo de Emiratos Árabes, recibiendo la ayuda de sus escoltas para caminar. Todo en medio de una grave crisis de la monarquía derivada de los escándalos protagonizados por el anterior monarca, Juan Carlos I, que se exilió a Emiratos Árabes este año para poner tierra de por medio ante la sucesión de noticias relacionadas con sus movimientos de dinero oculto al fisco. Hace ahora un mes el anterior jefe del Estado se vio obligado a realizar una regularización fiscal y pagar cerca de 700.000 euros para saldar el impuesto de donaciones a la Comunidad de Madrid después de que elDiario.es adelantara que la Fiscalía investiga cuentas de gastos abonadas por un empresario mexicano en la etapa en la que ya no goza de inmunidad tras haber dejado el trono. Es una más de las tres líneas de investigación abierta en el ministerio público sobre las finanzas del rey emérito.
En el discurso del pasado año, que tuvo lugar en vísperas de la sesión de investidura de Pedro Sánchez, el escenario había sido completamente distinto: a las puertas de la sesión de investidura de Pedro Sánchez, Felipe VI había evitado referirse a la situación política y dedicado parte de su intervención a agradecer la labor de los militares en los incendios y las inundaciones que se habían producido meses antes.