La sanitaria que interviene en el homenaje a las víctimas de la pandemia exige a los poderes públicos “que defiendan la sanidad de todos”

Iñigo Aduriz

16 de julio de 2020 09:47 h

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Aroa López, la enfermera catalana jefa de Urgencias del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona que ha intervenido este jueves en el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus que ha tenido lugar en el Palacio Real de Madrid, ha pedido a los ciudadanos que “no se olviden” de la tragedia de la pandemia “respetando las recomendaciones sanitarias”. Pero también ha lanzado un claro mensaje a favor de la sanidad pública: “Quiero pedir a los poderes públicos que defiendan la sanidad de todos”.

En su discurso, López ha recordado que la labor de los sanitarios en los últimos meses ha sido “muy dura”. “Nos hemos sentido impotentes, con la presión de tener que aprender sobre la marcha, hemos dado todo lo que teníamos y actuado al límite de nuestras fuerzas”. También ha señalado que “muchos compañeros tuvieron que dar su propia vida” y que, en muchos casos, los sanitarios han sido “mensajeros del último adiós”.

“Hoy rendimos homenaje a las miles de personas que murieron a consecuencia de la COVID-19. Ojalá nada de esto hubiera ocurrido, pero es un inmenso honor hablar en honor de mis compañeros sanitarios, personal administrativo, de limpieza, de cocina, de mantenimiento, de laboratorio, de psicología y resto de áreas que dieron apoyo”, ha destacado López, que también comparecía en representación de la “primera línea”, “transportistas, reponedores, cajeros, personal de saneamiento, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Miles de hombres y mujeres que cuidaban de todos”.

“Nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando nos decían: 'No me dejes morir solo'”

“Hemos cubierto las necesidades básicas, hemos sido mensajeros del último adiós de familiares, y nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía 'no me dejes morir solo'. Quienes estaban tras los EPIS éramos personas que nos tuvimos que alejar de nuestras familias para protegerlas, personas que tuvimos que transmitir fuerzas a través de nuestras miradas, la única parte del cuerpo que quedaban visibles”.

También ha señalado que los sanitarios salían del hospital “cargadas de emociones, con soledad y agotamiento, dispuestas a transmitir fuerzas a los enfermos”. La enfermera ha querido recordar, por todo ello, a “los que hacen del trabajo sucio la labor más hermosa del mundo”

El rey Felipe VI ha reclamado, por su parte, “unidad” para “poder mirar al futuro con confianza y esperanza, desde el respeto y el entendimiento”. A su juicio, “la responsabilidad y la fuerza moral” de los representantes públicos serán “el mejor homenaje renovado” a las víctimas de la pandemia.

“Rendimos homenaje con todo respeto y la solemnidad del estado a los miles de ciudadanos que han perdido su vida”, ha remarcado, uno dolor que “dejará huella en las conciencias” al reconocer y ensalzar “a miles de ciudadanos cuyas conductas han sido el mejor ejemplo y la mejor razón para la esperanza colectiva”. A los familiares les ha dicho: “No están solos en su dolor. Es un dolor que compartimos. Su duelo, es el nuestro, que aquí se hace presente ante todos los españoles”.

Felipe VI: “La crisis nos ha puesto a prueba como país”

“Este acto no puede reparar el dolor de muchas familias ni atenuar la tristeza por su ausencia pero sí hacer justicia por su vida a su contribución a la sociedad y a su memoria. Esta crisis nos ha puesto a prueba como país y sociedad pero nos ha permitido comprobar esfuerzo y el trabajo al servicio del bien común”, ha añadido. También ha recordado a los sanitarios y otros trabajadores esenciales, cuyas “conductas han estado llenas de entrega a los demás sin reservas, aún poniendo a riesgo la propia vida”. Son un ejemplo, a su juicio, “de valentía y generosidad”.

Antes del rey ha intervenido Hernando Calleja, hermano del periodista y colaborador de elDiario.es José María Calleja que falleció por el coronavirus. Él ha recordado a algunas de las personalidades muertas durante los últimos meses como Lucía Bosé, Enrique Múgica, Luis Sepúlveda, Josep María Benet, Alfonso Cortina, José Luis Capón, José María Calleja. No obstante, ha querido dejar claro que el homenaje no es “para honrar las glorias de nadie sino para honrar la memoria desnuda de quienes se fueron brutalmente, aquellos muertos anónimos y silenciosos”. “Sé que cuando hablo de mi hermano estoy hablando de todos ellos”, ha dicho durante su intervención. Calleja ha recordado que “la COVID nunca distinguió entre seres humanos. Ha sido y sigue siendo una ejecutora fría, cruel y destructora”.

Por todos ellos, ha asegurado que “la memoria es un deber”. “Nos despedimos de madres, padres, hijos, amigos, hermanos, tomamos sus manos, acariciamos sus mejillas, besamos su frente. Descansen en paz y queden en la memoria de todos, en la memoria de España”, ha concluido.

Vox se desmarca del homenaje

Al acto han asistido unas 500 personas, entre los que estaban representantes de todos los partidos políticos excepto de la extrema derecha de Vox. Dos tercios de ellas eran víctimas y familiares de fallecidos por la COVID-19 y también han estado presentes trabajadores esenciales como sanitarios, o incluso 'riders'. Además, han estado representadas las más altas instituciones del Estado: el presidente del Gobierno y el Gobierno en pleno, presidentes del Congreso, Senado, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, presidentes de las Comunidades Autónomas, expresidentes del Gobierno, el jefe de la oposición, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, alcalde de Madrid, junto a las fuerzas parlamentarias y una amplia representación de las familias de las víctimas y de la sociedad civil.

También han acudido a Madrid el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el alto representante de la UE, Josep Borrell, así como también el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus y el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili.

El acto ha tenido un coste de unos 20.000 euros, principalmente por los desplazamientos de los familiares de la pandemia, según han informado fuentes gubernamentales.