Fernández Díaz recomienda “un psiquiatra” a CiU por exigir explicaciones sobre Asuntos Internos
El ministro del Interior ha recomendado a CiU que acuda a la consulta de un psiquiatra por interesarse por la existencia de una unidad secreta en la Policía destinada a investigar la corrupción de los dirigentes políticos catalanes. En una interpelación en el Congreso, Jorge Fernández Díaz, ha acusado a los nacionalistas catalanes de “paranoia” y ha negado la existencia de ese grupo. “No necesito de la Policía para saber lo que es Cataluña y a dónde la está llevando el independentismo”, se ha justificado.
Eldiario.es ha publicado que un grupo de agentes destinados en la Unidad de Prevención Estratégica y Coordinación (UPEC) y en la Unidad de Asuntos Internos han recibido el encargo de buscar datos comprometedores de políticos implicados en el proceso soberanista. A esta especie de unidad correspondió la obtención de la información de los borradores sobre presuntas actividades delictivas de políticos catalanes publicadas en la prensa desde finales de 2012.
Según fuentes policiales, una treintena de agentes de Asuntos Internos trabaja en Cataluña, a las órdenes de un inspector, fuera de las competencias que les asigna el reglamento interno de la Policía y sin control judicial. Las informaciones que obtienen sobre el terreno son trabajadas después por algunos de sus compañeros de la UPEC. Algunas acaban en un juzgado, previamente 'blanqueadas' a través de la UDEF. Otras, sin embargo, son destinadas exclusivamente a los medios de comunicación, publicadas en fechas relevantes del proceso soberanista.
El ministro ha despreciado la información publicada por eldiario.es sobre el grupo de agentes destinado a investigar este tipo de delitos y ha asegurado que los diputados “no sabían de qué estaba hablando” Feliu-Joan Guillaumes, el diputado de CiU que le ha interpelado. Fernández Díaz ha asegurado que no puede “eliminar lo que no existe”.
En su opinión, la exigencia de conocimientos específicos sobre delincuencia fiscal y el dominio de lenguas cooficiales como el catalán es solo una cuestión de preparación que se exige a los agentes y ha presumido de transparencia por el hecho de que se especificasen los requisitos en la convocatoria: “Es un concurso público para una plaza y ahora resulta que es eso lo que les llama la atención y les sirve para tergiversar”.
“Si existe esa unidad, demuéstremelo, pero demostrarlo es muy difícil. Estamos aquí para hablar de cosas serias”, ha retado el ministro al diputado, antes de deducir que CiU está “en la obsesión y ven persecución incluso en sueños, pero eso es asunto de psiquiatras”. El nacionalista le ha respondido con la frase “que sea paranoico no quiere decir que no me persigan”.
La información de eldiario.es incluía la reproducción de una oferta de trabajo para la Unidad de Asuntos Internos en la que se valoraba los conocimientos en blanqueo de capitales y delito fiscal, así como el conocimiento del catalán, entre otros idiomas.
Guillaumes ha apelado al resto de los grupos de la Cámara para pedirles su apoyo y ponerlos de acuerdo en que este tipo de unidades “parecidas a la policía política” deben desaparecer y ha advertido de que estas actuaciones “acaban volviéndose en contra de quien las hace”.
El ministro ha asegurado que está muy al día de la situación en Cataluña y que no necesita ninguna unidad especial “para saber lo que es Cataluña”. Pero se ha negado a entrar en el fondo del asunto en cuanto a las informaciones publicadas que se han revelado falsas, como el caso de la inexistente cuenta en Suiza del alcalde de Barcelona, Xavier Trias.
“Es una persecución ad hóminem, prohibida por la ley y además no cogen delincuentes porque los informes acaban siendo inventados o sin firmar y acaban en nada”, ha reprochado el diputado, que ha calificado de casualidad que el caso Pujol, “el único con base”, no haya salido de ahí. “No se puede perseguir a gente por ideología”, ha insistido antes de preguntarse si los próximos objetivos de la unidad serán líderes sociales como los de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o los médicos que practican abortos.
Guillaumes también ha lamentado que la Policía no hubiera dedicado sus esfuerzos a “pillar al aprendiz de Houdini que es el pequeño Nicolás antes de entrar en la recepción real posterior a la coronación. Si en vez de un reaccionario hubiera sido catalán y soberanista, lo hubieran pillado enseguida”.
