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La Fiscalía archivó las 32 investigaciones por delitos de injurias contra la Corona abiertas en 2018

Europa Press

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La Fiscalía General del Estado archivó las 32 diligencias de investigación por delitos por injurias a la Corona que se incoaron a lo largo 2018 y que correspondían, fundamentalmente, a la quema de fotografías de los reyes, según la Memoria Anual del Ministerio Público, presentada este lunes por la fiscal general del Estado, María José Segarra, durante el acto de apertura del Año Judicial en el Supremo, que ha estado presidido por el Rey Felipe VI.

Precisamente, 2018 ha sido un año en el que la actividad judicial en este ámbito se redujo de forma “drástica”. En los delitos contra la Corona, el camino que ha seguido la Fiscalía ha sido el de incoar diligencias de investigación ante la recepción de atestados por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y autonómicos a los fines de hacer un previo juicio de los hechos que se denuncian y ver si cumplen los parámetros de la jurisprudencia. 

Precisamente, las 32 investigaciones que se abrieron el pasado año fueron archivadas en aplicación de la nueva doctrina europea sobre estos hechos, la que dicta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, “al entender que los mismos carecen de relevancia penal y no sería aceptable castigarlos penalmente”.

“Una expresión simbólica”

En marzo de 2018, el TEDH dictaminó que la quema de fotografías del Rey “debe ser interpretado como expresión simbólica de una insatisfacción y de una protesta”, una “forma de expresión de una opinión en el marco de un debate sobre una cuestión de interés público, a saber, la institución de la Monarquía”.

Pues bien, la Fiscalía, haciendo suyas estas palabras en la Memoria Anual, sigue la doctrina marcada desde Estrasburgo y justifica el archivo de los 32 procedimientos que se abrieron el año pasado porque una actividad así se enmarca “en el ámbito de la crítica política y no personal de la institución de la Monarquía, en general, y en particular del Reino de España como nación, debiendo entenderse como una expresión simbólica de insatisfacción y protesta”.