Madrid, 12 sep (EFE).- La inclusión de algunos grupos de activismo climático en el apartado de “terrorismo nacional” dentro de la memoria de la Fiscalía General del Estado ha suscitado algunas críticas, de las que el ministerio público ha salido al paso al asegurar que en ningún caso estos colectivos están considerados como grupos terroristas.
La memoria, explican fuentes fiscales consultadas por EFE, analiza “posibles amenazas”, pero “en ningún caso” menciona que los colectivos ecologistas sean actualmente una “amenaza terrorista”.
Estos grupos, entre los que menciona a Extinction Rebellion (XR) y Futuro Digital, se encuentran dentro del apartado “terrorismo nacional” y del subapartado “ecologismo radical” de la memoria de la Fiscalía correspondiente a 2022.
Su encuadre en la sección de “terrorismo” ha levantado críticas entre organizaciones como Amnistía Internacional, que subraya en un comunicado que “las acciones pacíficas de desobediencia civil son formas legítimas de protesta y no constituyen actos terroristas”, y ha reclamado al fiscal general que “reconozca que sus acciones están amparadas por el derecho a la libertad de reunión pacífica”.
También Podemos ha solicitado públicamente a la Fiscalía que retirase a ambos grupos ecologistas del apartado de terrorismo.
Fuentes fiscales consultadas por EFE aseguran que “en ningún caso” se considera “terroristas” a estos colectivos y, es más, garantizan que “no hay ninguna causa abierta” contra ellos.
Reconocen que “quizá” no es el mejor apartado en el que situar esta posible “amenaza”, y reiteran que la Fiscalía simplemente evalúa posibles riesgos en su memoria en base a un informe remitido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el que se analizan todas las acciones violentas, organizadas y llevadas a cabo en varios lugares a la vez, e incluso en varios países.
En su memoria, la Fiscalía informa de 26 detenciones a activistas ecologistas que tuvieron lugar en 2022 motivadas por acciones de protesta como concentraciones ilegales o cortes en la vía pública, entre otros.
Apunta a un notable incremento de la actividad de colectivos ecologistas, “pasando de las habituales acciones reivindicativas de 'desobediencia civil no violenta' a realizar acciones de mayor calado” que “ya no tienen tanta aceptación y beneplácito en el conjunto de la ciudadanía”.
Y destaca de la creciente presencia de Futuro Vegetal (FV) en las acciones de sabotaje para exigir acción climática: “si inicialmente fue Extinction Rebellion (XR) y sus grupos satélites quienes realizaban estas actividades, ahora es Futuro Vegetal quien están acaparando las acciones, especialmente en el marco de su campaña contra el sector cárnico”.