La Fiscalía se ha opuesto ante el juzgado de vigilancia penitenciaria al permiso de 72 horas que la cárcel de Lledoners (Barcelona) ha propuesto para el líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, al considerar definitivo que no se haya arrepentido y que haya asegurado que “lo volvería a hacer”.
En un escrito, la Fiscalía de Barcelona rechaza que se conceda este permiso a Cuixart porque cree que sería “prematuro”, debido al escaso tiempo de cumplimiento en relación a la pena de 9 años por sedición que le impuso el Supremo.
También lo considera “injustificado”, por la falta de asunción de los hechos delictivos y la ausencia de arrepentimiento, e “improcedente”, ya que no ha seguido ningún programa de tratamiento que permita entender que ya ha sido “reeducado”.
Para el ministerio público resultan “definitivas” a la hora de oponerse a este permiso las manifestaciones de Cuixart, tanto en su turno de última palabra en el juicio en el Supremo como las que recoge el informe del psicólogo de la cárcel, en el sentido de que “lo volvería a hacer”.
Además, la Fiscalía resalta que Cuixart ha publicado desde la cárcel un libro titulado “Ho tornarem a fer” (Lo volveremos a hacer), “lo que pone en evidencia, sin perjuicio de su libertad de expresión, su posicionamiento en relación al delito por el que ha sido condenado”.
“Es evidente que en ningún caso se concedería un permiso a un interno que en relación al delito cometido manifestase que lo volvería a hacer en las mismas condiciones y por las mismas vías, máxime teniendo en cuenta la gravedad del delito y de la pena, de 9 años de prisión, propia de delitos tales como el homicidio, agresión sexual con penetración o salud pública”, apunta la Fiscalía.
En su escrito, el fiscal marca las pautas para que Cuixart pueda disfrutar de un permiso de más de 48 horas: es “indispensable” una buena evolución en su tratamiento, que no se conseguirá, advierte, hasta la realización y favorable valoración de un programa específico acorde con el delito de sedición.
Y todo ello, insiste el ministerio público, para que el líder de Òmnium pueda comprender que “para alcanzar los fines que pretende, legítimos en la generosa Constitución española”, no hay otra vía que la de la modificación legislativa por los cauces legales y que las leyes, especialmente el Código Penal, “se deben cumplir por todos los ciudadanos”.
Cuixart fue el primero de los presos independentistas condenados por el Supremo tras el juicio a la cúpula del procés en disfrutar, el 16 de enero pasado, de un permiso penitenciario de dos días -que sólo requiere el visto bueno de los servicios de clasificación de la Generalitat-, una vez ya había cumplido una cuarta parte de la pena.
Una vez disfrutado ese permiso, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Lledoners propuso conceder otra salida a Cuixart, de 72 horas, por lo que en ese caso debe ser ratificado por el juzgado de vigilancia penitenciaria.
Es en ese contexto que la Fiscalía ha remitido hoy al juzgado de vigilancia penitenciaria su escrito en que se opone a que se conceda ese permiso de 72 horas a Cuixart, sobre quien el ministerio público considera que no ha admitido una “verdadera asunción delictiva”, elemento “imprescindible” para poder disfrutar de salidas.
Según la Fiscalía, Cuixart “no mantiene una adecuada percepción de la gravedad de los hechos cometidos”, por lo que no se ha producido “ningún cambio que evidencie que está arrepentido de lo ocurrido”, ante lo cual no se puede constatar “una adecuada evolución y estabilidad” en su tratamiento.