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Entrevista
Presidenta del Govern balear

Francina Armengol: “Se puede salvar vidas y reflotar la economía, pero el derecho a vivir es el más importante”

Francina Armengol, presidenta del Govern balear, en una entrevista para elDiario.es

Angy Galvín / Nando Ochando

29 de julio de 2021 22:37 h

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Francina Armengol (Inca, 1971) encadena dos legislaturas en Baleares de la mano de un gobierno de coalición de izquierdas. En estos años ha conseguido aprobar medidas pioneras contra el cambio climático, ha revertido las medidas lingüísticas de su antecesor –el popular José Ramón Bauzá–, ha intentado poner coto a los alquileres turísticos y ha expropiado a grandes propietarios para poner en marcha alquileres sociales en unas islas donde los precios de la vivienda cada vez están más disparados.

Su talón de Aquiles sigue siendo la financiación autonómica de un territorio, Baleares, que históricamente ha aportado más a las arcas estatales que lo que recibe. Ni con Pedro Sánchez el Govern ha conseguido encontrar un sistema de financiación “justo”. En la Conferencia de Presidentes a la que asistirá mañana, Armengol pedirá al Ejecutivo central que tenga en cuenta el “otro” reto demográfico: la financiación de las comunidades autónomas con un crecimiento de la población “absolutamente exponencial”.

Está aquí en Madrid porque mañana tiene una reunión con el resto de presidentes autonómicos y con Pedro Sánchez en Salamanca. ¿Cuáles van a ser las reclamaciones que va a hacer en nombre del pueblo balear?

Es muy importante que haya estas conferencias de presidentes, son espacios de debate y de co-gobernanza. El Gobierno de España nos plantea tres bloques: la COVID y la vacunación, los fondos europeos y el reto demográfico. Desde Baleares planteamos poder ligar las actividades más 'peligrosas', en el sentido de que es más fácil contagiarse, con el hecho de estar doblemente vacunado. Además, reclamamos una aportación de los fondos europeos a las comunidades autónomas que más caída de PIB han tenido. En último término, está el reto demográfico. Entiendo la preocupación por ver cómo se puede actuar en la España que se vacía, pero también hay otra realidad, la nuestra: una comunidad autónoma que ha crecido en población de una forma absolutamente exponencial y que tiene muchísima población flotante. Eso hace que el Govern tenga que asumir un pago de infraestructuras, de educación, de servicios sociales, de sanidad, de vivienda, etc. mucho más alto. Por tanto, necesitamos esa comprensión y esa ayuda por parte del Gobierno de España.

Usted confía en la utilidad de la Conferencia de Presidentes. Otros mandatarios autonómicos, por ejemplo, dudan de esta cita y prefieren las reuniones bilaterales. ¿A lo largo de estos años se ha sentido escuchada por parte del Gobierno central?

Nosotros también tenemos relaciones bilaterales con el Gobierno de España. Por ejemplo, reclamamos un régimen económico especial. Pero eso no excluye que tengas que estar en el debate multilateral. Es un error no estar en una mesa de negociación donde se debaten cosas importantes. Obviamente hay cosas a las que sí ha respondido muy bien el Gobierno de España y hay cosas en las que todavía no, como el régimen especial, que cabe darle dos vueltas para cumplirlo como es justo para los ciudadanos de Baleares.

¿Considera que la financiación de Baleares es justa a día de hoy?

El sistema de financiación autonómico está absolutamente caducado. Se tiene que hacer un nuevo sistema de financiación pactado en un ámbito multilateral. Tenemos que romper el status quo existente porque Baleares es una de las comunidades más infrafinanciadas: somos de las primeras en aportar y la octava o la novena en recibir. Vamos a ser exigentes porque la situación actual es injusta.

El presidente vasco, Iñigo Urkullu, planteó a Sánchez la posibilidad de desarrollar un marco jurídico alternativo para que las comunidades puedan implantar toques de queda sin tener que depender de las resoluciones judiciales. En Baleares, usted estudió la posibilidad de implantar la mascarilla obligatoria en exteriores. ¿Considera que las medidas actuales son las justas y necesarias? ¿Las comunidades tienen las suficientes garantías jurídicas?

Es necesario que hagamos una reflexión conjunta entre todos. La Ley de Salud Pública Española tiene un margen importante para poder actuar, pero es una norma de 1986. Por tanto, habrá que actualizar algunas cuestiones. Las medidas que hemos podido tomar desde las comunidades autónomas y las que tomó el Gobierno de España han sido útiles para poder frenar esta pandemia, evitar contagios y salvar vidas. Así lo hemos hecho desde Baleares y hemos conseguido ser la comunidad autónoma con menos exceso de mortalidad en 2020.

En relación a esto, tuvo usted una especie de 'rifirrafe' con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, porque comentó que usted había sido demasiado estricta a la hora de aplicar medidas para luchar contra la COVID. Y usted le contestó que el exceso de mortalidad en 2020 en Baleares era del 0,3% y en Madrid del 37%. ¿Cómo podemos compaginar la lucha contra la pandemia y la voluntad de salvar vidas humanas y, a la vez, reflotar la economía?

En Baleares lo estamos haciendo. Teníamos dos objetivos. El primero era proteger a la ciudadanía. El derecho a la vida es el más importante. Y, a la vez, buscamos reactivar la economía cuando fuera posible. Nosotros vivimos del turismo, sabíamos que teníamos que tener temporada de verano, ese era nuestro objetivo. Estamos luchando, como decía, para consolidar esta temporada y alargarla. Nosotros hemos tomado las decisiones, a diferencia de lo que ha pasado en otros territorios, como en Madrid, de acuerdo con todas las instituciones de Baleares. Hemos tomado las decisiones de forma consensuada y de forma dialogada también en un pacto de reactivación económica, donde están todos los partidos que han querido aportar en positivo, no están Vox ni el Partido Popular porque no se han querido apuntar. Hemos conseguido ser el territorio con menos exceso de mortalidad. Para mí una vida vale un mundo. Cuando hablamos de vidas en plural, a lo mejor no nos damos cuenta de que podría ser uno mismo, tu padre, tu madre, cualquier otra persona a la que quieres muchísimo. Y luego buscamos reactivar la economía: estamos teniendo temporada turística, siete de cada diez alemanes que están llegando a España van a Baleares y somos líderes en turismo británico.

¿Cuál es su opinión respecto al pasaporte COVID para poder acceder a recintos interiores, como discotecas?

Lo hemos pedido al Ministerio de Sanidad en diferentes ocasiones. Sería una un buen instrumento, hace mucho más ágil el control de si una persona está doblemente vacunada. Desde el Ministerio de Sanidad se entiende que no se puede utilizar ese pasaporte en estos ámbitos, así que estamos trabajando con nuestras competencias y con nuestros medios para pedir la doble vacunación para según qué actividades. Empezaremos por las grandes aglomeraciones.

Uno de los temas más comentados este verano ha sido el brote de COVID entre estudiantes en Mallorca. Su gobierno, para poder atajar ese problema de salud pública, decidió confinarlos en un hotel. Ahora, su directora de Salud Pública está siendo investigada por un posible delito de detención ilegal. ¿Cree que se equivocaron al tomar esa medida?

Actuamos con los estudiantes como hacemos con todas las personas que son positivos o son contactos estrechos. Baleares ofrece, cosa que no hace ningún otro territorio, un hotel gratuito para hacer la cuarentena a los ciudadanos residentes que, por las dimensiones de su casa, por ejemplo, no pueden hacer el aislamiento como toca. Lo mismo para un migrante que llega en patera Baleares o un turista que viene a las islas. Es la primera vez que nos hemos encontrado con alguien que se queje. Hubo estudiantes que volvieron a la Península y dieron positivo al cabo de unas horas. Lo hicimos como toca y yo agradezco el trabajo de la directora general de Salud Pública.

Uno de los objetivos fundamentales de su Gobierno ha sido la protección del medio ambiente. De hecho, han tomado medidas bastante pioneras, como, por ejemplo, el decreto de la posidonia o el decreto para la reducción del consumo de plásticos, antes incluso que el propio Gobierno nacional. ¿Cuándo van a abrir el gran debate del decrecimiento turístico?

El debate está abierto. Somos unas islas, un territorio frágil que, además, tiene una sobrecarga de población en muchísimas épocas del año. Hemos optado por leyes muy claras: la del cambio climático, la de la prohibición del diésel, la que prohíbe los plásticos de un solo uso... Estamos estimulando un turismo de menos cantidad y de más calidad. También tenemos una lucha clara contra el turismo de excesos, incluso antes de la COVID-19. Esta enfermedad nos hace ver que todo este planteamiento de sostenibilidad lo tenemos que acelerar.

¿Habla usted catalán, señora Armengol?

Sí, claro (ríe).

Se lo pregunto por las polémicas declaraciones que hizo la semana pasada el presidente del Partido Popular, que decía que los isleños no hablamos catalán, sino mallorquín, menorquín, ibicenco... Como presidenta de una comunidad autónoma en cuyo estatuto pone que la lengua propia de las Baleares es el catalán, ¿qué tal le sentaron esas declaraciones?

El Partido Popular vuelve a buscar, equivocadamente, la crispación. A mí me molesta muchísimo. La lengua es parte de nuestro patrimonio, del de Baleares, pero también es un patrimonio de toda España. Sus declaraciones son un insulto a la inteligencia de los ciudadanos de nuestra comunidad autónoma. No son cuatro lenguas. Es una única, todos hablamos catalán. Los ciudadanos tienen una sensación de cierta vulnerabilidad y es muy poco responsable por parte del Partido Popular intentar dividir más a la población. Tenemos la peor oposición que ha tenido nunca la democracia. Ya sabemos cómo les fue en la temporada de José Ramón Bauzá, que sacaron a 100.000 personas en contra en las calles de Baleares por la crispación que generaron en las escuelas con el tema lingüístico.

Estábamos hablando de la oposición. Vamos a hablar ahora del Gobierno de coalición de España. Usted tiene bastante experiencia en la gestión de gobiernos de pacto, que no son siempre fáciles de manejar. Recientemente, el Ejecutivo central ha sufrido una remodelación de las carteras ministeriales. ¿Cuál es su opinión sobre el tándem PSOE-Unidas Podemos que gobierna a nivel estatal?

Siempre he puesto en valor los gobiernos de pacto. La izquierda en Baleares tiene una experiencia de muchísimos años. Hemos conseguido, durante ocho años seguidos, gobiernos progresistas en nuestra comunidad autónoma, y vamos a ir a por el tercero en el 2023. Un pacto tiene la complejidad de que tienes que hablar y consensuar más, pero yo creo que esos son valores en política y que la sociedad te lo pide. Es la primera vez que hay un Gobierno de pacto en España. Yo veía a veces asombrada cómo se recibía esto. 'Uf, un gobierno de pacto', decían, como si fuera algo malo. Es muy lógico y normal en toda Europa. El Gobierno de España ha actuado muy bien en esta situación de pandemia, muy complicada. Ha habido algunas disputas que mejor sería si hubieran sido privadas, no tan públicas, porque eso al final da una imagen que no es la adecuada y que creo que no es la real. Pero han protegido como nunca, con un escudo social, a los ciudadanos. Ha sido un ejemplo absolutamente diferente a lo que pasó con la crisis de 2007 con Mariano Rajoy y su austericidio.

¿Y usted se ve con fuerzas para un tercer mandato?

Sí. El Partido Socialista está fuerte. Ahora tendremos congresos y demás procesos internos y todo dependerá de la militancia.

¿Por qué cree usted que el PSOE ha renunciado al reconocimiento de la plurinacionalidad en su ponencia marco del 40 Congreso Federal?

De momento hay una ponencia que tendremos que discutir. Todas las federaciones y militancias podremos hacer enmiendas a esos planteamientos. España es un Estado plural, plurilingüe y plurinacional, y tendría que ser federal. Es un país muy rico en su diversidad, donde hay territorios que tienen unos sentimientos identitarios más fuertes que otros, pero donde todos juntos somos más fuertes.

Entonces, ¿usted sí ve compatible una cultura federal con una visión plurinacional de España?

Encaja perfectamente. La Constitución española marca un Estado absolutamente descentralizado que tenemos que hacer completamente federal. Por ejemplo, el Senado tendría que ser una cámara territorial.

¿No cree que el PSOE ha renunciado a una reforma de la Constitución para poder avanzar hacia ese Estado federal?

Para nada. Yo siempre he estado en esa parte del Partido Socialista que empuja hacia esos movimientos, pero se entiende perfectamente que, en estos momentos, la situación está en la urgencia de salir de esta pandemia sanitaria y de impulsar la reactivación económica. Además, la modificación de la Constitución española se antoja un poco difícil en estos momentos porque es complicado poder llegar a acuerdos con la derecha y la extrema derecha. El Partido Popular ha decidido ponerse de perfil para arreglar los problemas de la gente y ha optado solo por pedir elecciones para intentar gobernar. No sabemos para qué.

Su secretario general avanzó también una profunda remodelación de la Ejecutiva Federal del PSOE. ¿Por qué tipo de dirección apostaría usted?

El secretario general tiene un margen muy amplio para poder hacer sus equipos. La Ejecutiva que salga del Congreso Federal tiene que ser representativa del territorio, representativa de esa pluralidad que vive en España y que también vive en el Partido Socialista. Tiene que poder instaurar el debate necesario dentro del Partido Socialista para repensar el futuro. Tengo confianza en que Sánchez hará una Ejecutiva que sepa asumir los retos que tenemos por delante, que son intensos, pero que también son muy ilusionantes.

¿Cree que desde que está Sánchez como secretario general no existen contrapesos internos en el partido?

Las primarias son el mecanismo del que nos hemos dotado en el Partido Socialista para la elección del secretario general. Es un buen mecanismo. Sí que existen contrapesos, pero el PSOE pasa por un buen momento interno. Es un partido muy unido y que tiene muy claro el liderazgo en la figura de Pedro Sánchez. No estamos pensando en las elecciones, sino en solucionar los problemas de la gente.

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