La alocada huida de Francis Franco que desembocó en una acusación contra él de atentado a la autoridad

Francis Franco, el primer nieto varón del dictador, Francisco Franco, está a un paso de sentarse en el banquillo acusado de un doble delito contra la seguridad vial y de atentado a la autoridad por embestir con un todoterreno a una patrulla de la Guardia Civil que le dio el alto la madrugada del 30 de abril de 2012 en una carretera secundaria de Teruel. Como consecuencia del siniestro, uno de los agentes sufrió lesiones en el cuello y su coche oficial, daños por  2.720 euros. 

El atestado incorporado a la causa que instruye el juzgado de primera instancia e Instrucción número 1 de Calamocha (Teruel) detalla lo sucedido el 30 de abril de 2012 entre las 7:00 y las 7:30 del 30 de abril de la madrugada en una carretera secundaria de esta provincia aragonesa de acuerdo con el relato de dos agentes de la Guardia Civil que patrullaban en su vehículo oficial. La patrulla observó cómo a la altura del kilómetro 210 de la carretera N-234, un todoterreno marca Toyota, modelo Hilux, estaba circulando con las luces apagadas, al que trató de detener. Lo que sigue es el relato que hace el juez de Calamocha en su auto firmado el pasado cuatro de mayo y que parte del atestado de la Guardia Civil. 

“Tras observar esa circunstancia, los agentes realizan un cambio de sentido y colocándose detrás del vehículo reseñado proceden a realizar señales luminosas y acústicas  para que se detuviera y proceder así a la identificación de su conductor. Por el contrario, éste haciendo caso omiso de tales indicaciones comienza una huida a gran velocidad, sin respetar las distintas señales de tráfico existentes con evidente riesgo para la seguridad del tráfico y de los ocupantes, por distintas carreteras y pista forestal, hasta que se detiene en un camino entre las localidades de Collados y Lagueruela [Teruel]. Tras detenerse el vehículo oficial detrás de éste, los agentes observan a dos individuos dentro del vehículo mencionado, que resultarían ser, atendiendo a los indicios referidos, D. Francisco Franco Martínez Bordiu, como conductor, y D. Nicolae Silviu Rosca [empleado de una de sus empresas], como copiloto, y ven que, éste último, exhibe la funda de un arma larga de fuego.

En ese momento, tras advertirle por uno de los agentes que depongan su actitud, el conductor del vehículo inicia una maniobra de marcha atrás, colisionando contra el vehículo oficial y arrastrándolo, hacia atrás, cierta distancia. Tras ello, el vehículo con matrícula [...] se vuelve a dar a la fuga, a gran velocidad, por vías y caminos forestales y pese a los intentos de seguirlo por los agentes de la Guardia Civil finalmente éstos lo pierden de vista, abandonando la persecución.

Posteriormente, el vehículo es localizado, abandonado, cerrado y sin las llaves de contacto en su interior, por una patrulla de la Guardia Civil en la localidad de Bea [en la misma provincia]. Como consecuencia de ello, el vehículo oficial sufrió daños cuyo presupuesto de reparación asciende a la cantidad de 2.720 euros y el Agente de la Guardia Civil [identifica su número de placa] lesiones consistentes en cervicalgia y contractura paracervical que han requerido de una única asistencia facultativa y ha necesitado, para su curación, de 30 días no impeditivos“.

Su móvil lo sitúa en el lugar del siniestro

Pese a los distintos recursos presentados por el nieto del dictador, el juez sostiene -tras analizar el posicionamiento de los teléfonos móviles- que era Francis Franco quien iba a los mandos del todoterreno cuando este impactó y arrastró al coche patrulla de la Guardia Civil. En un primer momento, un familiar del empleado que lo acompañaba trató de asumir la culpa, pero finalmente se desdijo en el juzgado alegando que el día de la persecución estaba de viaje fuera de España. Así que la doble acusación contra Francis Franco se mantiene en el juzgado de Calamocha, a la espera de que el fiscal y el abogado del agente agredido presenten su escrito con las peticiones de cárcel.