Francisco Correa dice estar arrepentido y afirma que quiere “seguir colaborando” con la Justicia
El cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, condenado a 51 años de prisión por la actividad ilícita de los primeros años de la trama, ha remitido desde la cárcel de Valdemoro un escrito al juez de Vigilancia Penitenciaria en el que pide “perdón” por los delitos cometidos y muestra su arrepentimiento. “En un momento dado de mi vida tuve acceso a formas de ganar dinero ilícita y fácilmente, cuando debí abstenerme de tales prácticas”, asevera.
En la carta, adelantada por El Mundo y a la que ha tenido acceso elDiario.es, también afirma haber autorizado la repatriación del dinero que tenía oculto en Suiza. Aunque no cita la cantidad, alude a los 24 millones de euros que, según la Audiencia Nacional, están “bloqueados” en la cuenta de la empresa Golden Chain Properties, S.A., que se integraba en su entramado societario y que estaría gestionada por el administrador de cuentas Arturo Fasana. Correa, que lleva ocho años cumpliendo condena, reconoce que su conducta “no tiene justificación” ni siquiera en un contexto de corrupción generalizada —en el que se excusó en el pasado— puesto que “muchos otros en esa situación se abstuvieron de cometer delitos”.
El cabecilla de la Gürtel no hace ninguna confesión que pueda arrojar luz sobre los diferentes procedimientos derivados de la trama que todavía no se han juzgado, pero sí insiste en que quiere “seguir colaborando” con la Justicia. En este sentido, asegura que ha ido “colaborando” con la Justicia en diferentes procesos y pone de ejemplo los últimos “escritos de arrepentimiento” presentados ante la Fiscalía Anticorrupción en la pieza sobre el Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid).
También comunica al juez que acaba de pedir su “inclusión en el nuevo programa de rehabilitación para delincuencia económica” —al que está acogido, por ejemplo, Iñaki Urdangarin— e insiste en que quiere involucrarse “plenamente” en su rehabilitación mediante el tratamiento penitenciario para reintegrarse en el futuro a la sociedad “de forma plena y honesta”.
No es la primera que Correa se ofrece a colaborar con la Justicia. El 13 de octubre de 2016, en su interrogatorio en el juicio de Gürtel, reiteró esta disposición y confesó que las donaciones de empresarios al PP eran a cambio de adjudicaciones. Esa revelación, unida a la de uno de esos donantes, el empresario Alfonso García Pozuelo, permitió a la Audiencia Nacional reabrir el 1 de marzo de 2017 la llamada vía del cohecho, que investiga la correlación entre el dinero negro inyectado al PP y adjudicaciones concretas. Salvo García Pozuelo, todos los empresarios objeto de las pesquisas han negado los pagos y han rechazado la existencia de un sistema general de corrupción de las constructoras con el partido.
El entonces instructor, José de la Mata, volvió a citar como investigado a Correa después de que éste repitiera una y otra vez en el juicio su disposición a colaborar con la Justicia. Pero el cabecilla de la Gürtel, que había tirado la piedra en el juicio, escondió la mano ante De la Mata con el argumento de que ya había declarado “quince horas” en la citada vista. Es decir, se negó a tirar de la manta, lo que enterró la esperanza de las acusaciones de conocer los secretos de la financiación irregular del PP que todavía se siguen investigando en la Audiencia Nacional.
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