El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, han mantenido este lunes una reunión en la que han establecido un frente común para exigir al Gobierno central y a Endesa la “continuidad” de la central térmica.
El encuentro mantenido en la sede de la Xunta en San Caetano, poco más de una semana después del anuncio de cierre de la central térmica en el municipio, ha servido para hacer visible el acuerdo entre los gobiernos autonómico (PP) y local (PSOE) para reclamar la pervivencia de la central y de los puestos de trabajo que genera.
“Esta central puede ser operativa cien por cien porque cumple los ratios de emisiones de CO2 que exige la Unión Europea” por lo que debe paralizarse la decisión de Endesa que recientemente anunció que adelantaría el plazo de cierre, ahora previsto para mediados de 2020, ha recordado Núñez Feijóo.
El presidente gallego ha remarcado que, por tanto, el problema de la central térmica no deriva de un incumplimiento de las normas referentes a las emisiones de CO2 sino que obedece a un problema del precio en emisión de la tonelada de CO2 por lo que a la empresa “no le sale a cuenta” mantener la central abierta.
Una problemática que también se debe a la subida del impuesto al CO2 por lo que sería necesario “bajar otros impuestos que gravan la central térmica para que sea viable”, han coincidido ambos mandatarios, que consideran necesaria una reforma fiscal que garantice la viabilidad de la central mientras se camina hacia una transición energética “justa”.
A este respecto, el regidor de As Pontes ha señalado que, a su parecer, es “necesario” que se elimine el céntimo verde y ha aventurado que se trata de una medida que el Ejecutivo central no tendrá problema en aceptar.
“Estoy convencido de que es un gesto que el Gobierno, si es necesario, evidentemente no tendrá ninguna objeción” en llevar a cabo, ha dicho el dirigente socialista.
De este modo, el encuentro ha servido para solicitar de forma conjunta que se active una mesa técnica que analice el futuro de la planta y trabajar en la búsqueda de “otra materia prima” para el funcionamiento con biocombustibles en vez de carbón, en la que deben participar todos los departamentos que tengan repercusión en la materia.
Asimismo, en la reunión, que ha durado poco más de una hora y en la que también ha participado el conselleiro de Industria, Francisco Conde, se ha acordado demandar que la Unión Europea incorpore a Galicia como beneficiaria del fondo comunitario de descarbonización a partir de 2021.
Los dos dirigentes han recordado la particularidad de la central de As Pontes que decidió invertir más de 200 millones de euros en adecuarse a las normativas europeas por lo que ahora no tendría sentido cerrarla.
En este sentido, González Formoso ha pedido que “no se trate igual” a una central térmica que invierte 220 millones para una transición “ordenada y sin impacto laboral” que a otras firmas que “decidieron no apostar por el empleo”.
Del mismo modo, Núñez Feijóo ha rememorado que en toda España solo dos centrales hicieron las inversiones precisas para cumplir la normativa europea“, siendo la de As Pontes ”con mucho“ la más importante.
Finalmente, el presidente autonómico ha incidido en el riesgo que supondría para Galicia el cierre de la central puesto que sin ella “se convertiría en una comunidad autónoma deficitaria en energía”.
“Sería la primera vez en la historia en que los gallegos tuviésemos que importar energía eléctrica”, ha alertado insistiendo en que cerrar As Pontes “sin ninguna alternativa, no entra dentro de ningún parámetro racional”.
Ha subrayado así que el país “necesita una central térmica que esté operativa” pues ante el riesgo de que se den “momentos climáticos complejos” o de “sequía” que conllevasen una disminución de la energía renovable se hace necesario que exista una “batería” que recargue dicha energía.
Por ello, ambos dirigentes han perseverado en la unidad de acción porque “si trabajamos juntos tanto Endesa como el Gobierno central verán que hay muchas alternativas” para la central y para mantener el empleo de las 750 familias que dependen de ella, han coincidido.