“La España en Marcha”: la extrema derecha busca reorganizarse
La policía detuvo el jueves a doce personas por su participación en el ataque fascista contra los asistentes a los actos institucionales de la Diada en Madrid que se produjeron en la librería la Blanquerna. A los asaltantes se les imputan unos delitos de daños, desorden público y atentado contra los derechos fundamentales. La agresión, en la que pudieron verse banderas de Falange, Democracia Nacional, Alianza Nacional y el Nudo Patriota Español, se engloba en una nueva vía que estos grupos de extrema derecha intentan tomar ante la escasa representatividad que tienen en el panorama nacional.
La iniciativa que enmarca estas acciones se denomina “La España en Marcha” o LEM, usado como acrónimo, y que comenzó tras muchos acercamientos y reuniones con la emisión de un manifiesto conjunto firmado por varios partidos con la intención de presentar una candidatura única que aspire a mejorar los exiguos resultados que a día de hoy han tenido.
El manifiesto, presentado el pasado mes de julio y firmado por La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español y Democracia Nacional, busca establecer una nueva política unitaria para ganar peso en el panorama político español. “La España en Marcha” nace con un ideario común de 16 puntos entre los que destacan la derogación de la Constitución, la prohibición de las ideas secesionistas, el cese de la inmigración, la oposición radical al aborto y la eutanasia, la abolición del matrimonio homosexual y la eliminación de las autonomías. Eduardo Arias, miembro de Nudo Patriota Español y uno de los promotores de la iniciativa, aspira a que sea una formación que tenga influencia en futuros pactos de gobierno.
La presentación de esta unión de partidos tendrá su puesta en escena el próxima día 12 de octubre en Barcelona, tal y como anunciaron en la web patriotas.es el pasado 18 de julio, un día después de la publicación del manifiesto. Entre las acciones previstas celebrarán el 28 de septiembre un acto previo a la presentación del 12 de octubre que han denominado “Quema de trapos separatistas”.
Este intento de unir a los partidos de extrema derecha no cuenta con todas las adhesiones que se suponen a un movimiento integrador. Norberto Pico, jefe nacional de Falange Española de las JONS, cuenta a este diario que ha decidido no unirse a la plataforma de partidos de extrema derecha “La España en Marcha”. Además, su grupo se ha desmarcado de la agresión en la librería Blanquerna.
La idea de esta política unitaria de la extrema derecha española nace de la nula representatividad que estos grupos tienen por separado en las elecciones. La razón de este escaso peso en el panorama político español se debe a la disgregación de las fuerzas de extrema derecha y al poder acaparador del voto conservador que tiene el Partido Popular. En el año 2009 un informe de FAES titulado ¿Dónde están los votantes? daba las pautas y una serie de consejos para que el Partido Popular recogiera el nicho de votantes de extrema derecha. El texto consideraba que este grupo de votantes iba a ir en aumento en un contexto social con un gran número de inmigrantes, una crisis severa y unas tasas de paro en aumento. El informe recoge que el PP debería cuidarse de no dejar ningún espacio en la derecha que pudiera ser recogido por otro partido que le privara de la victoria en las elecciones de 2011.
FAES aconseja ser consciente de la importancia del aumento de la cola de votantes de extrema derecha, basado en la teoría del Long Tail de Cris Anderson, y recomienda usar las nuevas tecnologías para captar el voto de extrema derecha de cara a las pasadas elecciones generales. Lo cierto es que los partidos que forman parte de “La España en Marcha” sufrieron un descenso significativo en las elecciones de 2011 en comparación con las generales anteriores. En 2008 los partidos que forman la coalición pasaron de tener 20.175 votos a tan sólo 4.760 en 2011.
La violencia de la extrema derecha
En julio de 2005 la policía desmanteló en la operación Panzer a un grupo denominado Frente Antisistema. Los 18 miembros detenidos de la organización fueron acusados de asociación ilícita por justificar el III Reich, divulgar el nacionalsocialismo y alentar el odio contra inmigrantes y homosexuales. Además les fueron requisadas diversas armas, entre ellas un lanzallamas, robadas de dependencias del Ejército. Uno de los detenidos, Pedro J. Cuevas, había ya sido condenado a 4 años de prisión por el homicidio del joven antifascista Guillem Agulló. Uno de los detenidos en la operación Panzer, Juan Manuel Soria Monfort, se presentó en 2008 para el Congreso en las listas de Alianza Nacional, uno de los partidos firmantes del manifiesto conjunto. Entre los detenidos se encontraba un concejal de Silla, en Valencia, y varios trabajadores de la empresa Levantina de Seguridad, de la que es dueño el abogado José Luis Roberto, líder del grupo de extrema derecha España 2000.
Uno de los miembros más peligrosos y violentos que forman parte de estos grupos de extrema derecha es Alberto Ayala Cantalicio, miembro del grupo Ultras Sur y próximo a Falange. Ayala Cantalicio concurrió a las elecciones con Falange y posteriormente en 2008 con Nación y Revolución, otro partido de extrema derecha que cambió de nombre en varias ocasiones hasta que con la denominación de Movimiento Social Republicano se unió a España 2000. El líder del MSR Juan Antonio Llopart fue condenado por una sentencia del tribunal superior de Valencia a dos años por un delito de difusión del genocidio.
Ayala Cantalicio ha sido detenido hasta en seis ocasiones y acusado de lesiones, daños, y atentado contra los derechos fundamentales. Alberto Ayala, a través de la asociación cultural y deportiva Vieja Escuela Madrid, sigue en contacto con los grupos y partidos de extrema derecha. De hecho la asociación que él preside fue una de las que pidió a la Delegación del Gobierno de Madrid los permisos para realizar varias manifestaciones, entre ellas una manifestación ultra el día que el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao iban a celebrar la final de Copa del Rey el pasado año en Madrid. La asociación Vieja Escuela Madrid sirve como herramienta a este miembro de los grupos neonazis para dar conferencias supremacistas, además de ser usado como gimnasio donde los miembros del grupo practican deportes de lucha tales como el boxeo y el kick-boxing.
La asociación mantiene vínculos con el grupo neonazi “Juventudes Canillejas”, escindido de Combat España, que fuera considerado por la policía uno de los grupos más peligrosos de Madrid.