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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

“No hay ninguna fuerza política que pueda ser el gallo del gallinero”

Con 79 años, Xosé Manuel Beiras está dispuesto a seguir trabajando por el cambio político que el 24M ha consignado en todo el país y particularmente en Galicia, en donde las Mareas han cosechado un éxito electoral sin precedentes. El portavoz de Anova advierte de los riesgos que comporta no entender este momento político y advierte que los partidos deben trabajar como motor auxiliar y no como protagonistas.

Beiras tiene pendiente una conversación con Pablo Iglesias para invitarle a dialogar sobre acuerdos y alianzas más allá de las siglas de Podemos y con la mirada puesta en las elecciones generales.

El veterano político gallego recibe a eldiario.es en su despacho del Parlamento de Galicia.

¿Esperaba el resultado electoral del 24M?

No. Yo nunca soy muy optimista antes de los resultados. Tampoco le hago mucho caso a las encuestas. Aunque se palpaba y me lo decían, no, yo no lo esperaba porque la maquinaria del poder es muy potente.

El fenómeno de las Mareas en Galicia está siendo muy observado en todo el país. ¿Cómo debe leerse lo que ha ocurrido en las urnas?

La implosión del 15M fue una ejemplificación de la famosa frase de Marx sobre que la revolución es como el viejo topo, que aflora de vez en cuando pero siempre está ahí. La incapacidad de las cúpulas de la mayor parte de los partidos de izquierda para darse cuenta de que el motor de un cambio posible estaba en la sociedad civil y en la ciudadanía más activa se ejemplificó en el proceso hacia las europeas.

Eso fue una de las causas que dio lugar a que todo lo que venía de atrás fuese lo que alimentó el magma que afloró electoralmente en Podemos. Si hubiera sido de otra manera, Podemos existiría, tendría su importancia, pero no sería lo que fue.

Ya desde el verano pasado se percibe que, de cara a las municipales, hay sectores de la ciudadanía que están decididos también a dar el salto para ser protagonistas en la palestra política. Nosotros (Anova) apostamos desde el principio para apoyar a las Mareas e invitamos a las demás fuerzas políticas a integrarse en el proceso de las Mareas, pero no usurpándole el protagonismo a la ciudadanía activa, sino contribuyendo.

Allí en donde la emergencia de esa ciudadanía era más potente y donde hubo más fuerzas integradas respetando esos criterios es donde las Mareas tuvieron más éxito. A mí me parece que eso corrobora que el motor está en la ciudadanía activa y hay que apoyar que esos motores continúen actuando.

¿Si Manuel Fraga levantase la cabeza?

Cogería un palo y le partiría la cabeza a Núñez (Feijóo). Eso para empezar.

En Madrid muchos miran a Feijóo como posible secretario general del PP o como relevo de Rajoy.

Aun sin estos datos, que en las cúpulas del PP se pensase en Núñez para el relevo de Mariano Rajoy es todo un indicio del estado de decrepitud del régimen político y del Partido Popular. Si piensan en Núñez Feijóo es que desconocen por completo quién es y qué falta de nivel tiene y sería perfecto porque demostraría que la Marca España está donde está.

¿Cuál cree que debe ser el papel del PSOE después del 24M?

La clave está en que recuperen y asuman un proyecto socialdemócrata en el sentido clásico. Segundo: Que asuman de una puñetera vez que no pueden continuar siendo uno de los dos partidos dinásticos. No pueden seguir jugando el papel de ser una de las dos columnas que soportan el edificio de la segunda restauración borbónica. Y tercero: que recuperen la tradición de la corriente federalista del PSOE histórico.

Pablo Iglesias parece considerar como propio el éxito de Manuela Carmena o el de Ada Colau.

No creo. Tuve una conversación por teléfono con Pablo Iglesias cuando la Marea Atlántica de A Coruña diseñó un gran mitin en donde se invitaba a hablar a Pablo Iglesias y a mí. Yo tenía decidido no participar presencialmente en actos de las mareas de la ciudades y se lo expliqué. Le dije que yo creo que está claro, desde las andaluzas, que de cara a una quiebra democrática ninguna de las fuerzas políticas rupturistas por sí misma puede lograr eso y que es necesario hablar, dialogar mucho y establecer una estrategia de acuerdos y alianzas.

¿Y que le respondió?

Que estaba completamente de acuerdo y que después del 24M tendríamos que hablar.

En ese contexto, ¿cree que Podemos debe evolucionar a fórmulas más allá de sus propias siglas en clave de elecciones generales?

Yo siempre procuro no decirle a otras fuerzas políticas lo que deben hacer. Cuando se me pregunta, digo cómo veo las cosas. Creo que no hay ninguna fuerza política que pueda ser el gallo del gallinero y que además no somos las fuerzas políticas las que debamos liderar el proceso ostensiblemente. Lo que tenemos que hacer es lo que algunos hicimos con las Mareas o lo que hicieron militantes de otras formaciones políticas en las Mareas.

Mi posición se basa en dos postulados. El primero: las fuerzas políticas rupturistas tenemos que abrir un proceso de diálogo muy serio. Tenemos que hacerlo poniéndonos a disposición de la ciudadanía que fue la protagonista de la derrota del PP, por lo menos en Galicia. En los tres ayuntamientos importantes de ciudades donde el PP tenía mayoría absoluta y la perdió (Santiago, A Coruña y Ferrol), el protagonista de esa derrota no fuimos los partidos políticos, fue la gente con la colaboración de los partidos políticos que nos integramos ahí. Esos son los pilares y nosotros contribuiremos para diseñar una estrategia que permita lo que podría ser a nivel de Galicia una gran Marea.

¿Va a invitar a Pablo Iglesias a esa reflexión?

Quedó en hablar conmigo. No hay que precipitarse. Si Pablo no se pone en contacto conmigo como dijo, le llamaré. Ya tuve conversaciones con Gerardo Pisarello o con Quim Arrufat y están muy interesados en que nos veamos. Ya empiezan a celebrarse esos contactos y confío en que Pablo esté dispuesto a participar en esas conversaciones. En todo caso, él lo que me dijo es que estaba de acuerdo.

Sin embargo, lo que está emitiendo Podemos es que está dispuesto a aceptar a todo el mundo pero bajo el paraguas de Podemos, que es Podemos quien unifica. ¿Es un error?

Desde mi punto de vista, sí. Pero tengo mi hipótesis de por qué se hace.

¿Cuál es?

Después de que Podemos aparezca como alternativa electoral con un gran éxito pero con una masa de votantes muy heterogénea, ¿qué pasa? Por una parte comienzan con un discurso de no izquierda/derecha, sino los de arriba y los de abajo. Mediáticamente me parece muy lógico, pero una cosa es que sea mediáticamente lógico y otra es que olviden que esa mayoría social de los de abajo no es un saco de arena, sino que es una diversidad que hay que articular. Para eso hay que tener un criterio de una alianza de clases de la izquierda social.

Como tuvieron mucho éxito, lanzan la cosa de que “Podemos, Podemos Podemos”; por lo tanto, el discurso de una formación que se considera hegemónica. A mí me parece que la pregunta que hay que hacer es que si tanto con los comicios andaluces como los del 24 de Mayo se corrobora o no que Podemos es hegemónico, y yo creo que no.

Pero da la impresión de que Podemos ha variado su discurso después del 24M y vuelve a reivindicarse como una fuerza de izquierda, como parte de un cambio de izquierda.

Eso demuestra que no son de piñón fijo y que no son sectarios. Y que, por lo tanto, están tomando nota de lo que está ocurriendo en la dinámica social y sociopolítica. Si eso lo aplican, lo lógico es que la reflexión conduzca a un discurso inclusivo. Y no inclusivo a base de meternos en Podemos, sino a base de articulemos lo que es diverso.

¿Podría incluso discutirse la eventual candidatura de Pablo Iglesias a las generales?

Podría ocurrir pero no es un tema que me preocupe ni me interese porque no me interesan los liderazgos.

¿Qué le parece cuando se dice desde Podemos que no pretenden ser la UCI de nadie? (en referencia a IU).

A mí me parece desenfocar el espacio y la temática del debate que hay que dar.

¿En qué sentido?

En el sentido de que estamos en lo mismo de siempre. Hay que entender que eso se acabó. Las mareas no solo dinamitaron al PP, que aún no está muerto en absoluto. Las mareas hicieron totalmente obsoletas estas maneras de enfocar, por parte de las direcciones de los partidos, la cuestión de las dinámicas políticas de los acuerdos y de toda esta historia.

En la última entrevista que le hicimos en eldiario.es usted dijo que no se volvería a presentar.

Mi posición es que mi ciclo político está acabado y estoy en un epílogo.

Pero estamos en un momento excepcional.

Yo lo que no excluyo es que si resulta que se considera que yo puedo hacer una aportación personal análoga, por poner un ejemplo, a lo que hizo Martiño Noriega en Santiago, pero teniendo en cuenta que yo tengo la edad que tengo, entonces yo no me niego a reconsiderar eso. No me niego a eso, pero solo en una situación de esas características yo reconsideraría mi postura.

El líder de Podemos en Galicia, Breogán Riobóo, ya ha dicho que no a una gran Marea anticipando que Podemos se presentará a las autonómicas de 2016.

Los dirigentes políticos no debemos dar por sentado aquello sobre lo que no tenemos la seguridad de que vaya a ser así. Yo veo altamente improbable que a la vuelta del verano Podemos mantenga esa posición.

¿Será Galicia el único territorio donde los de Pablo Iglesias no puedan configurar una lista con sus siglas?

¿Acaso la dirección de Podemos considera que el resultado y el éxito de las Mareas en Compostela, A Coruña y Ferrol les corresponde a ellos, es patrimonio suyo? Si no lo es, que desde luego que no lo es, ¿qué potencial tiene en Galicia Podemos para hacer eso que dice?