¿Cuál es la principal novedad del nuevo DNI?
El nuevo Documento Nacional de Identidad incorpora un chip certificado como dispositivo seguro de mayor capacidad y velocidad que en el anterior modelo, el DNI electrónico, y permite la transmisión de datos vía Near Field Communication (NFC). El documento valida y otorga legalidad a la firma electrónica.
¿Qué permite la tecnología NFC?
La transmisión de datos entre dispositivos es la principal novedad del nuevo DNI. A través de la tecnología NFC, podremos traspasar los datos de nuestro DNI a dispositivos móviles, así como a aquellas aplicaciones, con diferentes usos, como la identificación en compras o en trámites con la Administración.
¿Cuándo se implantará el nuevo DNI?
Actualmente se encuentra en fase de prueba en Lleida, ciudad piloto. Fuentes policiales aseguran que a lo largo de este año se extenderá al resto del país.
¿Qué datos del DNI se podrán leer con esta nueva tecnología?
El documento contendrá digitalmente la misma información que aparece impresa en nuestro documento físico. De forma voluntaria, el ciudadano podrá incluir un teléfono y correo electrónico de contacto para casos de emergencia.
¿Podrá un agente identificarme con un dispositivo NFC sin que yo lo sepa?
No. Según fuentes policiales consultadas por eldiario.es, el DNI estará protegido por un PIN, por lo que ningún dispositivo podrá acceder a los datos contenidos en él sin el conocimiento del propietario.
¿Qué trámites se podrán realizar con el nuevo documento de identidad?
La idea es que todos aquellos trámites en los que el ciudadano se tiene que relacionar con la Administración del Estado puedan ser realizados de forma telemática y validados con la firma digital que contiene el nuevo DNI.
¿Obliga la implantación del nuevo del DNI a alguna modificación legislativa?
Según Interior, solo se ha tenido que modificar un Real Decreto, el que regula las características del Documento Nacional de Identidad y sus certificados de firma electrónica.
¿Esta tecnología está ya en uso en otros documentos?
Sí. Tarjetas bancarias usan ya esta tecnología para los pagos. También se puede encontrar en los abonos de transporte urbano de algunas ciudades, así como en las tarjetas de acceso a edificios e instalaciones que usan algunas empresas.