El candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, ha imprimido un cierto cambio en el que ha sido su discurso durante la campaña al asumir que necesitará a Unidas Podemos para gobernar la Comunidad de Madrid tras haber renegado de Pablo Iglesias cuando aún era vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez. Hace unas semanas, el aspirante socialista optaba por un gobierno con Ciudadanos y Más Madrid ante la estrategia de Moncloa de hacerse con el voto de centro. Sin embargo, las encuestas que manejan los socialistas indican que la táctica no está funcionando ya que el PSOE no rentabiliza la debacle de Ciudadanos por lo que Gabilondo ha optado por mantener la mano tendida a Mónica García para gobernar juntos y ha reclamado el apoyo a Iglesias.
Gabilondo ha dejado el principal titular del debate en el último bloque, referido a los pactos postelectorales. Ha comenzado reconociendo que no pactaría ni con el PP ni con Vox al considerar que van en contra de sus principios -se ha referido al discurso de la extrema derecha sobre los menores extranjeros no acompañados y ha afeado a Ayuso que llamara “mantenidos” a quienes acuden a las 'colas del hambre'-. Después ha reconocido que Ciudadanos se decanta por reeditar una alianza con la derecha en el caso de que Edmundo Bal logre el 5% necesario para obtener representación en la Asamblea de Madrid, lo que le ha llevado a referirse una vez más a los votantes de la formación de Inés Arrimadas, a los que ha apelado si quieren un “Gobierno serio y limpio”.
A continuación ha tendido la mano a la candidata de Más Madrid, Mónica García, a la que se ha dirigido “explícitamente” para plantearle gobernar en coalición. “Sumamos, creo en un gobierno progresista y creo que podemos gobernar”, le ha dicho. Más Madrid es la formación del bloque de izquierdas que más está creciendo, de acuerdo a los datos que manejan los socialistas.
El mensaje ha sido diferente para Pablo Iglesias, a quien Gabilondo había sacado de la ecuación hasta ahora, a pesar de que tanto en Moncloa como en Ferraz reconocían que la única opción de gobernar es la suma de las tres fuerzas progresistas. “Confío en contar con el apoyo de Unidas Podemos para cerrar el paso al Gobierno de Colón. Pablo, tenemos doce días para ganar las elecciones”, le ha dicho.
En declaraciones tras el debate, Gabilondo ha remarcado que solo pide el “apoyo” a Unidas Podemos para “frenar el Gobierno de Colón. ”He pedido el apoyo, no he pedido nada más“, ha rematado.
Iglesias, que durante el debate ya había aludido a la necesidad de entendimiento entre PSOE y Unidas Podemos en la región para arrebatar el poder a Isabel Díaz Ayuso, lo ha hecho también en el bloque de pactos. “Me han dicho muchas veces que es imposible, que no iba a haber gobierno de coalición y que yo no sería vicepresidente”, ha dicho. “Y ahora van a repetir lo mismo, pero no van a impedirlo. Ahora vamos a aportar algo que nos reconocen, firmeza. Si firmamos un programa de izquierdas, las firmas no se las lleva el viento”, ha asegurado. “Los que dicen que lo que ocurrió en España no puede ocurrir aquí, saben que cada vez estamos más cerca. Volveremos a ganar y habrá un modelo de coalición de izquierdas”, ha rematado.
Tras el debate y preguntado por las palabras de Gabilondo, Iglesias ha dicho que quedan “doce días para ganar a la derecha” y se ha mostrado convencido que, a partir de hoy, la victoria del bloque progresista está más cerca. De las palabras de Gabilondo, Ayuso ha deducido que el socialista ha dejado claro pactará con Iglesias y que le hará vicepresidente para “subir impuestos”, según ha dicho en declaraciones a los medios al abandonar la sede de la televisión pública madrileña.
Gabilondo, que ha tratado de buscar el cuerpo a cuerpo con Ayuso, se ha reivindicado como el candidato del PSOE frente a la intención de la presidenta madrileña de confrontar con Sánchez y el Gobierno central. “No soy Sánchez, soy Ángel Gabilondo, me presento yo”, le ha dicho a Ayuso ante los reproches constantes. Gabilondo ha afeado a la presidenta trate así de buscar “una excusa para no afrontar los problemas y para desviar la atención”.
Los tres candidatos progresistas, además, han eludido las discrepancias y han centrado sus críticas en Ayuso y en Vox, fundamentalmente. Gabilondo e Iglesias han diferido, no obstante, respecto a la política fiscal. El socialista ha reiterado que su apuesta es “no tocar los impuestos” en estos dos años en la línea de lo que plantea la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, de aplazar la reforma fiscal hasta que la economía se recupere. “Esto no quiere decir que no haya un problema serio de la fiscalidad en Europa y en España”, ha dicho Gabilondo, cuyo partido apuesta por armonizar los impuestos en España y subir algunos para que el país se asemeje a la UE, que está unos siete puntos por encima en presión fiscal.
Iglesias ha reclamado “aplicar la Constitución” y “bajar los impuestos a autónomos o trabajadores”, pero para quien tenga “un patrimonio de más de un millón de euros excluida la vivienda habitual” Iglesias ha planteado “recuperar el impuesto de Patrimonio como hace cualquier país serio”. “Esto es de sentido común y es un elemento identitario para la izquierda. Tiene que haber solidaridad, no puede ser que los autónomos, trabajadores y pequeña empresa hagan el esfuerzo fiscal y los que tienen la suerte de ganar mucho no se esfuercen”. Dirigiéndose a Gabilondo “desde el compañerismo” y “sabiendo” que van a gobernar “juntos” Iglesias le ha planteado si no es razonable que una persona con un gran patrimonio “no se esfuercen” para “tener mejores escuelas”. “Es lo que ha defendido la izquierda toda la vida”, ha acabado. “En este momento, no”, le ha contestado Gabilondo.