“El policía no es el protagonista, sólo cumplen órdenes. El protagonista es el mando político que ordena”. Es la opinión del Centro de Análisis y Prospectiva (CAP), un Gabinete Técnico de la Guardia Civil, que alerta en su boletín del mes de septiembre del “peligro” de la “adquisición de protagonismo de las fuerzas policiales antidisturbios”.
En el boletín, aunque aseguran que las opiniones vertidas en él no se corresponden con las de la Guardia Civil, señalan una serie de riesgos consecuencia de la expansión de las protestas sociales además del protagonismo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Uno de ellos sería la posible “radicalización” y el ser “campo de abono para extremismos y alternativas políticas exaltadas y oportunistas”. Otro, “la posibilidad de criminalización de los movimientos sociales”.
En su opinión, se corre el riesgo de modificar la ley para “perseguir a los activistas sociales convirtiéndoles en meros delincuentes” o “deslegitimar las protestas sociales haciéndolas pasar por simple vandalismo”.
El CAP recuerda además que en España, “los episodios de alteración de la seguridad ciudadana y el mantenimiento del orden público en grandes concentraciones ciudadanas” son controlados por las Unidades de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía (UIP) y los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil (GRS), y que estos deben actuar basándose “en el principio de intervención mínima de la fuerza y de menor lesividad y de uso progresivo de la fuerza”.