La generación que no sufrió el 11M: “Me suena más el 11S”

Elena Herrera

10 de marzo de 2024 21:14 h

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Carlota Montesinos, 21 años recién cumplidos, reconoce que tuvo que buscar qué era el 11M cuando una persona de su entorno le trasladó la posibilidad de participar en este reportaje de elDiario.es. “La verdad es que no sé mucho, pensaba que se conocía como el atentado de Atocha. No recordaba que la fecha se resumiera así”, afirma esta joven, que tenía apenas un año cuando se produjo la masacre terrorista más grave sucedida en España. El 11 de marzo de 2004, entre las 07:37 y las 07:40 horas, una sucesión de diez explosiones en cuatro trenes de cercanías de Madrid mató a 193 personas e hirió a 1.856. 

Explotaron bombas en Atocha, pero también en Santa Eugenia y El Pozo, barrios de aluvión donde abunda la clase trabajadora. Eran, en su mayoría, vecinos del Corredor del Henares y Vallecas que se dirigían a sus centros de trabajo o educativos. La masacre provocó una profunda conmoción en un país tristemente habituado al terrorismo de ETA, pero que se exponía ahora a un nuevo tipo de vulnerabilidad. La historia, se supone, es bien conocida por quienes lo vivieron, por quienes siguieron las imágenes que aquellos días repetían las televisiones o quienes asistieron a la multitudinaria manifestación contra el terrorismo de un día después y que sacó a la calle a más de diez millones de personas

Pero el conocimiento sobre lo ocurrido se desvanece entre quienes no tienen recuerdos en primera persona de lo que pasó hace ahora dos décadas, según los testimonios recabados por elDiario.es, que ha tratado de pulsar el conocimiento de lo ocurrido en la generación que acaba de estrenar la veintena justo cuando se cumplen veinte años de lo ocurrido. Y la principal conclusión es que saben dar unas pinceladas de lo que ocurrió —“pusieron bombas en los trenes”— y una cifra aproximada de los fallecidos —“más de cien”—. Pero, en términos generales, es un tema que conocen con poca profundidad. 

“Nunca he llegado a indagar mucho más”, reconoce Carlota, estudiante de Ingeniería Aeroespacial. Las referencias que tienen son, sobre todo, por lo que han escuchado en sus casas, especialmente vinculado a los aniversarios, cuando el tema copa la atención de los medios de comunicación. “El 11M fue lo de las bombas en Atocha. En mi casa se ha hablado muchas veces, mis padres nos han contado cómo lo vivieron”, dice Álvaro Alonso, de 20 años y estudiante de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Él nació en noviembre de 2003, apenas cuatro meses antes de los atentados.

Este joven afirma que sus referencias son, sobre todo, familiares, aunque dice que sí es un asunto que se trató “por encima” en las clases de Historia de su instituto. Una visión similar ofrece Jorge Lázaro, de 21 años y estudiante de Nutrición Humana y Dietética. “Recuerdo lo que hemos hablado en casa cuando ha surgido la fecha y ha salido en la televisión. Fue un atentado inesperado. Mis padres creo que estaban trabajando. Por suerte no tenían que pasar por ahí”, afirma. Respecto a si lo estudió durante su vida académica, Jorge afirma que sí es un tema del que se habló “alguna vez” en las clases de Historia, aunque “no con mucha profundidad”. 

También Carlota habla de las referencias familiares, que su caso vincula al monumento construido tras los atentados, un cilindro ubicado en las inmediaciones de la estación de Atocha. “Recuerdo pasar por la zona y preguntar qué era eso. Y ahí sí que me han explicado”, dice esta joven, que no recuerda haber estudiado estos atentados durante su etapa preuniversitaria. Ese memorial fue desmontando y este domingo 10 de marzo está prevista la inauguración de un espacio de recuerdo en el vestíbulo de la estación

Las elecciones del 14M

Los atentados se produjeron en un momento clave para España, justo tres días antes de unas elecciones generales que desalojaron al PP de la Moncloa. El desconcierto de los instantes posteriores a la tragedia contribuyó a que medios de comunicación como El Mundo, la Cope o Libertad Digital alentaran una “teoría de la conspiración” en torno a la autoría del atentado que apuntaba sin pruebas a una posible implicación de ETA. Esas creencias infundadas, también espoleadas por cargos del Partido Popular, quedaron descartadas en la sentencia sobre los atentados. Entre las generaciones más jóvenes, no parece haber demasiadas dudas sobre la autoría e incluso hay quien, de forma somera, hace una particular definición de la teoría de la conspiración. 

“Tres días después del 11M se iban a celebrar unas elecciones que estaban muy a favor del PP. El atentado se interpretó como una venganza a ese partido por el envío de tropas a Irak junto a Estados Unidos y Gran Bretaña y por eso perdió las elecciones. Y de ahí surge la teoría de que el PSOE lo planificó para intentar ganar las elecciones”, señala Álvaro. Jorge también recuerda que había convocadas unas elecciones, pero no recuerda con exactitud quién las ganó. “Creo que fue el PSOE, pero no estoy seguro”, subraya. 

Ninguno de los jóvenes entrevistados conoce la figura de Pilar Manjón, que perdió a su hijo en el tren que explotó en la estación de El Pozo. Daniel Paz Manjón, al igual que los entrevistados para este reportaje, tenía 20 años en ese momento. Era estudiante de INEF. Su madre fundó una asociación y se convirtió en una figura relevante en defensa de las víctimas, lo que le llevó a ser objeto de un constante acoso por parte de los conspiranoicos, también del PP. 

La diferencia con el 11S

El conocimiento superficial que las generaciones más jóvenes tienen sobre el atentado de Madrid contrasta con la “conciencia” que sí dicen tener respecto a otras masacres terroristas como el atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono. “Conozco ambos atentados, pero me resulta casi más familiar el 11S. No había nacido, pero si me preguntas por un atentado terrorista es el que se me viene a la cabeza”, reconoce Jorge. 

Álvaro mantiene una postura similar. “Los vídeos de los aviones estrellándose son muy espectaculares y todos las hemos visto repetidas miles de veces. Es un acontecimiento histórico muy influenciado por el patriotismo que generó en Estados Unidos”, dice este joven, que alude a la acumulación de películas que se han hecho sobre estos atentados como otro elemento que ha fomentado su popularidad. 

“Siempre he escuchado hablar más del atentado de las Torres Gemelas”, reconoce también Carlota, aunque ella sí recuerda haber visto una serie de Netflix que aborda el atentado de Madrid de manera tangencial, como un elemento más de la trama. “Era sobre una pareja que se conocía en los vagones, era ficción”, recuerda. La realidad es que el 11M ha sido objeto de numerosas producciones televisivas a lo largo de las últimas dos décadas. Pero casi todas se han acercado a estos hechos desde el reportaje o el formato documental. Y son escasos los ejemplos dentro del género de la ficción.

Tampoco se ha hecho apenas ficción sobre otros atentados de corte yihadista más recientes como los de París, en 2015; o en Bruselas, en 2017. Pese a ello sí están en la retina de estos jóvenes, a los que pilló casi en la adolescencia. “La verdad es que esos sí que me suenan más”, dice Jorge. Una opinión similar ofrece Álvaro, que estaba de viaje con su familia en París cuando se produjeron los tiroteos que dejaron 130 muertos. “Recuerdo que cerraron todo y que fue angustiante”, rememora este joven.