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Gerry Adams censura la participación de Londres y Dublín en las negociaciones de paz

EFE

Dublín —

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El presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, calificó hoy de contraproducente la participación de los primeros ministros del Reino Unido e Irlanda, David Cameron y Enda Kenny, respectivamente, en las conversaciones de paz con los partidos norirlandeses.

En una entrada en su blog, Adams aseguró que los dos mandatarios dejaron la situación “en peor estado que cuando vinieron”, al tiempo que les acusó de ser “los arquitectos del fracaso de las negociaciones”.

Los partidos norirlandeses reiniciaron este martes en Belfast una nueva ronda de conversaciones para tratar de llegar a un acuerdo antes de Navidad sobre las cuestiones que afectan la marcha del proceso de paz en la provincia británica.

Al día siguiente se les unieron la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, y el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Charlie Flanagan, aunque se desconoce aún si Cameron o Kenny volverán a participar en este proceso.

Ambos presidieron la pasada semana unas conversaciones maratonianas que, no obstante, concluyeron el jueves sin que los partidos acercaran posiciones respecto a asuntos como el de las banderas, los desfiles protestantes y el legado de casi 30 años de un conflicto armado que causó más de 3.500 muertos.

Las diferencias que mantienen sobre esas cuestiones han afectado también a la toma de decisiones de importancia para el funcionamiento del Ejecutivo de Belfast de poder compartido entre católicos y protestantes, como la adopción de una política presupuestaria o la reforma del sistema de bienestar social.

Gerry Adams reiteró hoy que el Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), sigue trabajando “duro” para hallar una solución, pero acusó a Villiers de “mantener el guión establecido” al seguir culpando a las formaciones por “la crisis” que atraviesa el proceso de paz.

El dirigente nacionalista insistió en que el proceso político en Irlanda del Norte no funcionará a menos que se “adopte un modelo fiscal y económico diferente”.

Mientras el Sinn Féin se niega aplicar la política de austeridad impuesta por Londres a sus regiones y rechaza recortes en el sistema de bienestar, el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) -partidario de la permanencia en el Reino Unido- entiende que el ajuste es necesario para hacer frente a la crisis económica.

Fuentes cercanas a las conversaciones indicaron a Efe que ambas partes no están aún en condiciones de acercar posiciones sobre ese asunto y se desconoce si las formaciones seguirán negociando hasta el fin de semana.

Los gobiernos británico e irlandés confían en que los partidos llegarán a un acuerdo antes de fin de año, dado que después todas las partes seguramente endurecerán sus posiciones ante la celebración en mayo de elecciones generales en el Reino Unido.

De momento, Cameron ha ofrecido a Belfast un “paquete de ayuda” financiera de mil millones de libras (1.260 millones de euros) a cambio de que los partidos logren un acuerdo, pero estos lo han considerado insuficiente.