El Gobierno alemán criticó hoy la condena a muerte dictada el sábado por un tribunal egipcio contra el expresidente Mohamed Mursi y mostró sus “dudas” de que en el proceso se hayan respetado los estándares de un Estado de derecho.
El portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert, señaló que Berlín ha recibido la noticia con “consternación” pues Alemania se opone a la aplicación de la pena de muerte en cualquier país y para cualquier tipo de crimen y trabaja en favor de la abolición de ese castigo.
Pero, además de esa cuestión “de principios”, consideró necesario estudiar si se cumplieron las exigencias propias de un Estado de derecho en el proceso judicial y avanzó que hay “dudas” al respecto.
Berlín ya mostró su preocupación por el funcionamiento del sistema judicial egipcio cuando el mes pasado el expresidente fue condenado a 20 años de prisión por el uso de la violencia durante los disturbios registrados en El Cairo en 2012.
El Ministerio egipcio de Exteriores calificó hoy de “injerencia en los asuntos internos del país” las críticas internacionales contra la condena de muerte dictada Mursi.
El expresidente fue condenado, junto a otros 105 miembros de los Hermanos Musulmanes, por el caso de su fuga de una prisión durante la revolución de 2011, que forzó la renuncia del entonces mandatario Hosni Mubarak.