El Consejo de Ministros aprobará el próximo martes conceder al presidente de Colombia, Iván Duque, la Gran Cruz de Isabel la Católica, una de las máximas condecoraciones que otorga el Estado español y de cuya Orden es gran maestre el rey, Felipe VI, según han confirmado a elDiario.es fuentes diplomáticas. Es la segunda en grado de importancia dentro de la Orden. Duque la recibirá a un año de las elecciones en las que intentará revalidar un mandato marcado por la violencia policial y militar durante las protestas contra su política económica y la gestión de la pandemia, en las que han muerto un número indeterminado de personas y otros cientos permanecen desaparecidos.
Iván Duque visitará España la próxima semana y será atendido por las máximas autoridades del país. Felipe VI le recibirá en el Palacio de la Zarzuela, donde se celebrará un almuerzo en su honor. También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le recibirá en Moncloa. Además, Duque participará en la Feria del Libro de Madrid, en la que Colombia es el país invitado, y en actos políticos con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entre otros.
La elección de Colombia como país invitado en la 80º edición de la Feria del Libro de Madrid ya puso en alerta a organizaciones de Derechos Humanos, así como a diversos colectivos de artistas colombianos tanto residentes en Europa como en el propio país latinoamericano. De hecho, la Feria arranca con una fuerte polémica por el veto que impuso el Gobierno de Duque a determinados autores de gran prestigio que confrontan políticamente con él y con sus políticas, como Piedad Bonnett, Laura Restrepo, William Ospina, Héctor Abad Faciolince o Fernando Vallejo, entre otros.
En España, escritores y otros artistas han denunciado el “blanqueamiento” que supone la presencia de Duque en un evento de la trascendencia social y cultural que tiene la Feria del Libro. Pero a esa denuncia se suma ahora la condecoración que le otorgará el martes el Gobierno.
Fuentes diplomáticas aseguran que “es práctica habitual recibir en Visita de Estado u Oficial a los Jefes de Estado extranjeros” y que “en el marco de estos viajes, con frecuencia se recurre a la imposición de condecoraciones”. Las mismas fuentes aseguran que “esta práctica es clara en el caso de Colombia, cuyos presidentes han visitado sistemáticamente España”. De hecho, una veintena de jefes de Estado del país caribeño han recibido una distinción de esta Orden, bien sea el Collar (el máximo galardón), bien la Gran Cruz, el segundo en el escalafón. Entre los primeros, los dos predecesores de Duque, Juan Manuel Santos (en 2015) y Álvaro Uribe (en en 2005). Otros mandatarios latinoamericanos también forman parte de la orden. El último en recibir el Collar fue el expresidente de Perú Martín Vizcarra en 2019.
Duque, un mandato marcado por la violencia
Iván Duque accedió a la Presidencia de Colombia en 2018, después de imponerse al candidato progresista Gustavo Petro en la segunda vuelta de las elecciones. Duque fue un firme opositor al acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc y que fue firmado por su predecesor en el cargo pese a que en un referéndum la mayoría de los colombianos se decantó por el no. Petro recogía el relevo de Santos, mientras Duque ha sido el sucesor en la derecha de Álvaro Uribe.
Desde su llegada al poder, Duque ha afrontado al menos dos grandes paros generales en Colombia en protesta por sus políticas. La primera, en 2019, cuando la popularidad de Duque apenas llegaba al 26%. En la segunda gran huelga, iniciada la pasada primavera contra una reforma fiscal, el presidente militarizó varias ciudades para contener las manifestaciones. Se denunciaron decenas de muertos y cientos de personas han desaparecido sin que meses después se tenga noticias de su paradero o suerte. En mayo de este año, según informaba la agencia Efe, la Fiscalía General y la Defensoría del Pueblo del país habían recabado las denuncias de 548 personas desaparecidas. 189 ya habían sido localizadas. Otras 359 casos no.
Duque se vio obligado a retirar su plan y el ministro que lo presentó renunció, aunque fue recolocado. Pero las protestas siguieron, con la violencia policial y militar, y la mala gestión de la pandemia del coronavirus, como principales motivos del descontento.
Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional han denunciado “la grave crisis de derechos humanos en el país”. En una carta abierta dirigida a Duque, su secretaria general señala que han “documentado el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y múltiples violaciones de Derechos Humanos y crímenes de derecho internacional, incluyendo la desaparición forzada y la violencia sexual”.
También la ONU ha mostrado sus temores e incluso la Organización de Estados Americanos (OEA) ha condenado los casos de “tortura y asesinato cometidos por las fuerzas del orden”. Naciones Unidas, eso sí, ha condenado el atentado que sufrió el propio Duque, cuando un helicóptero en el que viajaba fue tiroteado.
En otro informe del pasado mes de julio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (perteneciente a la OEA) daba por confirmado “que, en reiteradas ocasiones, así como en diversas regiones del país, la respuesta del Estado [a las protestas] se caracterizó por el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza, en muchos casos, incluyendo la fuerza letal”.
Además, se han multiplicado las denuncias de incumplimiento del acuerdo de paz con las Farc, así como el asesinato o desaparición de líderes sindicales y sociales, tal y como han señalado sindicatos españoles como CCOO y UGT. En España, la llegada de Duque será recibida con una manifestación el domingo que ha recibido el respaldo público, por ejemplo, de la propia UGT. Además, se llevarán a cabo diferentes acciones contra ese “blanqueamiento” del Gobierno colombiano que lamentan los artistas.
En cuanto a la agenda oficial de Duque, el presidente colombiano se reunirá con los principales mandatarios de España. Felipe VI lo recibirá el jueves 16 de septiembre en la Zarzuela, y Pedro Sánchez en la Moncloa. Además, el mandatario participará ese mismo día en un evento informativo en el que será presentado por la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El PP mantiene unos fuertes lazos con la derecha colombiana en general y con el uribismo en particular, merced a la intermediación del expresidente José María Aznar.
La Orden de Isabel la Católica data de 1815. El por entonces rey de España, Fernando VII, la instituyó tras recuperar el trono “para premiar la lealtad acrisolada y los méritos contraídos en favor de la prosperidad de aquellos territorios”, según recoge el reglamento de la Orden que figura en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Gran Maestre de la Orden de Isabel la Católica es el rey de España, mientras el Gran Canciller es el ministro de Asuntos Exteriores, que hoy es José Manuel Albares. Es él quien eleva las propuesta de condecoración al Consejo de Ministros y , en el caso de las condecoraciones inferiores, los concede en nombre del jefe del Estado.
El distintivo mayor es el Collar, seguido por la Gran Cruz (la que recibirá Duque), la Encomienda de Número, la Encomienda, la Cruz de Oficial, la Cruz, la Cruz de Plata, Medalla de Plata y la Medalla de Bronce, además de la Corbata o la Placa de Honor para personas jurídicas.
Las condecoraciones no llevan aparejada ninguna compensación económica. Y en caso de que un miembro de la Orden sea condenado en firme por algún delito, puede perderla.