El currículum de María Elósegui que manejó el Consejo de Europa para elegirla próxima jueza del Tribunal Europeo de Derechos Humanos había sido antes examinado “cuidadosamente” por el Gobierno español, según trasladó éste al organismo europeo. Elósegui, sin embargo, se presenta en él como autora del Anteproyecto de la Ley de Igualdad de 2007, cuando todos los responsables políticos del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero han negado a eldiario.es que la catedrática participara de alguna manera en el proyecto.
El 1 de noviembre de 2017, el Consejo de Europa recibió una comunicación de Rafael Andrés León Cavero, agente para la representación de España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En ella, León Cavero daba cuenta del proceso de selección realizado en España y de la terna resultante. En su escrito afirma que el Gobierno español ha “deliberado y evaluado cuidadosamente los currículum de todos los candidatos” y que propone “por unanimidad” a Elósegui, Francisco Pérez de los Cobos y José Martín y Pérez de Nanclares.
En esa misma comunicación, el agente español explica que la selección ha sido realizada por un Comité compuesto por altos cargos de Asuntos Exteriores, Presidencia del Gobierno y Ministerio de Justicia. Presidió ese Comité el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ildefonso Castro López, y lo integraron la número dos del Ministerio de Justicia, Carmen Sánchez-Cortés; la subsecretaria de ese mismo departamento, Aurea Roldán; el subsecretario del Ministerio de Presidencia y Administración Territorial, José María Jover; y el propio Rafael Andrés León, que actuó de secretario.
En un principio se presentaron al convocatoria abierta un total 17 candidatos, pero dos renunciaron antes de las entrevistas personales que realizó el Comité en inglés, francés o ambos idiomas, los que utiliza el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Dos intérpretes de la Oficina de Servicios Lingüísticos del Ministerio de Asuntos Exteriores asistieron a los altos cargos, según detalla la carta. Las entrevistas se realizaron entre el 9 y el 23 de septiembre y solo uno de los 15 candidatos fue considerado no apto.
Con las entrevistas realizadas y una vez evaluados “cuidadosamente” los currículum de cada uno, los cinco altos cargos del Gobierno decidieron, por unanimidad, que la terna española, extraída de los 14 candidatos que quedaban, estaría compuesta por Pérez de los Cobos, Martín y Pérez de Nanclares y Elósegui.
La carta del representante español en Estrasburgo fue hecha pública por el Consejo de Europa esta semana, tras la elección de Elósegui, así como otra documentación relacionada con el proceso de selección, en España y en Estrasburgo. Entre esa documentación figura el currículum de la elegida por la Asamblea Parlamentaria. En tercera persona se puede leer que María Elósegui “preparó el anteproyecto de la Ley Orgánica de Igualdad entre mujeres y hombres 3/2007, actualmente en vigor, a propuesta del Ministerio de Trabajo”.
El Gobierno de Zapatero desmiente su colaboración
Esta redacción se puso en contacto el pasado viernes con Jesús Caldera, titular del departamento de Trabajo, Ministerio proponente del Proyecto de Ley; con la secretaria de Igualdad entonces, Soledad Murillo; y con la directora del Instituto de la Mujer de aquella época, Rosa Peris. Todos ellos dijeron no tener constancia de aportación alguna de Elósegui a aquel proyecto legislativo, que reformó 27 leyes y cambió las políticas de igualdad en España.
Al tiempo, eldiario.es intentó preguntar a María Elósegui por esta cuestión, como había procurado desde el miércoles con otras relativas a sus publicaciones. La catedrática no respondió a las reiteradas llamadas a la Universidad de Zaragoza, donde trabaja, ni a su domicilio particular. Tampoco contestó a los correos electrónicos remitidos a sus direcciones personal y de trabajo, previa comprobación de que se encuentran activos y utiliza habitualmente.
La antigua directora del Instituto de la Mujer Rosa Peris, a consultas de eldiario.es, buscó entre su documentación y encontró un estudio que en 2004 encargó el organismo que dirigía al magistrado Fernando Lousada, con el objeto de utilizarlo en una futura Ley de Igualdad. Según consta en el currículum de Lousada, éste decidió reclutar a tres expertos para realizar aquel trabajo, que nunca llegó a ser utilizado por el Instituto de la Mujer. Elósegui no entró jamás en contacto con el Ministerio ni con ninguno de sus órganos dependientes, aseguró Peris.
El falso currículum y la intensa campaña
La inclusión de su falsa colaboración con el Gobierno de Zapatero en una Ley de Igualdad no supone un asunto menor en la explicación de por qué Elósegui consiguió el apoyo mayoritario de la Asamblea Parlamentaria. Fuentes del Consejo de Europa aseguran que la catedrática de Filosofía del Derecho ha sido votada por representantes tanto de la derecha como de la izquierda europea, entre estos últimos la única parlamentaria de Podemos, según confirmaron fuentes de la propia formación.
Elósegui ha sido protagonista de una intensa campaña que el Consejo de Europa no había vivido antes, según varias fuentes del organismo europeo. Como reveló eldiario.es, la catedrática en persona estuvo enviando correos electrónicos a los miembros de la Asamblea Parlamentaria en los últimos dos meses y hasta horas antes de la votación.
En esos correos alcanzaba un tono de descalificación hacia su principal adversario, Martín y Pérez de Nanclares, el recomendado por el panel de expertos de la citada Asamblea. “¿Nunca es momento para una mujer solo porque cuenta con sus propios apoyos y no trabaja en un Ministerio?”, se preguntaba en uno de esos mensajes en referencia al cargo de subdirector general de Asuntos Jurídicos de Exteriores que desempeña su adversario.
Al tiempo, Elósegui había exhibido su verdadero perfil conservador a los parlamentarios de esa tendencia en entrevistas por los estados miembros del Consejo de Europa y también durante sus desplazamientos a Estrasburgo, con motivo de su papel en el ECRI, un comité antirracista del Consejo de Europa que integra desde 2013.
El Consejo de Europa obliga a los estados miembros a que presenten una terna para el Tribunal de Estrasburgo en la que cada candidato hable con fluidez inglés o francés y tenga un conocimiento “pasivo” de uno de esos idiomas. También exige que uno de esos tres candidatos sea mujer, cuota que representó Elósegui.
El Gobierno tuvo desde el principio como auténtico candidato al expresidente del Tribunal Constitucional Diego Pérez de los Cobos. Para facilitar su elección retrasó meses la apertura del proceso de selección, a la espera de que el magistrado dejara el Constitucional. Después, aprobó unos criterios que dejaban fuera a la que iba a ser su principal oponente, la también expresidenta del Constitucional, María Emilia Casas, pero tuvo que modificarlos porque el Tribunal Supremo tumbó el acuerdo del Consejo de Ministros por discriminatorio.
Al llegar el proceso de selección a Estrasburgo, siete de los diez juristas del panel de expertos de la Asamblea Parlamentaria optaron por Pérez y Martín de Nanclares y tres por Elósegui. Pérez de los Cobos no recabó ningún apoyo en ese corte. Todo apuntaba a que los representantes europeos seguirían el criterio de su panel de expertos y votarían al subdirector general de Exteriores, pero Elósegui acabó imponiéndose con 114 votos de los 227 emitidos, la mayoría absoluta.