El Gobierno empieza la negociación de los Presupuestos con reuniones a varias bandas
Las negociaciones para los Presupuestos Generales de 2021 cogen velocidad. El Gobierno sigue teniendo dos vías abiertas. La que desde el Ejecutivo señalan como prioritaria, que pasa por los socios de la investidura, pero sin perder de vista la opción de sumar a Ciudadanos, bien sea por la posibilidad de perder a alguno de los aliados parlamentarios o bien porque la intención de Pedro Sánchez es buscar el máximo respaldo posible, pese al rechazo de Pablo Iglesias. Mientras siguen las conversaciones en el seno del Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos para cerrar una propuesta conjunta, los contactos han comenzado ya con los grupos parlamentarios a varias bandas.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que tiene entre sus responsabilidades la relación del Gobierno con las Cortes, ha iniciado una ronda con los portavoces de todos los partidos, excepto Vox, en la que pretende abordar el calendario normativo aprobado por el Consejo de Ministros la semana pasada y sondearles sobre la negociación presupuestaria. El primer encuentro se produjo este lunes con Cuca Gamarra, a la que la número dos del gabinete insistió en que el PP debería abstenerse para dar vía libre a la tramitación de las cuentas. Este miércoles se verá con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
A esas reuniones se suman las que mantendrá el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que ya ha cerrado encuentros con los portavoces de ERC, Gabriel Rufián, y de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, en Madrid, y que se produciran también este miércoles. 18 votos sin los que naufragaría la opción de reeditar la mayoría de la investidura. Iglesias, que en los próximos días se verá con otros líderes parlamentarios, lleva a la práctica una preferencia que ya había expresado en múltiples ocasiones tanto en público como en reuniones con otros miembros del Gobierno.
El Gobierno explica que esta fórmula no implica una nueva división dentro del gabinete. Pedro Sánchez era conocedor de las citas de Iglesias, que han hecho públicas por ERC y Bildu. La parte socialista del Ejecutivo ha enmarcado dentro de la normalidad que el vicepresidente segundo mantenga contactos con el resto de formaciones. “Cualquier miembro del Gobierno puede hablar con los grupos parlamentarios y en este caso el líder de otro partido político”, dijo Calvo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Preguntada por si esa ronda iniciada por el vicepresidente segundo está mandatada por Pedro Sánchez para allanar el apoyo de ERC o EH Bildu, María Jesús Montero no lo aclaró, pero deslizó que es una estrategia comunicada en el seno del Ejecutivo: “En este Gobierno ningún ministro ni ningún vicepresidente actúa por su cuenta y todos los ministros y todos los vicepresidentes tienen iniciativas, y ambas cuestiones son compatibles”. “Cualquier ministro y cualquier vicepresidente, cuya iniciativa se contribuye a que se consiga ese fin último será bienvenida”, remató la ministra de Hacienda sobre la consecución de sacar adelante los presupuestos.
En esa misma línea se pronunció la portavoz socialista, Adriana Lastra, al asegurar que realizan un trabajo “en equipo”. “Quien se encarga de las reuniones de Presupuestos Generales del Estado es la ministra de Hacienda -expresó Lastra, a quien puntualizaron desde Unidas Podemos que la negociación pura y dura será cosa de Montero, pero también del secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez-. Los demás estamos apoyando y luchando para que esos presupuestos lleguen cuanto antes y tengan el mayor respaldo posible”. “Para eso trabajamos todos y le aseguro que yo también tengo reuniones con los grupos parlamentarios, con algunos de los que ha mencionado -prosiguió la socialista en referencia a ERC y Eh Bildu-, para eso mismo”. En el Congreso Lastra también ha abordado las cuestiones parlamentarias con los aliados de la investidura. El PNV, por ejemplo, ha mantenido discretas conversaciones con Hacienda.
Aunque Sánchez ha vuelto a señalar a los grupos que hicieron posible su investidura como aliados preferentes para los presupuestos, no cierra la vía a sacarlos adelante con Ciudadanos. Moncloa mantiene la interlocución con el partido de Inés Arrimadas que comenzó en las negociaciones de las prórrogas del estado de alarma y que se conserva ahora que tiene disposición a ofrecer sus 10 diputados para aprobar las cuentas públicas. En Moncloa no desdeñan esa posibilidad y admiten que mantendrán abiertas todas las vías hasta que se produzca el “cruce de caminos” en el que tengan que tomar una u otra dirección en función de qué aliados le ofrezcan garantías de éxito.
Desde el grupo que lidera Iglesias sostienen que, mientras Ciudadanos mantenga sus acuerdos en comunidades como Madrid y Andalucía con el PP, apoyados por Vox, no se puede pactar unos Presupuestos con ellos. Una idea que, creen, ratificó el propio presidente del Gobierno cuando la semana pasada aseguró que el partido que lidera Inés Arrimadas aún “no se ha salido de la foto de Colón”.
El presidente lanzó esa frase en un claro guiño a ERC, durante su respuesta a Rufián en el ‘cara a cara’ de la sesión de control al Gobierno. No obstante, el equipo del presidente no quiere cerrar ninguna puerta y enmarca esa expresión en la improvisación del debate, aunque sostiene que esta es una oportunidad para Arrimadas de abandonar esa imagen junto a Pablo Casado y Santiago Abascal. El portavoz republicano, en su turno, se había dirigido, por su parte, al socio minoritario: “Aguanten, porque si ustedes aguantan, nosotros aguantaremos”. La respuesta llegó en un tuit del portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique: “Te tomamos la palabra”.
El intercambio de frases escenifica un cierto viraje en las negociaciones presupuestarias que, para algunos de los protagonistas, tiene como trasfondo establecer una suerte de alianza parlamentaria que articule un bloque que dirija el rumbo del Estado en los próximos años. En recientes entrevistas, Pablo Iglesias ha asegurado que si el PSOE y Unidas Podemos “cuidan” la mayoría de la investidura, este bloque podría consolidarse para “dos décadas”. “Estos presupuestos prefiguran la estabilidad de la legislatura y probablemente los actores principales en la dirección de Estado de las próximas décadas”, ha dicho también el vicepresidente.
La idea la han expresado de forma similar tanto desde ERC como desde EH Bildu. El partido que lidera Arnaldo Otegi, segundo en las pasadas elecciones vascas, mostró tras anunciar la ronda de contactos y su futura reunión con Calvo la semana que viene su “plena predisposición a hablar sobre los Presupuestos de todos los ámbitos, pero en especial los de Madrid”. El comunicado añadía: “Está en juego si se sigue apostando por el bloque que propició la moción de censura y la investidura o si se opta por otros agentes políticos. Estamos hablando de qué dirección va a tomar el Estado español en los próximos años”. Un sector importante del PSOE también considera que hay que mantener las alianzas con las fuerzas de la izquierda parlamentaria de cara al resto de la legislatura -de hecho, el Gobierno mantiene, por ejemplo, la total disposición a reunir a la mesa de diálogo con la Generalitat, que es una exigencia de ERC que se ve frenada desde la presidencia de Quim Torra-, aunque la preocupación de los socialistas es que el clima preelectoral en Catalunya termine por dinamitar posibles acuerdos presupuestarios en el último momento. De ahí no desechar a Arrimadas, que se ha convertido en una aliada inesperada pero más confiable.
La negociación de los Presupuestos coge así velocidad, pero no será hasta que el Congreso tenga que aprobar el techo de gasto cuando se vea cuál es la intención real del Gobierno y con qué socios puede contar. El dato, que es la base fundamental para que Hacienda detalle las cuentas de 2021, será presentado primero a los gobiernos autonómicos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que debería celebrarse este mismo mes. Un número que indicará cuáles son las preferencias del Ejecutivo y que en las votaciones que se tienen que celebrar en el Congreso y el Senado permitirá visualizar qué mayoría puede explorar realmente: la de la investidura o una nueva con Ciudadanos, aunque en Moncloa no quieren descartar por ahora la suma de ambas, que hasta ahora el resto de implicados rechaza.
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