La única forma de que la Mesa del Congreso admitiera la interpelación de los socialistas al presidente del Gobierno por el caso Bárcenas fue disfrazarla. Se consiguió al tercer intento. El texto preguntaba por la “política general del Gobierno en materia de rendición de cuentas ante el Parlamento” y no por las “falsedades” de Mariano Rajoy. Pero la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, ha desgranado una por una todas las mentiras e inexactitudes en las que el presidente recayó durante su comparecencia en el Senado.
La tarea de dar la cara por Rajoy ha recaído en Soraya Sáenz de Santamaría. El presidente ni siquiera estaba ya presente en el hemiciclo, pero el discurso que pronunció el pasado 1 de agosto ha sido el tema central. Dado que entonces afirmó que cuando llegó a la Moncloa Bárcenas ya no estaba en el PP porque lo había dejado en 2010, la portavoz socialista le ha desmentido. Lo ha hecho con todas las informaciones periodísticas publicadas hasta ahora, que sitúan el fin real de las relaciones entre Bárcenas y el PP tres años más tarde.
Así, ha recordado que el extesorero causó baja como senador en abril de 2010 pero inmediatamente fue dado de alta como trabajador por cuenta ajena. También, que siguió siendo militante porque estuvo al corriente del pago de las cuotas hasta, al menos, el año 2011. Además, Rodríguez ha aludido a la nómina cobrada por el tesorero cuando se suponía que estaba fuera del PP, así como a la declaración de Cospedal ante el juez en la que atribuyó a Rajoy la decisión final sobre el trato privilegiado dispensado a Bárcenas.
De esta firma, la portavoz socialista ha justificado que el presidente faltó a la verdad ante la Cámara, por lo que se le debe exigir responsabilidades. A nada de esto ha contestado la vicepresidenta, que ha preferido pasar de puntillas sobre todas esas afirmaciones y acusar al PSOE de centrarse “en un caso concreto de corrupción” en lugar de preocuparse “por un problema de todos”.
Su actitud ha enfadado mucho a Rodríguez, que le ha recordado que el PSOE se vio obligado a reformular su petición por la insistencia del PP en vetarla: “¿A quién cree que engaña? ¿Cree que su gobierno puede sobrevivir con un presidente que miente?”. Como consecuencia de la interpelación, los socialistas anuncian para la próxima semana una moción. El reto lanzado por la vicepresidenta es que se convierta en una moción pero de censura si quieren intentar desalojar a Rajoy de la presidencia. Se ha mostrado escéptica con que el PSOE cumpla su amenaza: “Les hace falta un candidato y no varios, y un programa”.
La número dos del Gobierno ha insistido en que el PSOE apoye las medidas anticorrupción que este viernes estudiará el Consejo de Ministros y no use el caso Bárcenas como estrategia para desgastar al PP. “Han roto ustedes todos los puentes. Escuchen la oferta del Gobierno porque es lo que esperan los ciudadanos”, ha pedido.