Las imágenes que se suceden cada fin de semana de turistas que viajan a España en plena pandemia, procedentes especialmente de Francia, para beneficiarse de las medidas más laxas de contención de la pandemia han provocado la critica de la mayoría de los grupos con representación en el Congreso, que admiten que es una incoherencia frente a las restricciones de movilidad interna que tienen los españoles debido a los cierres perimetrales adoptados en los últimos meses por muchas comunidades autónomas y que serán obligatorios en Semana Santa. Sin embargo, el Gobierno no se plantea limitar la llegada de esos turistas -desincentivando los viajes con la imposición, por ejemplo, de cuarentenas- porque considera que los países de la UE deben mantener un posicionamiento común.
“Estamos haciendo exactamente lo mismo en reciprocidad con lo que que se está planteando en otros países”, ha expresado la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Montero se ha referido a la exigencia de un test PCR negativo para volar a España. “Esas son las reglas de juego de las que nos hemos dotado y son las que estamos intentando aplicar sin que haya ningún tipo de falla en el conjunto de los países”, ha afirmado la ministra.
El presidente tendrá que pronunciarse a este respecto en la sesión de control de este miércoles en la que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, le interrogará por esos “viajes de ocio”. Pedro Sánchez participará el jueves y el viernes en una reunión telemática del Consejo Europeo en la que se abordará el certificado vacunal por el que apuesta el Ejecutivo. Sin embargo, no tiene previsto plantear cambios en la movilidad dentro de la UE, según fuentes gubernamentales.
A pesar de que la Comisión Europea ha avisado a España de que las limitaciones a los viajes internos debe ser coherente con la de los exteriores, Montero ha defendido el consenso alcanzado en el Consejo Interterritorial de Salud con las comunidades autónomas para adoptar cierres perimetrales que impidan los desplazamientos no esenciales entre regiones, pero ha deslizado que España mantendrá tan solo la exigencia de una PCR negativa para los extranjeros que vengan. “Es lógico”, ha subrayado sobre las condiciones que se imponen a los ciudadanos de otros países, que son las mismas que les ponen a los españoles que traspasan sus fronteras, según ha explicado.
Sin embargo, la mayoría de grupos en el Congreso ha criticado la incoherencia que se produce en esas limitaciones. Uno de los que lo ha reconocido es Unidas Podemos. No obstante, ha cargado la responsabilidad en Isabel Díaz Ayuso, a quien ha acusado de estar “haciendo una campaña de publicidad que invita a decenas de miles de franceses a lanzarse a Madrid sin mascarilla”. El portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, ha reconocido que “a muchos españoles no les parece coherente esta distinción”, pero se ha referido al criterio de los expertos. “No vemos llegada masiva de turistas a España sino fundamentalmente a Madrid”, ha remachado.
El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, ha afirmado que España “se está convirtiendo en una especie de oasis dentro de Europa” y que permitir la entrada de turistas franceses o alemanes es una “terrible irresponsabilidad y un agravio comparativo con otras comunidades”. Desde Más País, Íñigo Errejón ha considerado que “nadie entiende que un español que tenga un abuelo en Santander no pueda ir y si pueda venir alguien de Düsseldorf”. “Es incomprensible”, ha sentenciado.
También la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Mertxe Aizpurúa, ha incido en que es un “factor de distorsión y una incoherencia” que “la gente no puede visitar a sus familiares desde hace muchos meses y sin embargo estamos viendo cómo pueden venir de Alemania y del Estado francés a veranear”. “Cada país está haciendo una cosa y la contraria el país de al lado...La pandemia es la misma en todos los lugares”, ha indicado mientras la diputada de la Cup Mireia Vehí ve “inconcebible que los turistas puedan venir a emborracharse en Semana Santa”. Vehí ha acusado al Gobierno de convertir a España en el “patio de atrás de Europa y la portavoz de JxCAT, Miriam Nogueras, ha coincidido en que es una ”incoherencia“. Joan Baldoví de Compromís ve ”absolutamente poco explicable“ que algunos territorios hagan grandes esfuerzos en contener la pandemia y otros como Madrid permitan entrar a extranjeros.
Desde Ciudadanos, el diputado Guillermo Díaz ha insistido en que Sanidad debería haber sido más eficaz con la gestión de los test y la detección en los aeropuertos y que “no se cargar esta cuestión en las aerolíneas” al tiempo que ha abogado por una gestión común de las condiciones sanitarias en Europa.
También el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha señalado que no tiene sentido que un turista extranjero pueda llegar a España y los españoles no tengan libertad de movimiento. “Si un sueco puede venir que también los españoles tengan como mínimo los mismos derechos que tienen los extranjeros y puedan visitar el conjunto de España con seguridad”, ha puntualizado.
La portavoz del Gobierno ha recordado que la restricción de la movilidad “ha sido el arma terapéutica más importante” contra el coronavirus hasta la llegada de la vacuna y ha aprovechado para recordar que el Consejo de Ministros ha prolongado hasta el 13 de abril las restricciones a los vuelos procedentes de Brasil y Sudáfrica al haber una incidencia escasa de la variante de la COVID-19 procedente de esos países. Así, ha explicado, se trata de evitar su difusión. En el caso de Reino Unido, se han eliminado las restricciones.